Ejemplos con obró

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se obró según los cánones del estilo barroco.
Ante él la Virgen obró el milagro de restituir el brazo a la pastora, lo que asombró al capitán que se convirtió al cristianismo y erigió en aquel lugar la que se llamó ermita de la Virgen de Montesinos.
La segunda hipótesis respecto de la invasión de Flores sostiene que éste obró de acuerdo con Mitre.
Desde ese momento hasta su muerte, X yún obró como bodhisattva, enseñando los preceptos, explicando sutras, y restaurando templos antiguos.
Siguiendo las interpretaciones de los textos bíblicos, el hombre es en su intimidad imagen pura de Dios, entonces él no puede pecar, por ello y según la interpretación de los textos de San Pablo, no es el hombre quién obró mal sino el pecado que habitó en él.
Pablito obró con más cautela en adelante, aunque no con menor osadía.
La relajada moral que entonces reinaba, fruto de tantas sublevaciones y del derroche de recompensas con que las estimulaba una política vil, obró con infalible poder corruptor en las almas de los últimos.
Subieron al cuarto de la enferma, que vencida ya por la dolencia, no pudo conocerles, y considerando ambos la situación gravísima, cada cual obró como quien era.
¿Llegó al cielo la plegaria? ¿Obró la substancia química sobre el organismo?.
Elías Perez y Sanchez, álias , aunque avariento y cruel por naturaleza, obró siempre dentro de la Ley escrita en sus negocios con D.
-Pienso, padre, que se obró de ligero al darle, pienso que los antojos de un hombre de tan poco valer como el alcalde, no son quién para que por ellos se comprometa.
-Ocasión de perlas, amigo Macabeo, para que me cuentes cómo se obró el milagro de que esas almas piadosas se acordaran de este pecador impenitente, que diez años hace no se trata más que con su sombra y su conciencia.
Todo cuanto obró el Supremo Artífice está tan acabado que no se puede mejorar,.
Pero lo que en mí no pudo, obró en los.
Verdad es que hablando en un corrillo ciertos espartanos sobre cuál de éstos que acabo de mencionar se había portado mejor en la batalla, fueron de sentir que Aristodemo, arrastrado a la muerte para borrar la infamia de cobarde con que se veía notado, al hacer allí proezas y prodigios de valor, no obró en ello sino como un valentón temerario que ni podía ni quería contenerse en su puesto, mientras que Posidonio, sin estar reñido con su misma vida, se había portado como un héroe, motivo por el cual debía ser éste tenido por mejor y más valiente guerrero que Aristodemo.
Se ve, pues, que lo que obró Cambises con Amasis era contra el uso de entrambas naciones.
Que si aquella seueridad e paciencia de Paulo Emilio me viniere a consolar con pérdida de dos hijos muertos en siete días, diziendo que su animosidad obró que consolasse él al pueblo romano e no el pueblo a él, no me satisfaze, que otros dos le quedauan dados en adobción.
Y no se obró este cambio, casi repentino, porque no hubiera a bordo más cohetes, ni se agotaran las fuerzas pulmonares de los músicos, ni se nublara el buen humor de los pasajeros, sino porque en el escenario grandioso en que iba entrando el vapor, sobre aquella extensísima y transparente llanura en que chisporroteaba la luz y dejaba la brisa, por huellas de su paso, copos de espuma y ondas rizadas, ante aquellas barreras colosales de montes que iban alzando sus crestas a medida que se alejaban del mar, hasta desvanecerse en el ambiente del último confín de aquel seno espléndido y maravilloso, en que dormían tranquilas y apacibles las aguas indomables del Cantábrico, ni los cohetes se oían, ni la charanga sonaba, ni resultaban los chistes de los hombres que parecían allí gusanejos de corral, como siempre que la Naturaleza se ofrece en espectáculo: ella lo canta, ella lo dice, ella lo expresa todo, y ella sola es el rumor, y la armonía, y el estruendo, y la luz, y la elocuencia, y la poesía, y el arte, y la hermosura, ella lo absorbe y lo domina y lo produce todo, y es fuente y objeto a la vez de la inspiración y del sentimiento de los hombres, por livianos que sean de meollo.
Habiendo preguntado Águeda cómo se obró el milagro de que tan a punto entrara Macabeo por la ventana de la casa de don Sotero, dijo así don Plácido:.
En don Lope se obró entonces una transformación espantosa: clavó los ojos centelleantes en su sobrino, su robusto cuello se hinchó poco a poco, dilatáronse sus narices, la espesa y ruda barba se encrespó sola, sus dientes rechinaron bajo los labios encogidos, encorvó los brazos musculosos, apretó los puños como si quisiera triturar los dedos contraídos, y azulada, verde la tez, estremecióse de pies a cabeza, como león con la cuartana, y lanzó de su pecho un rugido salvaje, vomitando con él estas palabras solas, que retumbaron en todos los ámbitos de la casa:.
Danglars obró como un hombre colocado entre dos males terribles y cuyo valor es excitado por el mismo miedo.
Caíste en la miseria y tuviste hambre, pasaste la mitad de tu vida codiciando lo que hubieras podido adquirir, y ya pensabas en el crimen, dándote a ti mismo la disculpa de la necesidad, cuando Dios obró un milagro, cuando Dios te envió por mi mano, cuando más miserable estabas, una fortuna inmensa para ti, que nada habías poseído.
E obró instrumentos e dio çiertas reglas por sostenimiento e durada de aquel saben Empero non lo pudo del todo, segúnt cumplía, acabar en su tiempo.
ni la mente advirtió, ni obró el sentido.
-Al tomar el mando del buque -repuso el naviero- cumplió con su deber, en cuanto a perder día y medio en la isla de Elba, obró mal, si es que no tuvo que reparar alguna avería.
Pero no obró de este modo el gran visir Dandán, pues fué el único que no bajó del caballo, ni besó los pies ni las manos del asceta.
Has afirmado que obré mal con quien obró bien conmigo.
Le dieron una cencerrada espantosa: tres noches duró, y no duró más, porque habiéndole insultado groseramente los actores, los dispersó a tiros desde el balcón, en lo cual obró como un sabio y en justicia».
Dicho santo, extremadamente joven, muerto a consecuencia de las privaciones que se impuso, ordenó que lo enterrasen en el cementerio de los pobres de Aviñón, pero tales multitudes acudieron a rezar sobre su tumba y tales prodigios obró desde ella, que sus restos acabaron por ser trasladados a un templo erigido en su honor.
El milagro se obró como se obran casi todos los de su especie: con un poco de casualidad y otro poco de.

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