Ejemplos con fatuidad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Para mi abuela, las tres millas y media de costa que hay entre Lúzaro y Elguea separan dos mundos aparte: la seriedad de los de Lúzaro, de la petulancia, volubilidad y fatuidad de los de Elguea.
Y despertaba en Ojeda el orgullo sexual que duerme en el fondo de todo hombre, la fatuidad masculina, que se considera irresistible con sólo una mirada o una palabra de femenil aprobación, la fe ciega en el propio valer, que acepta como naturales y lógicas todas las aproximaciones, por inverosímiles que sean.
El cuerpo chocó contra las piedras, y yacía exánime en medio del arroyo, cuando apareció en la calle abigarrada muchedumbre, a cuya cabeza venía una mujer a caballo, como amazona de circo, radiante de fatuidad, decidida y altanera.
Con necia fatuidad aseguraban que ellos solos poseían el secreto de regir a la Nación, y que sin ellos todo era desorden y merienda de negros.
¡Cómo me adulaba el espíritu tentador a fin de hacerme caer! ¡Cuán astutamente me engañaba! ¡Cuán ciega confianza fue la mía al principio! Así como hábil jardinero, si descubre entre malezas una planta nobilísima, la lleva a su jardín y la cultiva con afán para que todo vicio contraído entre las malezas acabe, y para que, merced a su cuidado prospere la planta y dé al fin lindas y aromáticas flores y sabrosos frutos, así yo, al hallar la bella alma de esta mujer, henchido de fatuidad, me propuse mejorarla, hermosearla más, purificarla de todo defecto y hacerla florecer y fructificar abundosamente en virtudes, conocimientos y perfecciones.
¡Valiente posición! Compadeció la ignorancia de la joven y estuvo próximo a decirle que todo aquel lujo era imbécil fatuidad, pura bambolla, pero sintióse dominado por sus temores de niño sumiso y obediente, y hasta en el vacilante resplandor del inmediato farol creyó ver el rostro de mamá contraído por un gesto de indignación majestuosa.
No sé por qué dices esorepuso él con fatuidad.
De esta manera, hija míaañadió lleno de fatuidad, puede darse el caso de que una mujer hermosa llegue a amar entrañablemente a un hombre feo.
Todo lo demás es música, fatuidad y palabrería de los que han querido hacer una Sociedad en sus gabinetes, fuera de las bases inmortales de la Naturaleza.
Esas cosas se dicen sin creer en ellas, por fatuidad.
¡Tontería y fatuidad suya! Pero en fin, es mujer de gobierno.
¿Quién no la ha oído, y quién no la ha admirado en este último caso, cuando habla con el novio desde alto balcón, en el estío, a la hora de la siesta, advertida de que la está oyendo toda la vecindad detrás de las cortinas de cien salas bajas?¡Qué disimulo en las frases! ¡Qué insistencia en unos mismos símiles hasta apurar el concepto! ¡Qué dos conversaciones en una sola, la una aparente y pública, la otra de imaginación a imaginación! ¡Cuán lógica y chispeante la primera, en medio de su fatuidad! ¡Cuán grave y apasionada la segunda! ¡Cómo brilla el ingenio en lo que dice! ¡Cómo relampaguea la pasión en lo que quiere decir! ¡Y qué energía de pensamiento, qué riqueza de fantasía para prolongar indefinidamente un exacto paralelismo entre la imagen y la idea, entre el apólogo y la realidad, entre la y la !.
Los guardias atacaron con fatuidad, los milicianos defendiéronse con vigor, no sin gritos patrióticos, que les inflamaban, recordándoles la noble idea por quien combatían.
Necesito demoler las torres del orgullo, abatir los alcázares del fanatismo, burlarme de la fatuidad de cien familias que cifran su orgullo en descender de un rey asesino, D.
Arriaza, hombre de cierta fatuidad, se gallardeaba con la ovación hecha a los productos de su numen.
El Gran Capitán hizo reír a su digna esposa con estos chistes, hijos de su inexperta fatuidad, y ambos celebraron recíprocamente sus ocurrencias.
¿Estaría allí Inés? ¿Estaría allí, ya olvidada de que existiera antes en el mundo un chico llamado Gabriel, arcabuceado por los franceses? Y si estaba y de improviso me veía, ¿no era posible que se me presentara deslumbrada por los esplendores de su nueva posición, y que a la palidez de la primera sorpresa sucediera en su rostro el rubor de haberme amado? ¿Se acercaba el momento de que yo cayese de la inconmensurable altura de mi fatuidad amorosa, encontrando una sonrisa de desdén y la mano de un criado que me pusiera en la calle? ¿Por ventura el trance que me esperaba era hermano gemelo de aquella otra gran caída ocurrida en el Escorial, cuando por el favor de Amaranta soñaba con los primeros puestos de la Nación? ¿Bajaría mi alma desde príncipe a lacayo, como poco antes bajó mi ambición?.
! -dijo el diplomático con mayor fatuidad que la de su amigo-.
Sí, es verdad -dijo Salomé con desdén y cierta fatuidad-: es preciso que usted se corrija.
Gracias a Dios que nos vemos libres de su fatuidad.
Para hablarle en plata, señor don Fernando, no recelo, ni me pasa por la cabeza, que mi hijo lleve su fatuidad hasta el punto de tomar por esposa a la Valdés, lo que temo, lo que miro como una gran desgracia para la familia es que se la eche de querida.
Tras el llanto y otras demostracciones de dolor, acudió con doble ahinco que antes, al rezo, a la oración, a la confesión y comunión casi diarias, a la penitencia continua, recayendo al cabo en aquel estado de indiferencia y apatía mental y corporal para los negocios del mundo, que tanto se asemeja a la fatuidad o a la demencia.
El comediante miró a la linda hidalga, y su faz rasurada expresó una fatuidad pueril.
Atusóse Redlitz las lacias greñas amarillas con resabios de fatuidad trasañeja, y dijo encogiéndose de hombros:.
Tampoco hablaba de su pleito si no se le provocaba a ello, descubriéndose en todo su porte un corazón noble y sencillo y una extremada delicadeza de sentimientos que rayaba en fatuidad, según decían las malas lenguas.
No era Patrocinio de esas que lloran a lágrimas de hormiga viuda, ni habría ido a Roma a consultar al Padre Santo la respuesta que cabría dar a la fatuidad del arzobispillo.
Apurando más la materia de sus recelos, y exprimiendo y comparando síntomas y cataduras, llegó a ver claro que en el conflicto o dificultad, o lo que fuera aquello que ocurría en el seno de la familia de don Roque Brezales, éste se encontraba en desacuerdo con todos los demás, y, colocado ya en estas alturas, y siéndole bien notoria la fatuidad del pobre hombre, y recordando que él solo era quien había negociado con su padre aquel arreglo, con afirmaciones tan extrañas para Nino como la de que Irene se había calado intenciones que jamás le pasaron por las mientes, sin gran esfuerzo de su dialéctica se plantó con los supuestos en medio de la verdad.
¿Cómo podía menos de cometer grandes yerros un hombre tan fatuo? Y de esa clase hay muchos, por más que no siempre llegue la fatuidad a una exageración tan repugnante.
-Al menos puedo creer ahora sin demasiada fatuidad que amáis a otro - dijo el joven en un tono cariñoso-, y os lo repito, me intereso por el conde.
No soy de esos tiranos que conservan las mujeres por la fuerza: no me amáis, dudaba de ello con mi fatuidad ordinaria, ahora estoy convencido.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba