Ejemplos con yacarés
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Está compuesta por dos áreas: una de fauna mesopotámica, con Yacarés negros y overos, Tapires, Carpinchos y Tortugas de Laguna.
Entre las numerosas especies animales: carpinchos, nutrias, lobitos de río, yacarés y viboras curiyú, junto con gran cantidad de aves: cardenales, Juan soldado, caranchos, biguás, garzas blancas y moras, patos sirirí y picaso, Juancho chiviro, palomas, pájaro carpintero, Martín pescador, zorzal, calandrias, loros, chajá, pacaá, etc.
El pantanal es un territorio ideal para la prácticas de safaris fotográficos por su riqueza faunística, se puede apreciar una gran variedad de animales silvestres, yacarés, carpinchos, boas, nutrias y cinco especies de monos.
El paisaje es muy atractivo por la cantidad de bañados llenos de vegetación acuática y especies de fauna de humedales, como carpinchos, aguara guazú, guazú puku, yacarés y aves de colorido plumaje.
Acompañado de sus amiguitos indios González-í y Piro-y peligrosamente enlazaban en el riacho Mosquito a los yacarés y jugaban en el arroyo Mieres Cué, sobre el cual, su padre contrató al carpintero Don Vera para que construyera un puente de quebracho, útil también para los menonitas.
Morales había nadado de pequeño entre los yacarés, sin gran emoción.
Apenas salido de Corrientes, había calzado sus botas fuertes, pues los yacarés de la orilla calentaban ya el paisaje.
Y el bote volvió al vapor, mientras los yacarés, locos de contentos, daban tremendos colazos en el agua.
Invitaron a las ranas y a los sapos, a los flamencos, y a los yacarés y a los peces.
Los yacarés, para adornarse bien, se habían puesto en el pescuezo un collar de plátanos, y fumaban cigarros paraguayos.
En un río muy grande, en un país desierto donde nunca había estado el hombre, vivían muchos yacarés.
Entonces los yacarés salieron del agua y dijeron:.
Y los yacarés, hundidos en el agua, con los ojos y la nariz solamente afuera, vieron pasar el buque de guerra, silbando a toda fuerza.
Los yacarés desaparecieron en un instante bajo el agua y nadaron hacia la orilla, donde quedaron hundidos, con la nariz y los ojos únicamente fuera del agua.
El viejo yacaré sabio que había ido una vez hasta el mar se acordó de repente, y apenas tuvo tiempo de gritar a los otros yacarés:.
—¡No, no va a pasar! —gritaron los yacarés, lanzándose al dique, cada cual a su puesto entre los troncos.
Pero al día siguiente volvió el vapor, y cuando los yacarés miraron el buque, quedaron mudos de asombro: ya no era el mismo buque.
Los yacarés se miraban unos a otros: ¿qué podía ser aquello?.
—¡Qué hay! —respondieron los yacarés, sacando la cabeza por entre los troncos del dique.
El bote se acercó, vio el formidable dique que habían levantado los yacarés y se volvió al vapor.
Entonces los yacarés se levantaron y fueron al dique, y miraron por entre los palos, riéndose del chasco que se había llevado el vapor.
Los cortaron con la especie de serrucho que los yacarés tienen encima de la cola, los empujaron hasta el agua, y los clavaron a todo lo ancho del río, a un metro uno del otro.
—Bueno —dijeron entonces los yacarés—, el buque pasó ayer, pasó hoy, y pasará mañana.
Pero los yacarés se echaron a reír, porque creyeron que el viejo se había vuelto loco ¿Por qué se iban a morir ellos si el vapor seguía pasando? ¡Estaba bien loco el pobre yacaré viejo!.
El viejo yacaré les explicó entonces que era un vapor, lleno de fuego, y que los yacarés se iban a morir todos si el buque seguía pasando.
Los yacarés entonces fueron saliendo del agua, muy enojados con el viejo yacaré, porque los había engañado, diciéndoles que eso era una ballena.
Los yacarés, espantados, se hundieron en el río, dejando solamente fuera los ojos y la punta de la nariz.
Con lo cual los yacarés chicos se tranquilizaron.
Al oír esto, los yacarés chiquitos comenzaron a gritar como locos de miedo, zambullendo la cabeza.
