Ejemplos con pida

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuando le enseña a Alice el guante y esta va a explicarse, un desconocido les aborda, con el otro guante en su poder y chantajea a Alice con contarlo todo a Scotland Yard si no le da todo lo que él le pida.
Homer queda instantáneamente impresionado por la belleza de Marge, impidiendo a Barney que le pida salir.
Tú has jurado que harás por mí todo lo que yo te pida Tú no querrás perderme para siempre.
Estos viajes son muy remuneradores Me darán lo que yo pida.
Importadijo él inclinándoseque le pida a usted perdón.
Y con más blandura, añadió: Padre, hoy me he portado como buena, pero estoy rendida, no me pida hoy más.
¡Hombre más orgulloso! Apenas me contesta cuando lo saludo, parece que tenga miedo de que le pida algo.
Pepita me quiere a su manera, es cariñosa conmigo, me mima y me adora, especialmente cuando su madre la encarga que me pida algo.
Ahora existe la aristocracia de la Iglesia, o sea de canónigo para arriba, y el que llega a calarse una mitra, a ése ni Dios le tose ni hay quien le pida cuentas.
De aquí que el honor, según estos, nunca pueda perderse, y se ofenda con razón el embustero porque le digan que miente, y el ratero pida una satisfacción al que le acusa de robo, y el presidiario que arrastra una cadena pueda llevar al campo del honor al juez que se la ha impuesto.
¿La niña está contenta? ¡Pues decirlo! ¿Padece usted? ¡Pida consuelo! ¿Es usted feliz? La felicidad es expansiva y franca.
Fortunata sentía leve consuelo en su alma, y se decía: ¡Si Dios quisiera que se pusiera bueno! Pero cómo va Dios a hacer nada que yo le pida ¡Si soy lo más malo que Él ha echado al mundo! Para mí esta casa se tiene que acabar.
No le suelta a usted un disparate ni aunque se lo pida por favor.
Prepárese usted, hija mía, poniendo el pensamiento en Nuestro Señor Jesucristo, y como le pida perdón de sus pecados con verdadera contrición, se lo dará.
No me predique un sermón, no me pida imposibles.
—En mi presencia no ha de haber demasías: la Cariharta saldrá, no por amenazas, sino por amor mio, y todo se hará bien, que las riñas entre los que bien se quieren, son causa de mayor gusto cuando se hacen las paces: ¡ah, Juliana, ah niña, ah Cariharta mia! Sal acá fuera por mi amor, que yo haré que el Repolido te pida perdon de rodillas.
Vuestra merced se sosiegue, señor mío respondió Sancho, que bien podría ser que yo me hubiese engañado en lo que toca a la mutación de la señora princesa Micomicona, pero, en lo que toca a la cabeza del gigante, o, a lo menos, a la horadación de los cueros y a lo de ser vino tinto la sangre, no me engaño, ¡vive Dios!, porque los cueros allí están heridos, a la cabecera del lecho de vuestra merced, y el vino tinto tiene hecho un lago el aposento, y si no, al freír de los huevos lo verá, quiero decir que lo verá cuando aquí su merced del señor ventero le pida el menoscabo de todo.
Ítem, es mi voluntad que de ciertos dineros que Sancho Panza, a quien en mi locura hice mi escudero, tiene, que, porque ha habido entre él y mí ciertas cuentas, y dares y tomares, quiero que no se le haga cargo dellos, ni se le pida cuenta alguna, sino que si sobrare alguno, después de haberse pagado de lo que le debo, el restante sea suyo, que será bien poco, y buen provecho le haga, y, si como estando yo loco fui parte para darle el gobierno de la ínsula, pudiera agora, estando cuerdo, darle el de un reino, se le diera, porque la sencillez de su condición y fidelidad de su trato lo merece.
Pardiez, vuesa merced tiene razón respondió el castellano, que aconsejar a este buen hombre es dar coces contra el aguijón, pero, con todo eso, me da muy gran lástima que el buen ingenio que dicen que tiene en todas las cosas este mentecato se le desagüe por la canal de su andante caballería, y la enhoramala que vuesa merced dijo, sea para mí y para todos mis descendientes si de hoy más, aunque viviese más años que Matusalén, diere consejo a nadie, aunque me lo pida.
En verdad en verdad que envié ayer a la ciudad a vender más de cincuenta, pero, fuera de pollas, pida vuestra merced lo que quisiere.
Parece ser que, cuando estuvo mirando a su enemiga, le pareció la más hermosa mujer que había visto en toda su vida, y el niño ceguezuelo, a quien suelen llamar de ordinario Amor por esas calles, no quiso perder la ocasión que se le ofreció de triunfar de una alma lacayuna y ponerla en la lista de sus trofeos, y así, llegándose a él bonitamente, sin que nadie le viese, le envasó al pobre lacayo una flecha de dos varas por el lado izquierdo, y le pasó el corazón de parte a parte, y púdolo hacer bien al seguro, porque el Amor es invisible, y entra y sale por do quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos.
De la misma manera que yo lo cuento respondió Sancho, se cuentan en mi tierra todas las consejas, y yo no sé contarlo de otra, ni es bien que vuestra merced me pida que haga usos nuevos.
Ya se es ido el caballero: pelea en la guerra, vence al enemigo del rey, gana muchas ciudades, triunfa de muchas batallas, vuelve a la corte, ve a su señora por donde suele, conciértase que la pida a su padre por mujer en pago de sus servicios.
No es menester respondió el duque que vuesa merced se ponga en trabajo de buscar al rústico de quien esta buena dueña se queja, ni es menester tampoco que vuesa merced me pida a mí licencia para desafiarle, que yo le doy por desafiado, y tomo a mi cargo de hacerle saber este desafío, y que le acete, y venga a responder por sí a este mi castillo, donde a entrambos daré campo seguro, guardando todas las condiciones que en tales actos suelen y deben guardarse, guardando igualmente su justicia a cada uno, como están obligados a guardarla todos aquellos príncipes que dan campo franco a los que se combaten en los términos de sus señoríos.
Todo esto que he dicho, señor cura, no es más de por encarecer a su paternidad haga conciencia del mal tratamiento que a mi señor se le hace, y mire bien no le pida Dios en la otra vida esta prisión de mi amo, y se le haga cargo de todos aquellos socorros y bienes que mi señor don Quijote deja de hacer en este tiempo que está preso.

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