Ejemplos con llenándolos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los vapores del ácido sulfúrico pueden provocar hemorragias en los pulmones, llenándolos de sangre con la consiguientemente asfixia.
Tras la primera explosión, debido a que el conducto de aire acondicionado era muy ligero, la onda expansiva se propagó a más compartimentos, incluyendo el puesto de mando, llenándolos de humo y llamas.
Pero ni derramó lágrimas ni la vida se escapó de su cuerpo ante esta afrenta, como era su deseo Se vió con los dos cubos en las manos llenándolos en el foso, yendo luego a lo largo de la fila de hombres, que abandonaban el fusil para sorber el líquido con una avidez de bestias jadeantes.
Y Diógenes, el cínico Diógenes, que se burlaba de la opinión del mundo entero y hacía gala de revolcarse en los más inmundos lodazales, sintió, ante la repugnancia de aquel ángel, que una gran vergüenza invadía su corazón y subía hasta su frente, tiñéndola de carmín, y asomaba a sus ojos llenándolos de lágrimas Por tres días enteros estuvo sin beber una copa, al cuarto, rindióle el vicio otra vez, mas jamás volvió a besar a la niña.
-Primero lo debieron a la naturaleza -respondió el Cojuelo, y prosiguió diciendo-: Aquel gigante que viene sobre un dromedario, con un ojo, y ese ciego, solamente, en la mitad de la frente, con un árbol en las manos de suma magnitud, lleno de bastones, mitras, laureles, hábitos, capelos, coronas y tiaras, es Polifemo, que después que le cegó Ulises, le ha dado la Fortuna a cargo aquella escarpia de dignidades, para que las reparta a ciegas, y va siempre junto al carro triunfal de la Fortuna, que es aquel que le tiran cincuenta emperadores griegos y romanos, y ella viene cercada de faroles de cristal, con cirios pascuales encendidos dentro de ellos, sobre una rueda llena de arcaduces de plata, que siempre está llenándolos y vaciándolos de viento, y ese otro pie, en el elemento mismo, que está lleno de camaleones que le van dando memoriales, y ella rompiéndolos.
puestos y llenándolos también, y después de concillada, no sólo la atención, pero la.
Después que Perseo había dispuesto así los ánimos, y llenándolos de tamañas esperanzas, cuando le pidieron mil áureos por cada uno de los capitanes, irresoluto y fuera de tino con la demanda de tanto dinero, por codicia desechó y abandonó el socorro que se le ofrecía, como si fuera mayordomo y no enemigo de los Romanos, y como si hubiera de dar una cuenta exacta de los gastos de la guerra a aquellos con quienes combatía, cuando éstos le mostraban lo que había de hacer, con tener, como tenían, sobre todo el demás repuesto, cien mil hombres reunidos y prontos para lo que fuera menester, mas él, teniendo que contrarrestar tales fuerzas y tal guerra, en la que era inmenso lo que había de expenderse, andaba midiendo y escaseando el dinero, temiendo tocarlo como si fuese ajeno, y esto lo hacía, no uno que venía de los Lidios o de los Fenicios, sino uno que remedaba por el linaje la virtud de Alejandro y de Filipo, los cuales, con pensar que los sucesos se habían de comprar con el dinero, y no el dinero con los sucesos, alcanzaron cuanto se propusieron, pues se decía que no era Filipo quien tomaba las ciudades de los Griegos, sino el oro de Filipo, y Alejandro, al emprender la expedición de la India, viendo que los Macedonios arrastraban con trabajo el gran botín que tomaron a los Persas, lo primero que hizo fue poner fuego a sus carros, y después persuadió a los demás que hicieran otro tanto, para marchar ágiles a la guerra, como desembarazados de un estorbo.
Llenándolos con su ojo soberbio, triunfal.
Parecía, cuando se desbordaba el arroyuelo que el agua ya no podía volver a su cauce, y quedaba estancada, inutilizando el espacio anegado, pudriendo el pasto de los cañadones y llenándolos de gérmenes nocivos.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba