Ejemplos con alegré

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Acerca de este hecho, Páez dejó escrito: Confieso que me alegré de ver lo que tanto desearon ver el rey Ciro, el gran Alejandro y Julio César.
Todos se habían marchado y me alegré de encontrar ese silencio.
Yo no conocía a nadie, y me alegré de relacionarme con alguien que pudiese darme una orientación.
El otro día me alegré de encontrarle: fué una aparición del pasado.
El señor alcalde presente, que lo era entonces también, me dió los más verídicos informes, y desde luego me alegré mucho de no encontrarme sino con buenas gentes, entre quienes, por sus buenas costumbres, no tendría trabajo en realizar mis pensamientos.
Quedó el rabino suspenso en sus declamaciones, yo contenido en mi cólera, y me alegré de no haberle sacudido la enmarañada zalea de sus barbas.
No hay que decir cuánto me alegré de verles saludarse y hacerse graciosas zalemas, celebrando su encuentro.
Pero yo me alegré en el alma de hacer aquellas nueve leguas tan solitaria y cómodamente, corriendo de una ventanilla a otra para admirar soberbios paisajes montañosos, en que se veían confundidos árboles, rocas, malezas, viaductos, prados, cabañas, , desmontes, bosques, arroyos, puentes.
-Y me alegré, sí señor me alegré -dijo el más joven- porque no quiero compromisos, y milord me está comprometiendo.
Efectivamente, el Príncipe no parecía por ninguna parte, de lo cual me alegré.
yo creí que me iba a morir, y me alegré.
-¡Ah!, sí: me alegré mucho de estar allí.
Quedó el rabino suspenso en sus declamaciones, yo contenido en mi cólera, y me alegré de no haberle sacudido la enmarañada zalea de sus barbas.
Por este camino tan cómodo salí del compromiso que tanto me apuraba, y bien sabe Dios cuánto me alegré de ello.
Quedó concertado para de allí a dos días, y mi criada me dio parte de lo hecho, de que yo, algo temerosa, me alegré, aunque por otra parte me pesaba, mas viendo que ya no había remedio, hube de pasar, aguardando el suceso.
Al verte me alegré, porque esperaba adquirir por ti noticias de la persona que amo y sin la cual no puedo vivir.
Me alegré mucho de la discreta precaución del asistente, porque en las circunstancias había que obrar con mucho tino.
yo creí que me iba a morir, y me alegré.
No hay que decir cuánto me alegré de verles saludarse y hacerse graciosas zalemas, celebrando su encuentro.
Entonces me alegré sobremanera, y haciéndome acompañar de cuatro medidores, fui en busca del joven, que, efectivamente, me aguardaba en el Khan.
Cuánto me alegré de este inopinado brote de sucesos graves, no hay para qué decirlo.
Saturno embistió al Ministro y a mi suegro con su salmodia de moscardón, sin darles respiro, de lo que me alegré mucho, porque así pudimos tener Eufrasia y yo algunos apartes, y comunicarnos las respectivas instrucciones y consignas.
La tarde en que te me presentaste, diciéndome que te habías escapado y que en mi compañía querías estar hasta saber el paradero de tu padre, me alegré de veras: tu libertad me afirmaba en el contento de la mía.
-«El santo Papa -dijo Antonia dejándose arrullar- me aseguró ayer tarde, cuando vino vestidito de paisano y con ramo de azucenas, que me descasaría de Sotero para casarme contigo, y yo me alegré tanto que.
Pues me alegré al sentirla, y dije para entre mí: Voy a contárselo al padre Nazarín, a ver si quiere ir, y ve a la niña y la cura.
-¡Vaya! -respondió Petrilla encareciendo mucho las palabras,- ¡y con poca zalamería, que digamos! Pues, mira, me alegré de ello.
De lo cual me alegré sobremanera, porque no es la vida de las mujeres «de mundo» tira tan larga, que no importe, ir cediendo a cada paso jirones de ella.
Me deslicé, pues, en el caramanchón y me alegré de no haber dado la señal, pues en el mismo momento vi a Caderousse que entraba en su casa con un desconocido.

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