Ejemplos con vascongado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Paralelamente ESB recibió ofertas para integrarse en la coalición electoral Euskadiko Ezkerra, pero renunció a esta posibilidad al rechazar el posibilismo de EE y su apoyo al Estatuto de Guernica, calificado desde ESB despectivamente como Estatuto Vascongado al no incluir a Navarra en su seno.
De estilo gótico tardío, presenta genuinos caracteres particulares del gótico vascongado.
El euskera, eusquera, vascuence, vasco, éuscaro, vascongado o lengua vasca ha sido y es hablada fuera de la zona denominada Euskal Herria debido a movimientos poblacionales y al hecho de que este termino no tiene unas fronteras oficialmente delimitadas.
El capitán era australiano, el piloto, vascongado.
Era este tipo vascongado, esbelto, que tiene algo de pájaro.
A un marinero, y a un marinero vascongado, no se le convence nunca de nada.
Venía en el barco un indiano vascongado que embarcó en Buenos Aires en mi barco.
El capitán deseaba buscar aparejos para su barco, le habían dicho que allí, en Burdeos, se hacían los mejores y más baratos, y que la gente de Bayona y de la costa vasco-francesa se entendía para esto con un comerciante vascongado.
Soy tan vascongado como cualquiera, pero siento que a mis paisanos les pase lo que a los irlandeses, que son muy religiosos, pero les gusta demasiado el vino.
Hablaba con un acento entre vascongado y andaluz, intercalando palabras filipinas, tipo de marino a la antigua, conocía muy bien su derrota, pero en lo demás estaba poco enterado.
De las más entretenidas era la historia de Domingo de Aguirre, llamado el Vascongado, que formó parte en la expedición de Gonzalo Jiménez de Quesada, cuando la conquista de América.
Por tierra y por mar profundo Con imán y derrotero, Un vascongado el primero Dió la vuelta a todo el mundo.
El pueblo vascongado es un pueblo honrado, y los que le denigran son indignos de pertenecer a él.
Parece que el padre quiso que el chico fuese español, y trajo a su mujer a dar a luz a Ondarroa, de donde es él le hicieron hablar castellano siempre y vascongado con su ama de cría me lo ha contado Paco Mijares, que como es pariente suyo, sabe todo eso.
Era vascongado, emigrado carlista, hombre de grande energía, de muchos ánimos: internáronle en Francia, viose pobre y solo, trabajó como se había batido como un león, hasta llegar a poder establecer una vasta agencia de comercio, enriquecerse, adquirir en París casa propia, y casarse con mi madre, que es de una familia distinguida de Bretaña, legitimista también.
Convenía organizar un alarde de fuerzas, reunir todo el país vascongado amante de las tradiciones y que subiera entre banderas y cánticos al monte Artagán, como protesta contra las gentes de las minas y las fábricas, que se entregaban al monstruoso socialismo, y contra los de la villa y sus hijos que ya se consideraban de la tierra, gentes que hablaban de República y de anticlericalismo y llamaban en sus mitins y a la milagrosa imagen de la patrona de Vizcaya.
yo digo que entre un vascongado que se deja matar por don Carlos y por la Virgen, su Generalísima, y un andaluz de los que por la Libertad se metieron con Torrijos en la trampa de González Moreno, hay más diferencia que entre el malagueño y el berberisco que ahora van a pelearse por una brizna de honor.
Su familia de hidalgos vivía estrechamente de las flacas rentas de algunas caserías: nobleza agrícola que hacía remontar sus blasones a los tiempos casi fabulosos de Vizcaya, a el Cid vascongado, y que, aturdida por la escandalosa fortuna del hijo del gabarrero, había accedido a emparentar con él.
Y pensaba con tristeza en los miles de hombres muertos en aquellos montes y en otros de más allá, en todos los que dormían eternamente en las entrañas de la tierra vasca, por un pleito de familia, por una simple cuestión de personas, hábilmente explotada en nombre del sentimiento religioso y de la repulsión que siente el vascongado por toda autoridad que le exija obediencia desde el otro lado del Ebro.
Cantaban a gritos, excitados por la proximidad del mar, el de Iparraguirre y el coro del bardo vascongado sonaba de tal modo en el alma de la joven, que casi la hacía llorar.
Atrás -dijo uno de ellos revelando en la pureza del habla que no era vascongado.
-Además -recuerdo que añadió-, conservamos en la Montaña el baile guerrero de hombres solos, semejante al zorcico vascongado y a la «danza prima» de Asturias, hijos todos de los bailes celtas y celtibéricos con que en las noches de luna llena se celebraba a un solo Dios vagamente conocido.
Llega la fiesta parroquial del valle, y de esta consoladora trinidad surgen las alegrías más puras del pueblo vascongado, que las busca en el templo cuando el sol empieza a dorar sus montañas, en el hogar cuando el sol llega al cenit y en la arboleda cuando el sol se acerca al ocaso.
Así, pasaré como sobre ascuas por el volcánico suelo americano, para volver cuanto antes al fresco y tranquilo y feliz suelo vascongado.
¡Ah! ¡Tú no puedes comprender como yo lo que pasa en el corazón de un vascongado, cuando aunque no sea mas que a sesenta leguas de sus montañas, llega a su oído el sonido de un tamboril, o se ofrece a su vista el traje usual de su aldea, u oye la rica y venerable lengua de los escaldunas!.
-¡Jesús! ¡Jesús, qué gentes tan brutas! -murmuró Pedro alejándose del vaquero- Al menos, en las Encartaciones hasta los más rústicos tienen algunas nociones de la historia local, siquiera confundan las épocas y allí donde hay una fortaleza fundada mantenedores de los bandos oñacino y gamboino, vean una fortaleza fundada por los moros, aunque estos señores no pisaran el suelo vascongado.
Verdaderamente correspondía a aquella casería la denominación de Casa Hermosa, que no es otra la significación de su nombre vascongado.
En una de las esquinas estaba incrustado uno de los cuadrantes o meridianos, tan comunes en el país vascongado, y muy particularmente en las Encartaciones.
Cabia, que en el idioma vascongado significa nido, es propiamente un nido formado de ramas y flores, que cobija diez o doce casas, blancas como la nieve, y una modesta iglesia del mismo color, dedicada al santo de mi nombre.
La alegría, que rara vez abandonaba el corazón de los vecinos de Cabia, se manifestaba entonces en toda su plenitud: era que dos días antes había llovido abundantemente, y veía crecer la borona, que con tanta prodigalidad recompensa las fatigas del labrador cuando recibe a tiempo el agua, bendición que Dios niega rara vez al creyente y laborioso labrador vascongado.

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