Ejemplos con sobrinito

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Después de varios días de observación, no encontrando sus síntomas en ninguna literatura médica, sugirió a la familia que lo encaminase a un padre, para que fuese hecho un ritual de exorcismo, pues desconfiaba que su sobrinito estuviera endemoniado.
La tía Eugenia, Andrés, Rosa, Máxima y un sobrinito que tenían consigo se echaron fuera de casa, dejándola cerrada.
A toda hora pensando en el sobrinito, en el sobrinito mimado.
No, no se vaya yo me iré ¡si yo soy el último mono! ¡si ya sé que quien priva aquí es el sobrinito! Pero algún día le abrirá Dios los ojos Al fin se ha de saber quiénes son los que sirven desinteresadamente, y quiénes los que vienen solamente a pescar una herencia.
Porque si su sobrinito no anduviese haciéndole la rosca, la chica se daría con un canto en los pechos por atrapar a su tío Pero ya se ve, a usted no hay que tocarle el sobrinito, porque en seguida se pone hecho una víbora Pues sépalo usted, que todo el mundo lo dice, que ha sido y es un calavera perdido y que si vino tan malo a este pueblo, no ha sido por enfermedad que Dios le haya dado, sino por los excesos de comer y beber, y de otras cosas.
¡Estarse una matando toda la vidaprosiguió ella, para sacar adelante al dichoso sobrinito, sortearle las enfermedades a fuerza de mimos y cuidados, darle una carrera quitándome yo el pan de la boca, hacer por él lo que no todas las madres hacen por sus hijos para que al fin! ¡Buen pago, bueno! No, no me expliques nada, si estoy perfectamente informada.
Entonces le ocurrió un lance desagradable del cual se acordó y avergonzó toda su vida, y fue que el pillete del sobrinito, confabulado con sus amigotes, logró embriagarle, dándole subrepticiamente un Chinchón capaz de marear a una piedra.
Su hermana la había humillado, su hermana se enfadaba de que quisiera tanto al sobrinito.
Mirábale ella lo mismo que el día infausto en que le robara los botones arrancándolos de la ropa Y al sobrinito se le alborotó la conciencia, haciéndole ver peligros donde no los había.
El sobrinito, cuando creía que las monedas se movían, atarugaba el bolsillo como quien ataca un arma.
La culpa de todo la tenía el deán, que era un trasto y quería la lectoral a todo trance para su sobrinito.
La sorpresa y confusión que a doña Lupe causaba esto no hay para qué decirlas, y no se satisfacía con las explicaciones que su sobrinito daba.
Después vino la crianza y cuidado de su sobrinito, que le dieron esa distracción tan saludable para las desazones del alma.
Vaya que de la noche a la mañana has aprendido unos términos y unos floreos de frases que me tienen pasmada Estás hecho un poeta en toda la extensión de la palabra, yo siempre he tenido a los poetas por unos grandes embusteros tontos de atar Tú no eres ya el sobrinito que yo crié.
De todos lados de la cámara digo del café, vino gente a felicitar al gobernador, y el mozo, a quien Juan Pablo debía el consumo de cinco meses, y algunos picos, se puso más contento que si le hubiera caído la lotería, y hasta el amo del establecimiento fue a dar un apretón de manos a su parroquiano, diciéndole si podía colocar en las oficinas de la provincia a un sobrinito suyo que tenía muy buena letra.
tiene un sobrinito el cual, aunque recién salido de la Universidad, es un portento en la abogacía.
¡Ay, qué hombre! Crea usted que ya nos tiene consumidas su sobrinito, señor don Elías, y es preciso que tome usted una determinación, porque esta casa.
En cuanto supe yo que tenía convulsiones, ¡cosa perdida! Así se nos quedó muerto un sobrinito monísimo, que era mi encanto.
Conservaba mi hermana este apego a la nobleza, aunque no conservaba bienes, y esta es una de las razones porque estaba mi sobrinito destinado a morirse de hambre si no se le hacía meter la cabeza en alguna parte, porque eso de que hubiera aprendido un oficio, ¡oh!, ¿qué hubieran dicho los parientes y la nación entera? Averiguose, pues, que no tenía la niña un origen tan preclaro, ni más dote que su instrucción novelesca y sus duettos, fincas que no bastan para sostener el boato de unas personas de su clase.
Me encargas que envíe a tu sobrinito a las cátedras públicas de Historia y Geografía que supones temerariamente que debe de haber en una corte como ésta, me añades que ya que tiene la fortuna de estar en el primer pueblo de la nación, que aproveche esta feliz circunstancia para ilustrarse.
» ¡Hola! ¿Del sobrinito, eh?.
El sobrinito, ya se ve, ¡si no fuese por la esperanza de la herencia!.
Casi, casi, llamarse José es como no llamarse nada, y tu sobrinito ha de tener otro nombre, que no conocemos, un nombre que le ha puesto Lucila, y que sólo ella sabe.
El juguete era de los más lindos, guardaban las niñas su tesoro en preciosos saquitos de seda, y se divertían contando cada una lo suyo, y haciendo distribuciones y partijos para reunirlo después y guardarlo: tan encariñadas estaban con los chavitos de plata, que no daban uno a sus meninas ni por un ojo de la cara, y al mismo Quintana, que les pidió media docena para obsequiar a su sobrinito, se la negaron.
¡Ay, qué hombre! Crea usted que ya nos tiene consumidas su sobrinito, señor don Elías, y es preciso que tome usted una determinación, porque esta casa.
¿Es para un sobrinito de usted?.
El hecho es que antes, muchos años antes, los yacarés se habían comido a un sobrinito del Surubí, y éste no había querido tener más relaciones con los yacarés.
—¡Eh, Surubí! —gritaron todos los yacarés desde la entrada de la gruta, sin atreverse a entrar por aquel asunto del sobrinito.

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