Ejemplos con yacente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el sotobanco, una urna con la imagen de Cristo Yacente de época del retablo.
*PASOS: La Verónica, Jesús con la Cruz a cuestas, Cristo Yacente, Virgen de le Soledad y Virgen de las Angustias.
El cuadro de la Anunciación del altar mayor es de Claudio Coello, y hay otras pinturas estimables, como lo son las cuatro estatuas en los pilares de la cúpula, obras de Manuel Pereira, el santo Cristo Yacente en el sepulcro, obra exquisita del vallisoletano Gregorio Fernández que se encuentra en la capilla, y las pinturas al fresco realizadas por Francisco Ricci y Juan Martín Cabezalero que adornan la cúpula, las pechinas y el crucero de la Iglesia.
Destaca en su interior la techumbre de madera, el retablo y a sus pies, uno de los pasos de la Semana Santa de la localidad: la Urna del siglo XIX con el cristo yacente en madera y pelo natural y féretro de cristal.
*PASOS: La Verónica, Nuestro Señor Flageado, Santísimo Cristo de la Salud, Jesús Nazareno, El Calvario, Santísimo Cristo de los Afligidos, Cristo Yacente, San Juan y la Virgen ante el Sepulcro, La Dolorosa y Santísima Virgen de las Angustias.
Fue enterrada en el jardín del Palacio de Charlottenburg, dónde se le construyó un mausoleo, con una estatua yacente realizada por Rauch construída sobre su tumba.
La capilla recibe su denominación por albergar en su interior una urna procesional que contiene la notable imagen de Cristo Yacente, obra de Juan de Mesa y Velasco.
Del primitivo conjunto funerario del rey sólo queda la losa con el relieve del monarca yacente, rodeada de una fina cenefa con decoración vegetal que se fecha a mediados del siglo XIII, ya que es entonces cuando Teobaldo I encarga el sepulcro de su tío y de su tía, Clemencia de Toulouse.
Representa una de las pocas tallas de Cristo yacente que existen del románico, donde las figuras más representadas fueron la Virgen con el Niño y el Cristo Crucificado.
Las tallas también desaparecieron, conservándose en la actualidad únicamente como pieza de mayor valor artístico un Cristo Yacente del siglo XII.
De su interior, sin duda, a parte de su armoniosa distribución del espacio y del bosque de columnas de las bóvedas de crucería, sus capiteles con temas singulares, como cabezas de hombre, animales o vegetales, pero lo más destacado y que sorprende al visitante es la Capilla de los Coca, alberga el sepulcro yacente del Chantre de Coria y Confesor de Isabel I de Castilla, Fernando de Coca, obra hispano flamenca del siglo XV con clara semejanza con el Doncel, junto con los sepulcros en el suelo de sus padres y un retablo de alabastro de la Virgen de Loreto.
El óleo sobre lienzo que ocupa la zona central del retablo, data de la misma época, muestra el tema iconográfico de Cristo yacente.
En el primer tramo del lado del evangelio de la nave se ubica el retablo de Cristo yacente.
En el centro y detrás del yacente se encuentra el grupo de María y Juan, María se inclina entristecida hacia su hijo mientras Juan acude cariñoso a consolarla.
En el centro se halla la figura de Cristo yacente, depositado en lo que será su ataúd.
Inferior a éste es el sepulcro del cardenal Cisneros, que deja inacabado, a lo sumo completa la estatua del yacente, austero y realista con aire de retrato.
La iglesia es sede de tres cofradías: La Cofradía de Nuestra Señora del Carmen y del Santísimo Cristo Yacente, la Hermandad de Santiago y la Hermandad de San José, que salen de procesión en las festividades del Carmen, de Santiago y en Semana Santa.
A sus pies hay un féretro acristalado con una talla del Cristo yacente, perteneciente al antiguo retablo.
Junto a ella, en el espacio correspondiente a la prolongación del presbiterio, el sepulcro yacente bajo arcosolio de Doña María Martínez de Orraindi.
A su lado, en el presbiterio, bajo otro arcosolio que abre vano con la capilla de Nuestra Señora de Gracia, el sepulcro yacente de Don Diego Martínez de Álava, fechable en los últimos años del siglo XIV.
En el lado izquierdo del presbiterio, abriendo vano con la capilla de San Isidro y bajo arcosolio escarzano con trasdós apuntado que corona cinco escudos nobiliarios policromados, se sitúa el sepulcro de Don Pedro Martínez de Álava, con bulto yacente finamente trabajado en bronce, de la primera mitad del XVI.
En lo que respecta a la escultura, la iglesia del convento guarda, en una capilla lateral, el llamado Cristo de El Pardo, una escultura policromada en madera del siglo XVII, tallada por Gregorio Fernández, que representa a Jesucristo en posición yacente.
Es de destacar el antiguo Cristo Yacente del Santo Sepulcro, talla titular de la cofradía.
En el interior de ese nicho estuvo la estatua yacente del caballero alcarreño que fue vendida por las monjas a un anticuario en los principios del siglo pasado, ignorándose su actual paradero.
Desde la aldea se columbra la ciudad, caparazón que cubre una colina, como escamado peto de armadura sobre un torso yacente, armadura labrada en cobre y hierro, abollada ya, a trechos oro sucio, a trechos gris rojizo, a trechos verdinosa, de la corrosión de los años y los óxidos.
La mano invisible de los siglos había frotado el rostro de la estatua yacente, aplastando la nariz y dando al belicoso cardenal una expresión de ferocidad mongólica.
Gabriel recordaba lo que había oído contar a su padre de la estatua yacente de don Álvaro.
Hallábase Moreno contemplando una imagen yacente, encerrada en lujosa urna de cristal, cuando sintió a su lado este susurro:.
En la misma catedral, cuando les quitaba la vista de encima el sacristán que les enseñaba alguna capilla o preciosidad reservada, los esposos aprovechaban aquel momento para darse besos a escape y a hurtadillas, frente a la santidad de los altares consagrados o detrás de la estatua yacente de un sepulcro.

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