Ejemplos con desesperada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡Quiero salvarme! ¡Quiero salvarme!dijo con voz sollozante, agarrándose desesperada a mi brazo, como a tabla de salvación.
Los ojos de la madre imploraban al pequeño con desesperada súplica: Di arzobispo, rey mío.
Sardiola, arrojándose a él, se la arrebató, y tomando desesperada resolución, salió al pasillo gritando: Socorro, socorro, se ha puesto mala la señorita.
Entonces la furia de la impotencia le hacía dar saltos desiguales, convulsiones de epiléptico en que se torcía irritado, espumarajeando, con desesperada proyección al fin, caía domado y exánime, despidiendo sólo a intervalos un escaso chorro, separado por largos espacios, como las llamaradas postrimeras de la luz que se extingue.
La criada me dice que se ha vestido tres o cuatro veces, y ha vuelto a desvestirse, y a despeinarse, y se ha echado sobre la cama, desesperada, lastimándose la cara y llorando.
Se desfiguraba el buen caballero español, de santa ira, la cual, como apenado luego de haberle dado riendas en tierra que al fin no era la suya, venía siempre a parar en que don Manuel tocase en la guitarra que se había traído cuando el viaje, con una ternura que solía humedecer los ojos suyos y los ajenos, unas serenatas de su propia música, que más que de la rondalla aragonesa que le servía como de arranque y , tenía de desesperada canción de amores de un trovador muerto de ellos por la dama de un duro castellano, en un castillo, allá tras de los mares, que el trovador no había de ver jamás.
Y en efecto, tanto como el que más, mucho más que otros revolucionarios de su índole, no tan solo entendió que debía lanzar a su pueblo a una lucha desesperada, sino que comenzó por lanzarse con él, y aun creo que pensó que, inmolándose en holocausto voluntario, debía morir a las puertas mismas de la revolución.
El músico se sentó ante el armónium, y durante largo rato hizo sonar el último lamento del genio, su queja dolorosa al transponer el umbral de la vida, no desesperada y temblona por el miedo a lo desconocido, sino de una melancolía varonil, que se sumerge en la eterna sombra con la confianza de que la nada roerá inútilmente su gloria.
Tísicos colchones, jergones rellenos de escandalosa hoja de maíz, sillas de esparto, sartenes, calderas, platos, cestas, verdes banquillos de cama, todo se amontonaba sobre el carro, sucio, gastado, miserable, oliendo a hambre, a fuga desesperada, como si la desgracia marchase tras de la familia pisándole los talones.
Y al levantar la vista rabiosa y desesperada, como para lanzar en torno una mirada de orgulloso desafío, divisó al frente la imagen de Jesucristo, del Juez único que su soberbia vencida aceptaba, mostrándole su corazón herido, diciéndole en aquel letrero que tenía por debajo: Venite ad me omnes.
La dama volvió a leer la carta y comprendió entonces una sola cosa, pero una cosa para ella inverosímil, que vino a despertar en su ánimo el movimiento de ira, de sorpresa, de rabia desesperada que causa al potro bravío el primer espolazo que desgarra sus ijares, el primer serretazo que le hace detener su voluntariosa carrera, anunciándole que hay alguien que puede, y quiere, y debe sujetarle y humillarle ¡Comprendió que por primera vez en su vida le cerraban una puerta, y que era el que se la cerraba un hombre desconocido, un pobre fraile, un Pedro Fernández! ¡La fuentecilla que corría allí al lado murmurando llegó a los oídos de Currita como el eco de la sarcástica carcajada que había de soltar el mundo al verla vencida por Pedro Fernández!.
Rechinaba sin cesar el torno, bajando o subiendo la plancha, y en la banqueta más alta del elegante chillaba Leopoldina Pastor como una desesperada, gritando que aquellos indecentes caballos iban a despeñarla por la montaña abajo Sentado a su lado, el tío Frasquito, con un finísimo pañuelo prendido en su sombrero de paja para preservar de los ardores del sol la blancura de su cutis, miraba con gesto de susto lo profundo del precipicio y agarrábase a cada vaivén del coche a los hierros del asiento, gritando angustiado:.
Fué este empeño una lucha sorda, desesperada, tenaz, contra las necesidades de la vida y contra su propia debilidad.
La mujer se asustó, adivinando instantáneamente todo el peligro de tan desesperada resolución.
Deseaba volver la salud al Padre, pero conocía que su situación era desesperada, que sólo un milagro podía salvarle, y él no creía en milagros.
Doña Manuela levantábase para pasar una mano por la frente sudorosa del enfermo, cada vez más fría, y volvía a ocupar su asiento, mirando a lo alto con una expresión desesperada.
Nadie comprendía lo que era para aquellas infelices la pérdida de su mísera mercancía, la desesperada vuelta al tugurio paterno, donde aguardaba la madre dispuesta a incautarse del par de reales de ganancia o a administrar una paliza.
La industria de la seda iba arruinándose con la competencia que la hacían los franceses, uno tras otro se cerraban los talleres montados a la antigua que durante un siglo habían sostenido la supremacía industrial de Valencia, y don Manuel, que a pesar de su buen sentido comercial tenía empeño en mantener testarudamente la lucha con el exterior, sufrió grandes pérdidas y murió de un berrinche antes que la ruina viniese a coronar su desesperada resistencia.
Le mataría, sí señor, le mataría, y después, ¡qué escena tan trágica! el teniente a sus pies, atravesado de una estocada, Amparito, desmelenada, sollozante, increpando al cielo, y él erguido como gigantesco fantasma, el ensangrentado acero en la mano, y en el rostro una sonrisa desesperada, infernal, loca, algo que recordase el último acto del.
Parecía una desesperada que encuentra al fin el medio de salvación.
Su madre era una tramposa capaz de todos los enredos y vergüenzas para conservar el falso oropel de su vida, su madre despreciaba las murmuraciones que herían hondamente el honor de la familia, dejaba a las hijas que se arrojasen en el peligro, arrastradas por la desesperada audacia de cazar un novio, y al final se entregaba como una perdida en brazos de un amigo de su esposo, se vendía infamemente cuando estaba próxima a la vejez, manchando todo su pasado, por una necesidad del orgullo.
Si no hubiese conocido a Tónica, podría aceptar tan desesperada resolución, pero siendo amado por ella, era una locura.
Fue a preguntar, pero el señor Cuadros le atajó poniéndose en pie y avanzando con los brazos abiertos, con expresión paternal y desesperada.
Aquellos señores, sin acordarse del motivo que les obligaba a andar por las calles en procesión, hablaban de los negocios, de la fuga de Morte, con gran estallido de fin de mes, y de la desesperada situación de los discípulos del famoso banquero.
Jacinta estaba desesperada, y en los ratos que podía cambiar una palabrita con su suegra, esta poníale una cara muy desconsolada, diciéndole: Mal negocio, hija, mal negocio.
¡Oh sorpresa! La resistencia más tenaz y briosa, la protesta más desesperada, unas manitas de acero que no podía cautivar, un cuerpo nervioso que se sacudía rehuyendo toda presión, y al mismo tiempo varias exclamaciones de profunda y verdadera congoja, dos o tres gritos ahogados que demandaban socorro.
El cura, oyendo lo cual, le dijo que atendiese a la salud del alma antes que a los gustos del cuerpo, y que pidiese muy de veras a Dios perdón de sus pecados y de su desesperada determinación.
Y, a no estar avisada Camila de Lotario de que eran fingidos aquellos amores de Clori, y que él se lo había dicho a Anselmo por poder ocuparse algunos ratos en las mismas alabanzas de Camila, ella, sin duda, cayera en la desesperada red de los celos, mas, por estar ya advertida, pasó aquel sobresalto sin pesadumbre.
Canción desesperada, no te quejes cuando mi triste compañía dejes, antes, pues que la causa do naciste con mi desdicha augmenta su ventura, aun en la sepultura no estés triste.
Vivaldo, que deseaba ver lo que los papeles decían, abrió luego el uno dellos y vio que tenía por título: Canción desesperada.

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