Ejemplos con melancólicamente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El cantante habla melancólicamente de ella, aunque queda patente que en la actualidad él está con otra mujer que le recuerda a ella, comentando en un verso que la actual mujer tiene el mismo ritmo oscuro en su alma.
Inmediatamente se apoderó del infante, y después de arreglado convenientemente se lo llevó a su padre que arrellanado en una butaca del despacho estaba comiendo melancólicamente unas rajas de jamón en dulce.
Después, quedando pensativo, dijo melancólicamente:.
Quedó un momento pensativo con los ojos melancólicamente puestos en el vacío y luego añadió bajando más la voz:.
Somos débiles, Sandovaldijo melancólicamente.
Las interminables recuas de mulas, al acarrear del interior a los puertos las cargas de salitre, parecían acordarse melancólicamente de los campos donde habían nacido, con árboles, hierbas y arroyos.
Mirando melancólicamente a la urraca y su lustroso plumaje dominicano, por asociación de imágenes se le ocurrió que el Padre Alesón podía sacarle del apuro, y fué a pedirle que le prestase un libro de poesías y algún discurso.
Genoveva miraba a Agapito melancólicamente con el rabillo del ojo, yo me acerqué a él, y dándole un empujón, le dije:.
Supongamos que no lo fuesebalbució él muy quedo, como reo que confiesa su crimen ante el juez, y meneando melancólicamente la cabeza.
Si Lucía y Pilar estuviesen fuertes en Historia, ¡a cuánta meditación convidaba la vista de tanto ebúrneo cuello, ornado de collares de diamantes o de estrechas cintas de terciopelo, y probablemente segado más tarde por la cuchilla, ni más ni menos, que el pescuezo del rey que presidía melancólicamente aquella corte! La cerámica era el primor de la colección.
Luego, en sus últimas líneas, el viejo afirmaba melancólicamente:.
Otras veces recordaba melancólicamente al buen amigo que vagaría por el bulevar esperando su regreso, un joven verdaderamente , aunque pobre, con el que estaba en relaciones hacía algunos años.
¡Ah, pobre galleguito simpático! Y prorrumpieron en vivas a la madre patria , a la vieja España, ensalzándola melancólicamente, como si hablasen de una abuela que se les hubiese muerto hace años.
El millonario movió melancólicamente la cabeza.
Una vida de abundancia y de movimiento que hacía pensar melancólicamente a los dos viejos en sus huertecitas de Olaveaga, tan tranquilas y risueñas, al abrigo de los montes, con la ría enfrente como un espejo en los días de sol.
Todos: estaban todos, hasta el pobre perro, que aullaba melancólicamente mirando la barraca incendiada.
Enrique, en quien de continuo y tierna y melancólicamente pensaba, cuando entró Juana, la doncella, y dijo:.
Rosa, que había sonreído melancólicamente hasta entonces, recobró su carácter bullicioso.
Un domingo, por exigencias de los arrendatarios, tuvo que ir a su huerto de Alcira, y pasó el día como un desterrado, mirando melancólicamente hacia Valencia y sintiendo un inocente enfurruñamiento contra el sol porque marchaba despacio, retrasando la hora del regreso.
El viejo hablaba melancólicamente, como si viese ya la ruina del brazo con la muerte rondando en torno de él.
Era un que parecía escapado de una caja de juguetes, un edificio construido por contrata, tan bonito como frágil, con sus tejados rojos y escalinatas con jarrones de yeso, situado en el centro de un jardincillo excavado en las rocas, con dos docenas de árboles tísicos que gemían melancólicamente, martirizadas sus raíces por la capa de dura piedra que encontraban a pocos palmos del suelo.
¡Con un pillo así era imposible estar seria mucho tiempo! Se necesitaba tener corazón de piedra para no conmoverse cuando, cogiendo la guitarra y poniendo los ojos en blanco, se arrancaba por el , entonando después melancólicamente el ¡! que hacía llorar a todas las muchachas de la época, o aquello otro punteado y expresivo que comenzaba:.
Solía esparcir melancólicamente sus miradas por la calle, entre el gentío, sin fijarse en nadie, cual si buscaran a alguien que no quería dejarse ver.
—¡Á Éste le pediria que resucitase dentro de mi corazon, si tal milagro fuese posible!—contestó Manuel melancólicamente.
El boticario suspiró melancólicamente, y murmuró, como hablando consigo mismo:.
Trinidad cuando se lo llevó a su casa, ni se le oyó más el metal de la voz en el trascurso de los tres primeros años que vivió en su santa compañía, y ya pensaban todos que se habia quedado mudo para siempre, cuando un dia que se hallaba como de costumbre en la iglesia de que era cura su protector, observó el sacristan que, encarándose con una linda efigie del Niño de la Bola que allí se veneraba, le decia melancólicamente:.
-¡Qué día! -exclamó melancólicamente Fernández, disimulando el legítimo orgullo que el recuerdo de sus proezas le causara-.
Este encierro perpetuo hubiera agriado y pervertido tal vez otro carácter menos dulce y bondadoso que el de Clara, la cual llegó a creer que aquella vida era cosa muy natural, y que no debía aspirar a otra cosa, así es que vivía tranquila, melancólicamente feliz, y a veces alegre.
-¡Cállate, Rosa! -dijo melancólicamente la madre.
-¡No busquen ustedes la causa de las causas! -expuso melancólicamente el doctor Sánchez-.

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