Ejemplos con queridísima

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La lista de exitosas canciones y prestigiosos intérpretes de Cheo Zorrilla es considerable, además de las ya mencionadas en párrafos anteriores: Se Me Secó La Piel , en voces del boricua Chucho Avellanet y el panameño Basilio, Al Nacer Cada Enero , por la inigualable Luchy Vicioso, Un Amante Así , por nuestra Vickyana y por la queridísima borinqueña Sophy, que además le grabó Si Tú Eres Hombre, Yo Soy Mujer y Dos Amantes , la también criolla Jannyll le grabó Te Dejo la Llave.
-Adiós, mi queridísima hermana -dijo Monsalud estrechándole las dos manos.
¿Se necesita de valor acaso para rogarte que llames a tu queridísima amiga?.
Bernardo, en la aldea, aun con tanto afán, ganaba apenas lo indispensable para que no se muriesen de hambre los cinco hijos que le había dejado su Petra, y aquella queridísima y muy anciana madre suya, siempre enferma, que necesitaba tantas cosas y que le consumía la mitad del jornal misérrimo.
»Queridísima tía: Mil gracias por la franela para el asilo Dorcas, así como por la tela.
Una vez en mangas de camisa ante su lecho, consideró que era un contratiempo serio la enfermedad de su queridísima Ana.
-Sí, y pido a mi Dios que la salve, que salve a esta alma queridísima, que no la condene, que tenga piedad de ella.
No me detenga usted, que vuelvo al lado de mi queridísima muerta.
¿Qué seria de ella ya, a su edad, privada de la dulce compañía de su queridísima sobrina.
-Mi queridísima amiga -dijo Teresita dándole la mano.
Doña Encarnación, con las gruesas mejillas arreboladas y los ojos húmedos por la emoción que le producía el inmerecido infortunio de su queridísima vecina y comadre, interrumpíala a cada instante para decir, entre ahogadas exclamaciones de estupor y cólera:.
Fáciles de concebir el acceso de furia que don Francisco de Toledo tuvo cuando recibió la noticia que habían prendido y encerrado en la inquisición a la altiva doña Milagros, su queridísima comadre, y esposa además de su íntimo amigo el coronel de la artillería que era entonces un empleo de fuste en las colonias.
-No, queridísima tía, ya sabe usted que mi carácter no es bromista.
distante de aquí catorce leguas, vive mi prima queridísima, doña Araceli de Bobadilla.
¡Ignoraba todo! No sabía nada, no comprendía, no sospechaba siquiera que la por muchos títulos virtuosa Susana Pinto, la madre queridísima, la viuda infeliz, sufría en silencio unas tan brutales proposiciones amorosas de don Anselmo Espinosa, que tocaban los límites del cinismo.

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