Ejemplos con llenos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Además de la espetera y medio bosque de leña y otros objetos propios del lugar, se veían allí una montura completa de caballo, dos escopetas, una carabina, un cuchillo de monte y un morral de caza, un banco de carpintero con todas las herramientas, dos ruedas de carro, a medio hacer, madera labrada para otras tantas, tres sacos llenos de grano, una gata con seis hijuelos recién nacidos, varias pieles de oso, una piedra de afilar, de una vara de diámetro, montada sobre su pilón correspondiente, y ¡qué sé yo cuántas cosas más! En ciertos pueblos se vive en la cocina durante el invierno, y el invierno duraba ocho meses en aquel pueblo.
Un ujier se le acercó con dos vasos llenos en una bandeja.
Tenía doña Luz dos primorosos escritorios antiguos, con cajoncitos y columnitas, llenos de incrustaciones de marfil, ébano y nácar, cómodos sillones y sofás, una chimenea mejor construida que las otras que había en la casa, espejos, cuadros bonitos y un armario lleno de libros lujosamente encuadernados.
Sus ojos, azules como el cielo, no revelan sino ideas y sentimientos llenos de limpia honestidad.
Entonces pude columbrar el interior: gracioso jardín, amplios y frescos corredores, pretiles llenos de macetas con rosales, camelias y azaleas, jaulas y jaulitas, una pajarera llena de canarios que cantaban regocijados.
Muebles: dos estantes de cedro, con alambrera, llenos de libros viejos, infolios monumentales, añosos pergaminos que nadie tocaba, en los cuales ninguno ponía mano, y que estarían hechos polvo.
Entonces miraba yo en el último término del viaje una ciudad populosa, brillante, de todos alabada, para todos alegre y festiva, hasta para el niño que con los ojos llenos de lágrimas y con el corazón hecho pedazos acababa de salir de la casa paterna.
Por la noche, ¡con qué placer saltó al andén de la estación, hendiendo a codazos la muchedumbre que obstruía la salida! Con los zapatos llenos de polvo, llevando en las manos dos ramas de naranjo cargadas de bolas de oro que esparcían fresco perfume, pasó como un hombre satisfecho de la vida ante los revisores y dependientes de Consumos que vigilaban la puerta, y corrió a la calle de Gracia, metiéndose en la escalerilla con un arranque de audacia que a él mismo le causaba asombro.
El uno llega con los bolsillos llenos del oro que ganó en el garito europeo llamado Baden Baden.
El barroquismo sin gracia de nuestras parroquias, los canceles llenos de mugre, las capillas cubiertas de horribles escayolas empolvadas y todo lo demás que constituye la vulgaridad indecorosa de los templos madrileños, no tiene que echar nada en cara a las cursilerías de esta novísima monumentalidad, también armada en yesos deleznables y con derroche de oro y pinturas al temple, pero que al menos despide olor de aseo, y tiene el decoro de los sitios en que anda mucho la santidad de la escoba, del agua y el jabón.
A Fortunata le gustaban mucho las flores, así vivas como cortadas, tenía los balcones llenos de macetas y se pasaba buena parte de la mañana cuidándolas.
Por fin no eran voces humanas las que de sus labios llenos de espuma salían, sino rugidos de fiera sujeta y acorralada.
¡Pero qué infame!volvió a decir Fortunata, mirando a su tía con los ojos llenos de lágrimas.
Él mismo, cuando no ocultaba su calvicie con seis pelos llenos de pomada, cuando no se teñía el bigote, cuande andaba derechito y espigado por la poca pesadumbre de los años, había sido un Tenorio formidable.
Encendido el rostro y con los ojos llenos de fuego, gritó de este modo:.

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