Ejemplos con funebridad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Para qué sirve un santo? Para nada de Dios. Porque en otros tiempos paíce que hacían milagros, y con el milagro daban de comer, convirtiendo las piedras en peces, o resucitaban los cadáveres difuntos, y sacaban los demonios humanos del cuerpo. Pero ahora, en estos tiempos de tanta sabiduría, con eso del teleforo o teléforo, y los ferros-carriles y tanto infundio de cosas que van y vienen por el mundo, ¿para qué sirve un santo más que para divertir a los chiquillos de las calles?... Este cuitado que ustedes han visto tiene el corazón de paloma, la conciencia limpia y blanca como la nieve, la boca de ángel, pues jamás se le oyó expresión fea, y todo él está como cuando nació, quiere decirse que le enterrarán con palma..., eso ténganlo por cierto... Por más que le escarben no encontrarán en él ningún pecado mayor ni menor, como no sea el pecado de dar todo lo que tiene... Yo le trato como a una criatura, y le riño todo lo que me da la gana. ¿Enfadarse él ? Nunca. Si ustedes le dan un palo, es un suponer, lo agradece... Es así... Y si ustedes le dicen perro judío, se sonríe como si le echaran flores... Y mis noticias son que el cleriguicio de San Cayetano le trae entre ojos, por ser así, tan dejado, y no le dan misas sino cuando las hay de sobra... De forma y manera que lo que él gane con el sacerdocio me lo claven a mí en la frente. Yo, como tengo este genio, le digo: Padrito Nazarín, métase en otro oficio, aunque sea para traer y llevar muertos en la funebridad... , y él se ríe... También le digo que para maestro de escuela está cortado, por aquello de la paciencia y el no comer..., y él se ríe... Porque, eso sí..., hombre de mejor boca no se hallaría ni buscándolo con un candil. Lo mismo le come a usted un pedazo de pan tierno que media cuarterón de bofes. Si le da usted cordilla, se la come, y a un troncho de berza no le hace ascos. ¡Ay, si en vez de santo fuera hombre, la mujer que tuviera que mantenerle ya podría dar gracias a Dios..!

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba