Ejemplos con clienta

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ella protestó que en realidad era una clienta, pero poco después confesó la verdad.
La única clienta interesada en comprar al gorila es su mejor amiga, Ogee, una pequeña niña que lamentablemente nunca tiene dinero suficiente para comprarlo.
También fue clienta de varias joyerias muy exclusivas de Europa.
Saverio es un corredor de seguros que llega a un pueblo a través de la carta que la enviara una potencial clienta que solicita asegurar afectos especiales.
El prototipo de la tienda era para atraer a una clienta parecida a la de A&F, pero más jóvenes.
Finalmente se descubre que Max no es el asesino de la mujer, sino que solamente era una clienta que se suicidó en su presencia desesperada por una relación tormentosa con un hombre que la dominaba, que resulta ser Luis, el policía que seguía a Max en busca de venganza.
Así mismo, aconseja sobre el tipo de maquillaje, cremas o pintalabios más adecuado al color de piel y forma de la cara de la clienta.
Al llegar al salón de belleza, lugar donde Ellen trabajaba empieza a teñirle el pelo a una mujer, Ron lleno de curiosidad le pregunta por que la loca petición, a lo que ella responde que ya no es prisionera del tiempo, es entonces que la clienta con horror dice que quiere que le pinte el cabello con un reloj de pulso y no con su intuición, acto seguido la clienta se limpia el tinte y por accidente tira el resto de la mezcla por todas partes.
Una clienta, Anne Kronenberg, que luego se convertiría en la jefa de campaña de Milk, también lo conoció en su tienda, y la primera impresión que se llevó de Milk fue la que era un maníaco delirante.
Sr Gronemeyer: Es una clienta de Rigby's.
Mientras, Ned Flanders atiende su tienda de zurdos y se enamora de Sarah Sloane, una bella clienta y estrella de cine.
Y continuó conduciéndose así durante un largo espacio de tiempo, hasta que un día el carnicero Wardán, intrigado al límite de la intriga por el aspecto y el silencio y las maneras de su joven clienta, resolvió aclarar la cosa para librarse de los pensamientos que acerca de ello le asaltaban.
En este momento, llegó el amigo Gusanillo, algo inquieto del silencio de su clienta, lo convidaron, y le contaron alegremente el corte dado al asunto.
Yo no soy de esos farma¬céuticos que, para vender algo, son capaces de estropearle la salud a la clienta.

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