Ejemplos con necesarios

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Léase el primer párrafo de este cuento en voz alta haciendo los cambios necesarios para decirlo todo en tiempo pasado.
Léase este cuento en voz alta haciendo los cambios necesarios para decirlo todo en tiempo pasado.
Haciendo los cambios necesarios léanse en el tiempo pasado las frases que preceden.
De todas maneras, ya pensaba don Simón pedir, con cierto tino y cuando cayera la pesa, los necesarios informes a persona que pudiera dárselos.
Comuniqué mi proyecto a mi tío, quien lo aprobó y me ayudó a dar los pasos necesarios para arreglar mi aceptación en la citada Orden.
Tenía gustos raros y bravura desmedida, no tanto para lidiar con sus compañeros, aunque no rehuía la lidia en casos necesarios, como para afrontar situaciones difíciles, que requerían algo más que la fiereza de la sangre o la presteza de los puños.
—Á este fín, nuestros padres nos comprarían los necesarios instrumentos de labor y permitirían a los hortelanos y hortelanas mayores de ocho años sacar agua de los pozos con acetres de poco peso y con las debidas precauciones, dando además a un criado orden de regar la tierra de los minúsculos, quienes también podrían arrendarlas a sus hermanos más crecidos.
El motivo de aquella doméstica zaragata fue que a Nicolás Rubín se le ocurrió la idea trágica de convidar a almorzar a su amigo el padre Pintado, y no fue lo peor que se le ocurriera, sino que se apresurase a ejecutarla con aquella frescura clerical que en tan alto grado tenía, metiendo a su camarada por las puertas de la casa sin ocuparse para nada de si en esta había o no los bastimentos necesarios para dos bocas de tal naturaleza.
Allí notó Tomas la autoridad de los comisarios, la comodidad de algunos capitanes, la solicitud de los aposentadores, la industria y cuenta de los pagadores, las quejas de los pueblos, el rescatar de las boletas, las insolencias de los bisoños, las pendencias de los huéspedes, el pedir bagajes mas de los necesarios, y finalmente la necesidad casi precisa de hacer todo aquello que notaba y mal le parecia.
Despues que me partí de Lóndres por escusar el casamiento que no podia hacer con Clisterna, aquella doncella escocesa católica con quien ha dicho Isabela que mis padres me querian casar, llevando en mi compañía a Guillarte, aquel paje que mi madre escribe que llevó a Lóndres las nuevas de mi muerte, atravesando por Francia llegué a Roma, donde se alegró mi alma y se fortaleció mi fe: besé los piés al Sumo Pontífice, confesé mis pecados con el mayor penitenciero, absolvióme dellos, y dióme los recaudos necesarios que diesen fe de mi confesion y penitencia, y de la reduccion que habia hecho a nuestra universal madre la Iglesia.
Aquella noche se hizo el bajel a la vela, y habiendo con próspero viento tocado en Francia, y tomado en ella los recaudos necesarios para poder entrar en España, de allí a treinta dias entró por la barra de Cádiz, donde desembarcaron Isabela y sus padres, y siendo conocidos de todos los de la ciudad, los recebieron con muestras de mucho contento.
No les pareció mal a los dos amigos la relacion del asturianillo, ni les descontentó el oficio, por parecerles que venia como de molde para poder usar el suyo con cubierta y seguridad, por la comodidad que ofrecia de entrar en todas las casas, y luego determinaron de comprar los instrumentos necesarios para usalle, pues lo podian usar sin exámen: y preguntándole al asturiano qué habian de comprar, les respondió que sendos costales pequeños, limpios, o nuevos, y cada uno tres espuertas de palma, dos grandes y una pequeña, en las cuales se repartia la carne, pescado y fruta, en el costal el pan, y él les guió donde lo vendian, y ellos del dinero de la galima del frances lo compraron todo, y dentro de dos horas pudieran estar graduados en el nuevo oficio segun les ensayaban las esportillas, y asentaban los costales, avisóles su adalid de los puestos donde habian de acudir: por las mañanas a la carnicería y a la plaza de San Salvador, los dias de pescado a la Pescadería y a la Costanilla, todas las tardes al rio, los juéves a la feria.
Digo que me contó que cuando el emperador estuvo sobre Túnez, y la tomó con la fuerza de la Goleta, estando un dia en la campaña y en su tienda, le trujeron a presentar una mora por cosa singular en belleza, y que al tiempo que se la presentaron entraban algunos rayos del sol por unas partes de la tienda y daban en los cabellos de la mora, que con los mismos del sol en ser rubios competian: cosa nueva en las moras, que siempre se precian de tenerlos negros, contaba que en aquella ocasion se hallaron en la tienda, entre otros muchos, dos caballeros españoles, el uno era andaluz, y el otro era catalan, ambos muy discretos, y ambos poetas, y habiéndola visto el andaluz, comenzó con admiracion a decir unos versos que ellos llaman coplas, con unas consonancias o consonantes dificultosos, y parando en los cinco versos de la copla, se detuvo sin darle fin ni a la copla ni a la sentencia, por no ofrecérsele tan de improviso los consonantes necesarios para acabarla, mas el otro caballero que estaba a su lado y habia oido los versos, viéndole suspenso, como si le hurtara la media copla de la boca, la prosiguió y acabó con las mismas consonancias, de que el Emperador recibió particular contento, y esto mismo se me vino a la memoria cuando vi entrar a la hermosísima Leonisa por la tienda del bajá, no solamente escureciendo los rayos del sol si la tocaran, sino a todo el cielo con sus luces y estrellas.
Mas, entonces siendo más necesarios los pies, con diligencia y presteza nos pusimos en la barca, que ya los que en ella habían quedado nos esperaban, temerosos de algún mal suceso nuestro.
Desnúdese vuesa merced y vístase a sus solas y a su modo, como y cuando quisiere, que no habrá quien lo impida, pues dentro de su aposento hallará los vasos necesarios al menester del que duerme a puerta cerrada, porque ninguna natural necesidad le obligue a que la abra.

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