Ejemplos con te

El invierno, tú te acuerdas bien, lo pasó silencioso, con la cabeza escondida en el plumón.

# #Que te caes,# this is said as a kind of warning to one of the gypsies and may be freely translated,.

In all of these sketches Platero’s master addresses him as he would a child, with affectionate concern and sincere sympathy,#¿qué te pasa?#.

¡Platero amigo!le dije yo a la tierra,si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás quizá olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí?.

¡Adentro, Platero, adentro! ¡Voy a cerrar la cancela, que te van a llevar!.

Te he dicho, Platero, que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No, el alma de Moguer es el pan.

Ya te he dicho, mujer, que todo lo llevo con resignación, todo, menos que me llames babayo.

Si te escuchase, jamás haría otra cosa que dejarme arrastrar en el curso ocioso de la deleitación discursiva.

Dime, en resolución, cómo he de describir la Rúa Ruera, y que te plazca la descripción.

Recuerda si en alguna ocasión te aconteció ser testigo presencial de cómo ese mismo objeto, la Rúa Ruera, suscitó duplicidad de imágenes e impresiones en dos observadores de genio contradictorio, y tú ahora amalgama aquellas imágenes e impresiones.

En cuanto a la belleza de los griegos, te respondo que a la nariz, en mármol de Paros, de una estatua, prefiero la nariz respingadilla y de aletas palpitantes de esa chatunga que sube por la calle.

Y en cuanto a la belleza lógica del mundo, te respondo que me atraen más las obras del hombre que las de la Naturaleza.

Ya te he dicho que el mundo es hermoso, es pulcro, porque es lógico, eso quiere decir la voz mundo, , si no me equivoco.

La jirafa, ese animal que te agrada, por absurdo, no es nada absurdo, tiene el cuello largo, para poder alcanzar los dátiles de las altas palmeras.

¿Te inclinas al dicho vulgar? Sea.

Tendré que explicarme con palabras vulgares, para que te penetres.

Quedamos en que no hablarás en verso sino cuando yo lo ordene expresamente, y aun entonces, sería mejor visto que te hicieses de rogar un poco.

Belarmino, te devuelvo ese par de botas, no me sirven.

Te entiendo, picaríngangueó el señor Bellido, retirando los ojuelos, uno de ellos con guiños de despedida, detrás de las vidrieras, y retrayendo el pescuezo a su longitud usual.

Y para que te convenzas de que merezco tu confianza, voy a darte otra noticia.

Yo comprendo, yo comprendo, , los Padres te han convertido.

Te dejo en mi testamento un pequeño legado, que si tú lo manejas, la del humo.

Mi hermana, la duquesa de Somavia, tiene instrucciones mías y te dirá la forma en que dispongo que se emplee el legado.

Te daré entierro en la fosa de mi triste corazón.

Conque, ya sabes, si te viene un verso a la lengua, cierras la boca.

Apolonio: mira lo que hablas, que te castigo sin postre , amenazaba la señora.

¿No te inspira ningún escrúpulo mi reputación de dama honesta? Las poesías de amor son para compuestas a solas y para leídas con recogimiento.

Haz tantas poesías como se te antoje, pero por escrito, luego me las das para que yo las lea en secreto.

Ahora que, pues posees ese don inapreciable y fuera de lo común de improvisar como quien bosteza, no es justo, ¡qué ajo!, que en ocasiones sonadas no hagas gala de él y dejes aturulados a quienes te oigan.

Tú, la Pinta, que este señorito te convida.