Ejemplos con tuvo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Cuánto tiempo tuvo que esperar la estampilla?.
Al otro día no tuvo valor para hojear los periódicos de oposición, pero una fuerza irresistible le hizo fijarse en.
Pero cuando, al retirarlas, las vió manchadas de sangre, su espanto no tuvo límites, y sus alaridos pudieron oírse desde media legua.
Todo lo cual valió al pobre sacerdote una tempestad de murmullos, entre los cuales tuvo que sentarse, abandonando en seguida el salón, por no autorizar con su presencia la discusión de un punto para él indiscutible.
Pero no era cosa de prescindir totalmente del que había usado hasta entonces, por más de una razón que tuvo presente.
Entregóselo todo a don Simón, que, a regañadientes, tuvo que escribir lo que sigue, dictado muy recio por don Celso, no tanto para que lo oyera bien Cuarterola, cuanto para llenar una exigencia del candidato, que de este modo creía echar menor responsabilidad sobre su conciencia:.
Por casualidad tropezó con la cocina al cabo de un buen rato, y allí encontró a sus amigos calentándose a la lumbre y almorzando sopas en leche, acompañados de don Recaredo, cuyo sitial de preferencia tuvo que aceptar.
Al salir de la corralada tuvo don Simón la curiosidad de fijar la vista en la fachada del caserón.
Todo esto y mucho más se le ocurrió a don Simón en un solo instante, y de tal modo influyó en su ánimo, que sólo le tuvo para decir al Ministro, con mucho miedo de parecer demasiado exigente:.
Y no fué poca su suerte en ignorarlo, pues la sospecha de ello solamente le tuvo tres días en la cama, a caldo colado.
Don Simón consiguió muy fácilmente ser, no de los primeros, sino el primero entre los primeros suscriptores, porque el empréstito tuvo pocos golosos.
Para colmo de complicaciones, había empezado en el Congreso la discusión de los presupuestos, ¡cosa rara!, y el Gobierno, que había prometido dejar la cuestión libre a sus diputados, como las oposiciones le cercenaban los ingresos y el empréstito no se cubría, no tuvo más remedio que hacer la aprobación de ciertos capítulos.
No cabiéndole el susto en el corazón ni hallando sus pulmones aire bastante en el recinto de su despacho, salió en busca de su familia para desahogar con ella una parte siquiera de la angustia que le asfixiaba, pero no tuvo necesidad de recorrer mucho camino, porque a la mitad de él se tropezó con doña Juana, que venía buscándole, pálida, con la boca abierta, las manos sobre el cogote y los ojos extraviados.
A su llegada tuvo visitas sin cuento, felicitaciones sin número, y hasta serenatas, pero todo ello le supo a rejalgar, porque la quiebra que le había cogido los cuarenta mil del pico, había hecho vacilar a otras casas, con las cuales tenía también la suya no pocas relaciones, resultando de semejante complicación que se vió muy mal para llenar sus compromisos a fin de mes.
En fin, que fatalmente se tuvo que morir de hambre.
La duquesa me encerró en un cuarto oscuro, y allí me tuvo la semana que faltaba para volver al Seminario.
Una de sus últimas enseñanzas consistió en un a manera de apólogo, muy breve, que confió a Escobar, el Aligator, y que éste tuvo la suerte de poder traducir en lengua vulgar.
Al día siguiente la barraca tuvo entornada su puerta toda la mañana.
Otra vez tuvo que aislarse en la barraca con su familia, vivir en perpetuo vacío, como un apestado, como una fiera enjaulada a la que todos enseñaban el puño desde lejos.
Había perdido su serenidad de ebrio inquebrantable, y al levantarse, tambaleando, tuvo que hacer un esfuerzo para sostenerse sobre sus piernas.
Hasta Batiste tuvo que beber, apremiado por los del corro.
Hasta el odioso , que permanecía invisible, tuvo que trabajar en tales preparativos.
Aún tuvo que beber una segunda copa, obsequio del gitano, y al fin, cortando en seco su raudal de ofrecimientos y zalamerías, cogió el ronzal de su nuevo caballo, y con ayuda del ágil , montó en el desnudo lomo, saliendo a paso corto del ruidoso mercado.
Mas no tuvo que echar de nuevo los bofes, pues Batiste se alejó fingiendo haber desistido de tal compra.
Pero cerca ya de la barraca, cuando iban a separarse, Tonet tuvo un arranque de tímido.
Se le murieron los rocines y tuvo que entramparse para comprar otros.
Pero su curiosidad tuvo un final inesperado.
Pero a pesar de su regocijo, tuvo prisa en retirarse.
Era la historia de unos campos forzosamente yermos, que vi muchas veces, siendo niño, en los alrededores de Valencia, por la parte del Cementerio: campos utilizados hace años como solares por la expansión urbana, el relato de una lucha entre labriegos y propietarios, que tuvo por origen un suceso trágico y abundó luego en conflictos y violencias.
Rosario hizo ligero movimiento de miedo, tuvo como el temblor de sorpresa que anuncia el peligro.

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