Ejemplos con muero

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Felicita perdón no casarme amado, amo muero amo ella.
Me iré mañana pero déjeme ahora desahogar, me muero.
¡me muero por el ! En la Casa de Campo el año pasado.
Yo me muero por saberlo, pero si se entera alguien.
¿No podríamos salir a dar una vuelta por el campo? Me muero por los árboles.
Treinta, no me diga que no, porque me muero de rabia.
el tratamiento y llámeme de usted, y perdóneme además si le digo con franqueza que aligere su cuento porque me muero de curiosidad.
Angelina: ¡la amo a usted! ¡Me muero de amor!.
Además, ¡me muero por ver a mi Linilla! Buena falta me haces aquí.
Yo me muero de ésta, Juanito mío, estas cosas no son para mí.
Vamos a ver grandes cosas, y ¡ay! me dice el corazón que mi tienda, mi pobrecita tienda, naufraga en esta borrasca, y yo me muero.
Si me muero, me llevo a mi hijo conmigodijo la diabla, volviéndole a coger y estrechándole contra sí.
Ninguno, ¿ya para qué? Ándese pronto, que me voy que me muero.
No te querrán tanto como yo, pero sí un poquito menos Me estoy muriendo qué sé yo qué tengo La medicina esa yo la tomaría ¿dónde está? ¡Encarnación! Pero si ha ido abajo Parece que me voy en sangre Hijo mío, Dios me quiere separar de ti, y ello será por tu bien Me muero, la vida se me corre fuera, como el río que va a la mar.
Y si no quería ella venir, ¿qué le costaba mandar una oficiala a preguntar si vivo o si muero? Crea usted que esto me duele, porque yo, a quien me quiere como dos le quiero como catorce.
Yo tengo que decirle a alguien que me muero de pena, que no puedo vivir.
¡Ay! Dios, si me muero, y el pensamiento vive más allá de la muerte, estaré viendo toda la eternidad esta carita graciosa, con su expresión celestial, estos ojos serenos y risueños, esta cabellera oscura con ráfagas blancas que le hacen tanta gracia esta boca, que no habla sin que me duela el alma.
¡Que no fueran los minutos horas! Adiós me muero por ti.
Mire usted que si no me nombra mi canónigo, no me muero, y le estaré atormentando meses y meses.
Mira, chulita, no me muero hasta que no te deje esta idea bien metida en la cabeza.
La prójima fue quien primero habló, diciendo: Nene, me muero por ti.
Pues esto: que o me caso o me muero.
Hace tiempoañadió él, que lo había pensado Lo pensé cuando te conocí, hace un mes Pero me pareció bien no decirte nada hasta no tratarte un poco O me caso contigo o me muero.
—Tanto, respondió el preso, que a poderlo decir no fuera nada: en efecto, señor corregidor, mi causa se concluya: yo maté al que me quiso quitar la honra: yo adoro a esa jitana, moriré contento si muero en su gracia, y sé que no nos ha de faltar la de Dios, pues entrambos habemos guardado honestamente y con puntualidad lo que nos prometimos.
Yo muero, en fin, y, porque nunca espere buen suceso en la muerte ni en la vida, pertinaz estaré en mi fantasía.
Yo sé que muero, y si no soy creído, es más cierto el morir, como es más cierto verme a tus pies, ¡oh bella ingrata!, muerto, antes que de adorarte arrepentido.
Yo moriré, si muero, pero ha de ser vengada y satisfecha del que me ha dado ocasión de venir a este lugar a llorar sus atrevimientos, nacidos tan sin culpa mía.
Pero dése vuesa merced priesa, señora Trifaldi, que es tarde y ya me muero por saber el fin desta tan larga historia.
Si eso es así dijo Sancho, vea el señor doctor de cuantos manjares hay en esta mesa cuál me hará más provecho y cuál menos daño, y déjeme comer dél sin que me le apalee, porque, por vida del gobernador, y así Dios me le deje gozar, que me muero de hambre, y el negarme la comida, aunque le pese al señor doctor y él más me diga, antes será quitarme la vida que aumentármela.
Dulcinea perece, tú vives en descuido, yo muero deseando, y así, desatácate por tu voluntad, que la mía es de darte en esta soledad, por lo menos, dos mil azotes.

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