Ejemplos con afablemente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Vamos a ver qué tiene que objetar el bueno de don Jeromoañadió don Simón afablemente.
A Dios sean dadascontestó el jesuita afablemente.
Saludaba afablemente a los oficiales, sintiendo no poseer su idioma para entablar con ellos amistosas conversaciones.
Pero está, está y nos mirarespondía el jesuita acariciándole afablemente las manos heladas.
Si Velázquez hubiera pretendido fijar su residencia en Italia, es verosímil que Ribera, dado el genio levantisco y el carácter dominador que le atribuyen sus biógrafos, no le mirase con buenos ojos: mas como había de saber que estaba de paso, no es absurda la suposición hecha por varios críticos de que trataría afablemente al sevillano.
En cambio él la contempló a su gusto, mas de pronto se oyó la voz de don Luis que llamaba a su hija, y al soltar ésta el periódico, por muy presto que quiso Pepe apartar los ojos, le sorprendió Paz por vez segunda en flagrante delito de admiración, a pesar de lo cual, al verle marchar poco después, no mostró enfado en gesto ni en palabras, despidiéndose de él afablemente.
—respondió el jóven afablemente.
Parecióles aquel punto muy a propósito para establecerse, y, sentándose bajo un árbol a descansar de su largo reconocimiento, proyectaban ya bajar a al siguiente día a tratar de la adquisición de aquel terreno, cuando apareció por allí un hombre, que se les acercó afablemente y trabó conversación con ellos como si los conociera de toda la vida.
Tratábale su tío afablemente, por respeto o adulación al Prelado, hacían lo mismo cuantos le rodeaban, y merced a su protección entraba Lázaro en la carrera a que le habían destinado, escudado contra las privaciones, con el porvenir preñado de fortunas, y el alma llena de presentimientos.
Recibiome la de Rumblar con cierta cortesanía ceremoniosa y un tanto finchada, pero afablemente y mostrándome benevolencia de alto a bajo, es decir, entre generosa y compasiva.
afablemente y corrió a buscar a su esposa, la sagaz Zobeida.
-Vamos a ver qué tiene que objetar el bueno de don Jeromo, -añadió don Simón afablemente.
-Pues ya sabe usted que no está en casa -interrumpió afablemente Irene,- pero no la apure esa dificultad si le corre prisa esa pequeñez de dinero.
-Pues no te quejes de ello -le dijo entonces afablemente su mujer:- peor fuera haberte ido a la sepultura con las cataratas.
Asimismo, como sabía dejarles el paso, saludándolas afablemente, las abejas le habían criado cariño, y de cuando en cuando se dignaban algunas de ellas conversar un rato con ella.
Reprendiólos después con blandura, y saludándolos afablemente licenció a los inútiles, remunerándolos con largueza, y escribiendo a Antípatro que en todos los juegos y en todos los teatros se sentaran coronados en lugar preferente.
Puso Demetrio guarnición en las ciudades, exigió crecidas contribuciones, y dejándoles por procurador y presidente a Jerónimo el Historiador, pareció haber andado demasiado benigno, especialmente en cuanto a Pisis, pues, habiéndose apoderado de su persona, no le hizo ningún mal, sino que le saludó y trató afablemente y le nombró comandante de la armada de Tespias.
Habiéndole hecho fuerza estas reflexiones, se fue a ver a Bruto por primera vez después de la diferencia que hemos referido, y habiéndose reconciliado y saludado afablemente, le preguntó si para el día primero de marzo tenía resuelto concurrir al Senado, porque había llegado a entender que los amigos de César se disponían a hacer proposición entonces acerca del reinado de éste.
Y Zumurrud, que lo observaba muy conmovida, dijo para sí: ¡Quiero empezar por dejarlo saciar el hambre antes de llamarle! Y cuando vio que había acabado de comer y que había pronunciado la fórmula ¡Gracias a Alah!, dijo a los guardias: Id a buscar afablemente a ese joven que está sentado delante de la fuente de arroz con leche, y rogadle con muy buenos modales que venga a hablar conmigo, diciéndole: ¡El rey te llama para hacerte una pregunta y una respuesta, nada más!.
Recibionos afablemente, y a Gracián con mayor cariño y confianza.
Después Grano-de-Belleza se despidió afablemente y corrió a buscar a su esposa, la sagaz Zobeida.
Cuando Sett Zahia vió aquella persona velada que habíase sentado en la sala se acercó a ella afablemente v le preguntó: ¿Quién eres, ¡oh extranjera! a quien no conozco? ¿Por qué llevas echado el velo en el harem, donde nadie puede verte? Pero Feliz-Bello, que se había apresurado a ponerse en pie, no se atrevió a pronunciar palabra y tomó la determinación de fingirse mudo.
Después de lo cual la joven efrita se volvió hacia Kaschkasch, y le dijo afablemente: ¡Kaschkasch, te doy mil gracias por tu consejo! ¡Y te nombro jefe de mis emisarios, y de mi cuenta corre que mi padre Domriatt apruebe mi decisión!.
Después cogió temblando la mano del joven y la conservó entre las suyas, y le habló afablemente para despertarle, diciendo: ¡Gentil amigo! ¡Oh luz de mis ojos! ¡Oh alma mía! ¡Levántate, levántate! ¡Ven a besarme, querido mío, ven, ven! ¡Por mi vida sobre ti! ¡Despierta!”.
Alargó, pues, la mano al sacerdote, sonriéndole afablemente, y le dijo:.
Entonces el rey Zahr-Schah le mandó acercarse al trono, y le hizo sentar a su lado, y le sonrió cariñoso, y conversó con él afablemente durante un buen rato, demostrándole su amistad v su simpatía.
En vano la Marquesa, Paco, Visitación y Ripamilán acudieron presurosos al tener noticia del mal, a todos los recibió afablemente, sonrió a todos, pero contaba los minutos que faltaban para las diez de la noche.
Debes hacer con las mujeres lo que me ves hacer a mí con los hombres: a todos trato afablemente y me toco el sombrero hasta cuando me saluda un negro: no sabes lo que halagan estas cosas a los pobres: de esta manera uno cobra para siempre su consideración y simpatías.
-Yo tendré siempre -le respondió Bermúdez afablemente-, el mayor gusto en servirle en cuanto pueda, señor don Adrián: no lo dude usted un momento.
Su visita fue breve, y nos despedimos muy afablemente, quedando yo muy complacido de aquel hallazgo en Tablanca, más por lo que se leía en la cara y en el aire del mediquillo, que por las ponderaciones que de sus prendas hizo mi tío al presentármelo.

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