Ejemplos con yacaré

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las jornadas de rastrillaje a lo largo de la costa de Bella Vista continuaron, pero no había señales de los desaparecidos, recién días después fueron hallados los cuerpos de Leonidas Chango Paniagua, Daniel Yacaré Aguirre y el acompañante del chofer, posteriormente el Chaqueño Zito Segovia y Joaquín Sheridan.
Entre la fauna terrestre se encuentran especies como el ciervo de los pantanos, el yacaré overo, el yaguareté, el tapir y el oso hormiguero.
En los humedales se encuentran el yacaré hû y el yacaré overo.
Las especies de la vida silvestre en peligro de extinción son: el jaguar, el yaguareté, el tapir, el mboreví, el pájaro campana, el papagayo rojo, el águila arpía o taguató, el oso hormiguero o jurumí, el armadillo gigante o tatú carreta, el yacaré y otros.
Dentro de la fauna en peligro de extinción se encuentran el guazú puku, el yacaré overo, el lobote y el tatú aí, y dentro de la flora se pueden citar el tuja rendyva.
Al norte se encuentran los distritos de Villa Franca y de San Juan Bautista del Ñeembucú, de los cuales son separados por el Tío Tebycuary y su afluente el arroyo Yacaré.
La fauna posee ciervos, venados, monos y reptiles de grandes dimensiones como el yacaré o caimán, el curiyú o anaconda y el carpincho, roedor muy querido por su carne y su piel.
Los amantes de los reptiles y los no tan amantes podrían tropezarse con alguna yarará, un yacaré o una hermosa y colorida coral.
Se trataba de un yacaré correntino vestido de gaucho argentino tomando tereré y con una margarita en su sombrero.
A pesar de la contaminación, distintos tipos de seres vivos han resistido la degradación, carpinchos, halcones, teros, garzas africanas, cobras, coipos y hasta un yacaré sobreviven a lo largo del Pinheiros, aumentando a futuro las esperanzas de salvación del río.
, en nombres de frutas nativas o de animales: cajú, yacaré, abacaxi, tatú.
¡El cuidado que podía inspirarle un yacaré más viejo que las Américas!.
Este Abuelo era un yacaré , un caimán famoso por su tamaño desde el lugar donde se forma el río de la Plata hasta lo más alto del Paraná.
Luego se imaginó que tal vez aquel yacaré tan viejo como el río era alguna divinidad misteriosa que se encargaba de vengar a los humildes.
Pero una tarde, mientras dormían la siesta, un yacaré se despertó de golpe y levantó la cabeza porque creía haber sentido ruido.
dormitando en la arena caliente, que empolla el huevo del yacaré, ha alzado su chata cabeza y vibrado la lengüeta, al sitio melancólico de esas aves hijas del cuma, tan similares en sus hábitos de libertad salvaje a los del primitivo gaucho vagabundo.
¡El cuidado que podía inspirarle un yacaré más viejo que las Américas!.
Luego se imaginó que tal vez aquel yacaré tan viejo como el río era alguna divinidad misteriosa que se encargaba de vengar á los humildes.
El narrador continuó enhebrando lástimas, y cuando hubo terminado, otro entró en liza, y luego otro, hasta quedar solamente Yacaré, un correntino taciturno –más que taciturno, impasible– capaz de pasarse dos días sin desplegar los labios, de los cuales nunca nadie oyó una expresión de alegría ni de pena, de contento ni de desagrado.
–A ver, Yacaré, ¡contá vos tamién tu historia!.
Efectivamente, un minuto después, un flamenco, que ya no podía más, tropezó con un yacaré, se tambaleó y cayó de costado.
Pero un yacaré viejo y sabio, el más sabio y viejo de todos, un viejo yacaré a quién no quedaban sino dos dientes sanos en los costados de la boca, y que había hecho una vez un viaje hasta el mar, dijo de repente:.
Entonces llamó al yacaré que dormía a su lado.
—No sé —contestó el yacaré que se había despertado primero—.
El segundo yacaré oyó el ruido a su vez, y en un momento despertaron a los otros.
El viejo yacaré les explicó entonces que era un vapor, lleno de fuego, y que los yacarés se iban a morir todos si el buque seguía pasando.
Los yacarés entonces fueron saliendo del agua, muy enojados con el viejo yacaré, porque los había engañado, diciéndoles que eso era una ballena.
Pero el viejo yacaré sacudió de la cola al yacarecito que tenía más cerca.

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