Ejemplos con ofenden

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

por eso muchos motociclistas se ofenden al ser llamados motoqueros, argumentando que ellos no tienen motokas, si no motocicletas.
Aún en la actualidad, los residentes más ancianos de Pórtland se ofenden o se inquietan ante la mención de la palabra rabbit.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
En el NT, el Dios misericordioso está mucho más presente, y perdonarse los unos a los otros se considera un imperativo moral, pues el perdón a quienes nos ofenden y nos odian es uno de los mayores ejemplos de amor al prójimo, así como en el Antiguo Testamento escasean las referencias al perdón entre los hombres, éstas abundan en el Nuevo Testamento, que recomienda poner la otra mejilla y amar a nuestros enemigos:.
De aquí una extraordinaria sensibilidad nerviosa, a la cual la trivialidad y la ordinariez ofenden fácilmente, el joven, por reacción contra ellas, ama un refinamiento extremado.
Danos hoy el pan nuestro de cada día y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
También son rencorosos con aquellos que les ofenden.
Ambos grupos creen firmemente que los demás ofenden a la montaña, por lo que deben ir un tiempo al infierno, para pagar ese pecado contra el Señor iva.
¡Señores, que es verdad lo que digo! Me ofenden esas muestras de incredulidad de los que me escuchan.
¿Qué mucho que estos pedantuelos de aldea tengan tales humos, cuando los sabios de la ciudad ofenden el sentido común con sus ridículos debates? Sin duda algún garito de Zaragoza ha sido el primer teatro de tu petulancia.
Doquiera que estamos lloramos por España, que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patria natural, en ninguna parte hallamos el acogimiento que nuestra desventura desea, y en Berbería, y en todas las partes de África, donde esperábamos ser recebidos, acogidos y regalados, allí es donde más nos ofenden y maltratan.
Mas advierte que, aunque me veas en los mayores peligros del mundo, no has de poner mano a tu espada para defenderme, si ya no vieres que los que me ofenden es canalla y gente baja, que en tal caso bien puedes ayudarme, pero si fueren caballeros, en ninguna manera te es lícito ni concedido por las leyes de caballería que me ayudes, hasta que seas armado caballero.
Concurrían a hacer más ridículo este conato de engañoso buen tono, con que se había pretendido alhajar la pieza, unos cuantos grabados, en marco negro, que pendían de las paredes: uno representaba a Garibaldi -esa pobre víctima del amor de sus connacionales, cuya memoria ofenden colocando su retrato en parajes inadecuados-, y los otros, diversos buques de la armada real italiana.
En esos momentos no se quiere comprender que un cura defendiendo a tiros las gradas de un trono, y otro cura proclamando la libertad con un trabuco detrás de una barricada, son dos malos curas, que lo mismo se profana la corona de un augusto ministerio cubriéndola con un chacó realista que con el gorro frigio, que tan lejos están el uno como el otro de la misión sublime que les está encomendada en la Tierra, que dos curas así, ni dos mil como ellos, ni todos los curas de la cristiandad que fueran lo mismo, probarían nada contra la religión que profanaban torpemente, y, por último, que atacar a ésta para herir a los que, invocándola, la ofenden, es lo mismo que tronchar el árbol para exterminar las orugas, quemar la capa para acabar con sus polillas.
Conste que semejantes dudas ni me ofenden ni me extrañan.
-Cavilando así, asáltante como tentaciones de volverte a casa, sabiendo, como sabes, que Celsa anda en la verbena solazándose un rato, por orden mía, y que tu pobre tío se halla en la iglesia pidiendo a Dios por los que le ofenden con sus liviandades y descomposturas.
porque aquéllas le ofenden.
Vístome y vuelo a olvidar tan funesto día entre el corto número de gentes que piensan, que viven sujetas al provechoso yugo de una buena educación libre y desembarazada, y que fingen acaso estimarse y respetarse mutuamente para no incomodarse, al paso que las otras hacen ostentación de incomodarse, y se ofenden y se maltratan, queriéndose y estimándose tal vez verdaderamente.
y que tan olvidados estén los mortales de Vos cuando os ofenden?.

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