Ejemplos con gocé

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Gocé al fin de un sueño apacible, y al caer de la tarde, me puse en planta, me vestí y arreglé para bajar al comedor.
Si un día sabe usted lo que he hecho, recuerde usted el nombre que siempre desde la primera vez que gocé de sus caricias quiso darme: recuerde usted que me ha llamado hija suya y como a tal me ha amado: para su hija siempre será usted indulgente.
Finalmente yo la gocé contra su voluntad y a pura fuerza mia: ella cansada, rendida y turbada, o no pudo o no quiso hablarme palabra, y yo dejándola como atontada y suspensa, me volví a salir por los mismos pasos donde habia entrado, y me vine a la aldea de otro amigo mio, que estaba dos leguas de la suya.
—Pararon, dijo Leocadia, en ponerme de la manera que veis, porque no le gocé, ni me gozó, ni vino al concierto señalado.
Seis dias gocé del pan de la boda, espaciándome en casa como el yerno ruin en la del suegro rico: pisé ricas alfombras, ajé sábanas de Holanda, alumbréme con candeleros de plata, almorzaba en la cama, levantábame a las once, comia a las doce, y a las dos sesteaba en el estrado, bailábanme Doña Estefanía y la moza el agua delante, mi mozo, que hasta allí le habia conocido perezoso y lerdo, se habia vuelto un corzo, el rato que Doña Estefanía faltaba de mi lado, la habian de hallar en la cocina toda solícita en ordenar guisados que me despertasen el gusto y me avivasen el apetito, mis camisas, cuellos y pañuelos eran un nuevo Aranjuez de flores, segun olian, bañados en la agua de ángeles y de azahar, que sobre ellos se derramaba.
Yo, por mi parte, jamás gocé de semejante espectáculo sin que mis pensamientos se vigorizasen, y sin que recibiese nuevos deleites mi fantasía.
DAFNIS Yo gocé de otra Elena el dulce beso.
Comí, gocé de la fiesta, pero ni el delicado yantar ni la alegre conversación consiguieron el olvido de la lejana escena que mis anteojos me habían revelado.
¿De qué brillante fama no gocé en mis días de gloria?.
Gocé y me divertí cuanto pude, y mis calaveradas extravagantes dejaron memoria en aquel rincón del París ático y bullicioso.
Gocé al fin de un sueño apacible, y al caer de la tarde, me puse en planta, me vestí y arreglé para bajar al comedor.
Yo gocé el privilegio de encontrarla en vía dolorosa,.
-Sí, sí, -añadió-, en esta misma torre yo gocé de su belleza, y aquella esposa que para ti.
Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía.
y hasta que llegó el día solemne no gocé de descanso ni de tranquilidad.

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