Ejemplos con pierda

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El método favorito de la tesis, la antítesis y la síntesis lo empleaban para demostrar que Alemania debía ser señora del mundo, que Bélgica era la culpable de su ruina por haberse defendido, que la felicidad consiste en vivir todos los humanos regimentados a la prusiana, sin que se pierda ningún esfuerzo, que el supremo ideal de la existencia consiste en el establo limpio y el pesebre lleno, que la libertad y la justicia no representan mas que ilusiones del romanticismo revolucionario francés, que todo hecho consumado resulta santo desde el momento que triunfa, y el derecho es simplemente un derivado de la fuerza.
que vaya a ver a Pablo y lo obligue a venir, con el pretexto de la cena de pasado mañana, para que Carmen le hable, y se arregle alguna otra cosa, si es posible, y si el muchacho todavía la quiere, porque yo tengo miedo de que mi sobrina pierda la salud si no es así.
Te engañas: muchos pobres se han casado con ricas, y se han casado sin que su nombre pierda lo más mínimo.
Quieren que yo me pierda, pero por más que hagan esos perros, no me quitarán, Dios mío, que yo sea tan ángel como otra cualquiera.
La responsabilidad de que tanta mujer se pierda recae sobre el hombre.
En estas corrientes es fácil que se pierda alguno de la partida, o por rebelde a las mudanzas o porque las deudas le cautivan en el antiguo local y allí le hipotecan la asistencia, pero en cambio siempre se gana algún tertulio nuevo que viene a refrescar las ideas y las bromas.
¡Papeles de importancia tratados de este modo! Hasta es muy fácil que alguno se pierda.
—Señores, yo soy el licenciado Vidriera, pero no el que solia: soy ahora el licenciado Rueda: sucesos y desgracias que acontecen en el mundo por permision del cielo me quitaron el juicio, y las misericordias de Dios me le han vuelto: por las cosas que dicen que dije cuando loco, podeis considerar las que diré cuando cuerdo: yo soy graduado en leyes por Salamanca, adonde estudié con pobreza, y adonde llevé segundo en licencias, de do se puede inferir que mas la virtud que el favor me dió el grado que tengo: aquí he venido a este gran mar de la corte para abogar y ganar la vida, pero si no me dejais, habré venido a bogar y granjear la muerte: por amor de Dios, que no hagais que el seguirme sea perseguirme, y que lo que alcancé por loco, que es el sustento, lo pierda por cuerdo: lo que solíades preguntarme en las plazas, preguntádmelo ahora en mi casa, y veréis que el que os respondia bien de improviso, os responderá mejor de pensado.
—Buen remedio, dijo Loaysa, procurad vos tomar las llaves a vuestro amo, y yo os daré un pedazo de cera, donde las imprimiréis de manera que queden señaladas las guardas en la cera, que por la aficion que os he tomado, yo haré que un cerrajero, amigo mio, haga las llaves, y así podré entrar dentro de noche y enseñaros mejor que al Preste Juan de las Indias, porque veo ser gran lástima que se pierda una tal voz como la vuestra, faltándole el arrimo de la guitarra: que quiero que sepais, hermano Luis, que la mejor voz del mundo pierde de sus quilates, cuando no se acompaña con el instrumento, ahora sea de guitarra, o clavicímbano, de órganos o de arpa, pero el que mas a vuestra voz le conviene, es el instrumento de la guitarra, por ser el mas mañero y ménos costoso de los instrumentos.
Lo que puedes hacer dél es dejarle a sus aventuras, ora se pierda o no, porque serán tantos los caballos que tendremos, después que salgamos vencedores, que aun corre peligro Rocinante no le trueque por otro.
¡Ármese luego vuestra señoría, si no quiere perderse y que toda esta ínsula se pierda!.
Paréceme que en este pleito no ha de haber largas dilaciones, sino juzgar luego a juicio de buen varón, y así, yo doy por sentencia que el sastre pierda las hechuras, y el labrador el paño, y las caperuzas se lleven a los presos de la cárcel, y no haya más.
Pero si todo cuanto he dicho no basta a moverte de tu mal propósito, bien puedes buscar otro instrumento de tu deshonra y desventura, que yo no pienso serlo, aunque por ello pierda tu amistad, que es la mayor pérdida que imaginar puedo.
La honesta y casta mujer es arminio, y es más que nieve blanca y limpia la virtud de la honestidad, y el que quisiere que no la pierda, antes la guarde y conserve, ha de usar de otro estilo diferente que con el arminio se tiene, porque no le han de poner delante el cieno de los regalos y servicios de los importunos amantes, porque quizá, y aun sin quizá, no tiene tanta virtud y fuerza natural que pueda por sí mesma atropellar y pasar por aquellos embarazos, y es necesario quitárselos y ponerle delante la limpieza de la virtud y la belleza que encierra en sí la buena fama.
Quiso, digo, quitar a las galeras sus pies, poner en alboroto a la Santa Hermandad, que había muchos años que reposaba, quiso, finalmente, hacer un hecho por donde se pierda su alma y no se gane su cuerpo.
Que si a Grisóstomo mató su impaciencia y arrojado deseo, ¿por qué se ha de culpar mi honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de los árboles, ¿por qué ha de querer que la pierda el que quiere que la tenga con los hombres? Yo, como sabéis, tengo riquezas propias y no codicio las ajenas, tengo libre condición y no gusto de sujetarme: ni quiero ni aborrezco a nadie.
Pues si la honestidad es una de las virtudes que al cuerpo y al alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder a la intención de aquel que, por sólo su gusto, con todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda?.

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