Ejemplos con pasión

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Mi padre, como autor dramático, suponía que cada persona es víctima de una pasión, necesariamente, si no el amor, el odio, si no el odio, la envidia, si no, la cólera, si no, la avaricia.
Poco a poco, aquella mar ligeramente agitada comenzó a encresparse rugiendo, soplaron los huracanes de la pasión política, y se desencadenó la tempestad.
Y en , aquella misma robusta inspiración que había dado perpetua vida a , al y a , ha roto el estrecho marco del cuadro de género y penetrado en el ancho y generoso cerco de la gran pintura, poniendo con entera franqueza a sus héroes entre cielo y mar, y haciéndoles verdaderos protagonistas de una acción trágica, que llega y toca a lo más alto de la pasión humana, acentuada aquí en vigoroso contraste con una naturaleza bravía y rebelde.
Bien está que su fe acendrada y robusta, su buen sentido natural, lo recto y nunca maleado de su razón la impidan transigir con la impiedad, aunque vaya unida a toda la gallardía de la juventud, a todo el fuego de la pasión y a todo el poder y alteza del ingenio.
Y, sin embargo, el carácter de Águeda estaba bien concebido, y ¡cuan hermosos y trágicos efectos podía haber sacado el autor de la eterna lucha entre la pasión y la ley moral! Bien está que Agueda, católica a la española y montañesa a toda ley, cumpla su deber sin aparato ni estruendo, aunque su resolución le cause dolores mortales.
De donde resulta el que haga moverse a sus personajes como máquinas o como víctimas fatales de dolencias hereditarias y de crisis nerviosas, con lo cual, además de decapitarse al ser humano, se aniquila todo el interés dramático de la novela, que sólo puede resultar del conflicto de dos voluntades libres o de la lucha entre la libertad y la pasión.
Busca en la pasión imaginada el correctivo de la apatía íntima.
El dramaturgo, aquejado de su último y vergonzoso vacío interior, se precipita hacia la superficie, se manifiesta con amplitud enfática, como taumaturgo, y hace conjuros a la pasión y al frenesí.
No le prohibía que me amase, pues Dios no pide de sus flacas criaturas lo imposible, e imposible es desarraigar los afectos profundos por un mero movimiento de la voluntad, pero le vedaba declararse paladinamente, pues Dios exige que nos sobrepongamos a la flaqueza y a la pasión, y esto sí le es posible a la voluntad.
Mi pasión no se me hizo patente hasta el cuarto curso de seminario.
Había sido actor, durante dos horas, y ante un auditorio de reyes, infantes y demás tropa palatina, en el drama de los dramas: la pasión y muerte del Hombre-Dios.
El anónimo era creación literaria de Felicita, pintaba, con recargada sensiblería, los amores desgraciados de don Pedrito y Angustias, hasta el instante en que la pasión avasalladora les arrebataba en un torbellino y les impelía al rapto, refería que unos perseguidores desalmados iban a los alcances de los amantes evadidos, con propósito de destruir su felicidad, esbozaba, con trazos al carbón, el cuadro venidero de una doncella sin honor, de todos despreciada, y de un sacerdote indigno, caso que no se les permitiese casarse, y, por epílogo, suplicaba de los Padre dominicos y de los marqueses de San Madrigal que intercediesen con el obispo, con el cual tenían notorio metimiento, para que obligase al descarriado seminarista a cumplir como hombre cabal con la chica.
Concebía a los hombres como muñecos de una pieza con un solo resorte, y los dividía en nobles, indiferentes y viles, según la pasión dominante.
Otra peculiaridad de mi padre es la instantaneidad con que se le inflama la pasión del amor.
La huerta se había enterado de que en la antigua barraca de el único objeto de valor era una escopeta de dos cañones, comprada recientemente por el intruso con esa pasión africana del valenciano, que se priva gustoso del pan por tener detrás de la puerta de su vivienda un arma nueva que excite envidias é inspire respeto.
Mucho quería el labrador a su mujer, y hasta le perdonaba la tontería de haberle dado cuatro hijas y ningún hijo que le ayudase en sus tareas, no amaba menos a las cuatro muchachas, unos ángeles de Dios, que se pasaban el día cantando y cosiendo a la puerta de la barraca, y algunas veces se metían en los campos para descansar un poco a su pobre padre, pero la pasión suprema del tío , el amor de sus amores, eran aquellas tierras, sobre las cuales había pasado monótona y silenciosa la historia de su familia.
Yo mataré en el corazón de Ernesto esa pasión funesta yo seré su ángel tutelar y cuando le vea yo regenerado, cuando haya dejado para siempre ese vicio horrible ¡le daré mi mano! Dicen que soy hermosa, dicen que soy inteligente, que soy amable.
Aquel despego de la hermosa niña avivaba en mi alma, de un modo terrible, la pasión que la belleza y las cualidades de la joven habían encendido en mi, y que mi tía Pepa procuraba fomentar.
¡Y qué noches de insomnio! ¡Y qué días tan penosos! A las veces me reía de mí, sí, reía de mi locura, y maldecía yo de aquella pasión que poco a poco me iba subyugando, que me tenía intranquilo, y que ante mi propia conciencia me hacía parecer despreciable y desleal.
No,me dijeno, es preciso ahogar esta pasión que apenas nace y ya me quema.
Todos mis proyectos vinieron a tierra, la pasión adormecida se despertó anhelante, y la imagen de Linilla, presente hasta ese momento en mi memoria, se desvaneció de pronto en las tinieblas del olvido.
Entorpecimientos graves, la maldad de un hombre, la pasión indudable de la niña y otras cosas que callo, han vuelto las cosas del revés.
Bien sabe usted a dónde puede llegar la pasión favorecida en su horrible crecimiento invasor por las circunstancias.
La ira, la pasión que arde en mí, me impulsarán a aprovecharla.

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