Ejemplos con tuviste

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esto conduce al trabajo fundamental en la terapia: el duelo de aquellos padres que jamás tuviste.
¡Sálvalo, Señora! ¡Señora, tú estuviste casada y tuviste un hijo.
Ayer tuviste que tomar la mitad de tu género al fiado.
Mucho vale, hijo mío, el aprendizaje de cosas y personas que allá tuviste, mucho vale el dato de Vasconia, documento vivido por ti, para que lo agregues a los estudios que han de darte el total conocimiento de la vida hispana.
¿De qué te ha servido tanto leer periódicos y libros? ¿Para qué ese deseo de arreglar lo que está bien, o si está mal no tiene arreglo posible? De seguir tranquilamente tu camino, serías beneficiado de la catedral, y ¡quién sabe si te sentarías en el coro, entre los canónigos, para honra y amparo de la familia! Siempre tuviste mala cabeza, por lo mismo que eres el más listo de entre nosotros.
Troné contigo cuando siendo viuda tuviste aquello con el doctor Pajares.
Me contaste que viniendo no sé por dónde te salió un borracho, y tuviste que andar a trompazos con él.
¿Tú crees conservar sobre ella el ascendiente que tuviste hace algún tiempo y que conservaste aun después de haber mudado tan bruscamente de fortuna?.
Es eso tan verdad, que me acuerdo haber oido decir a un amo que tuve, de bonísimo ingenio, que al famoso griego, llamado Ulíses, le dieron renombre de prudente, por solo haber andado muchas tierras, y comunicado con diversas gentes y varias naciones, y así alabo la intencion que tuviste de irte donde te llevasen.
Y tú, sol, que ya debes de estar apriesa ensillando tus caballos, por madrugar y salir a ver a mi señora, así como la veas, suplícote que de mi parte la saludes, pero guárdate que al verla y saludarla no le des paz en el rostro, que tendré más celos de ti que tú los tuviste de aquella ligera ingrata que tanto te hizo sudar y correr por los llanos de Tesalia, o por las riberas de Peneo, que no me acuerdo bien por dónde corriste entonces celoso y enamorado.
-¡Por tal la tuviste, miserable! Tu corazón cobarde, que temblaba ante la muerte, saltó de alegría cuando supiste que estabas condenado a perpetua afrenta, porque dijiste, como todos los presidiarios: El presidio tiene puertas, pero la tumba no.
La nueva línea de fronteras de la provincia de Córdoba no está ya donde tú la dejaste cuando pasaste para San Luis, en donde tuviste la fortuna de conocer aquel tipo que te decía un día en el Morro: -¡Yo no deseo, señor don Santiago, visitar la Europa por conocer el Cristal Palais ni el Buckingham Palace, ni las Tullerías, ni el London Tunnel, sino por ver ese Septentrión, ¡ese Septentrión!.
tuviste compasión de aquel pobre poeta, y le miraste con tu mi-.
¡compasión no tuviste, y despiadada.
–¿Sería por eso que hubo una temporada, a los dos o tres años de haberte casado, que anduviste tan malo, tan preocupado, neurasténico?, ¿cuando tuviste que ir solo a aquel sanatorio?.
Veo la relación que me haces de la vida del huésped que tuviste, por la casualidad, tan común en España, de romperse un coche de camino.
»Tuviste por madre a la Buena Disposición, aquella que da su lugar a cada cosa, aquella que todo lo concierta.
- ¿Y dices tú -añadió después de sonarse otra vez,- que no tuviste conocimiento de ella hasta?.
Pues tómese en cuenta, ¡cascabeles! que si yo desollé la cabra, tú me la tuviste.
-Pero si es que manque fuera asín, manque fuera verdá que el Ecijano la había mirao, ¿a ti qué te importa que la mire jasta que se le sequen los lagrimales? ¿Qué te importa a ti que él la mire, si tu Rosalía, desde que tú tuviste que dirte al monte, no vive más que pensando en si se pondrá u no se pondrá bueno Joseíto el Retamales?.
no se niegue el buen gusto que tuviste,.
Caíste en la miseria y tuviste hambre, pasaste la mitad de tu vida codiciando lo que hubieras podido adquirir, y ya pensabas en el crimen, dándote a ti mismo la disculpa de la necesidad, cuando Dios obró un milagro, cuando Dios te envió por mi mano, cuando más miserable estabas, una fortuna inmensa para ti, que nada habías poseído.
Y el pobre joyero exclamó: ¡Oh, Abalhassan Ben-Taher, prudente varón! ¡Qué buena idea tuviste al retirarte tranquilamente a Bassra! ¡Pero lo que está escrito ha de ocurrir! Y Amín volvió a emprender tristemente el camino de su casa, en medio del gentío que había averiguado toda la historia, y se compadecía de él al verle pasar.
::¡Ante mi vista y ante los latidos de mi corazón, tuviste sueños extraños a mi amor, cuando mi corazón y mis ojos se derretían de deseo por ti!.
Si tuviste amor a tu tierno padre.
-¡Porque tuviste miedo a la justicia, y a mí también, cobarde! -se dijo Frígilis.
Alí-Nur dijo: ¡Oh padre! ¿tendrás valor para sacrificarme de esta suerte? Entonces el visir, sintiendo que los ojos se le arrasaban en lágrimas, dijo: ¡Oh desventurado! ¿no tuviste tú valor para arrebatarme la tranquilidad y acaso la vida? Y Alí-Nur respondió: Oye ¡oh padre mío! lo que dice el poeta:.
Y recitados los versos, dijo el corredor al visir: ¡Oh noble ElFaldl! te anuncio que ha aparecido la esclava que tuviste la bondad de encargarme que buscara, y está a tu disposición.
Y el barbero, al oírme, se echó a reír, meneando la cabeza, y exclamó: ¡No hay más Dios que Alah, y Mahoma es el enviado de Alah! ¡Bendito sea el nombre de Aquel que se transforma y no se transforma! Ahora bien, ¡oh, joven! yo te creía dotado de razón, pero estoy viendo que la enfermedad que tuviste te ha perturbado por completo el juicio y te hace divagar.
Los sabios consejos de mi confesor, a quien dominando el rubor que encendía y quemaba mi rostro, mostré la herida, me prestaron aliento y brío para desbaratar las cadenas en que me tuviste aprisionada, para apartarte de mí y para tomar luego la determinación que he tomado.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba