Ejemplos con muera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Al pillo, ¡garrotazo!, y al honrado, ¡Vengan esos cinco!, ¡usted es mi amigo! Un rey que no permita que el rico atropelle al pobre y se burle de él, que no deje que nadie se muera de hambre queriendo trabajar Vamos, creo que me explico.
Cuando yo muera, tendrás más, algo más que ese huerto de Alcira, no quedarás en medio de la calle, como tu mamá, tus hermanas y el de Rafaelito.
—Cuando yo muera me figuraré que resucito.
Verás: soltaba una risa que a mí me ponía los pelos de punta, y decía muy callandito: ¡Qué guapo estás con tu cara blanca, con tu cara de hostia dentro del cerco de piedras finas! ¡Oh, qué reguapo estás! No creas que te robo las piedras Para nada las quiero Me gustas ¡te comería! No me digas que no te coja, porque te cojo, aunque me muera y me eches al infierno Sor Natividad te falta, para que lo sepas, te falta con el Padre Pintado’.
Lo que importa, me dije, no es que él muera, sino que ella aprenda.
Pero quiso Dios que la misma esfinge le abriese camino diciéndole: Yo conocía a usted de vista y de fama, pero nunca había tenido el gusto de hablarle Es usted una santa, y cuando se muera, la canonizaremos y la pondremos en los altares.
¿No se alegrará la señorita de que yo me muera?.
Ahora, amigodijo ella, perdiendo gradualmente el uso de la palabra, coja usted a mi hijo y lléveselo ¡ay!, déjemelo besar otra vez Aguarde a que me muera No, lléveselo antes de que venga mi tía, o mi marido, o doña Lupe gente mala.
Fortunata, Fortunatita, abra usted los ojos, y no se nos muera así tan tontamente Le traeré el Viático, si quiera la Santa Unción ¡Eh!, hija, chica Quia, no se entera Esto está perdido.
¡Qué será de ti el día en que yo te falte! Por eso quiero dejarte en buenas manos No te rías, no, es la verdad, yo tengo que cuidar de todo, lo mismo de pegarte el botón que se te ha caído, que de elegirte la que ha de ser compañera de toda tu vida, la que te ha de mimar cuando yo me muera.
Nos ha prometido escribir la biografía de su excelsa pariente cuando se muera, y entretanto no tiene reparo en dar cuantos datos se le pidan, ni en rectificar a ciencia cierta las versiones que el criterio vulgar ha hecho correr sobre las causas que determinaron en Guillermina, hace veinticinco años, la pasión de la beneficencia.
¡Oh! Así me muera si no es verdad.
Así es que anoche me planté conmigo mismo, y dije: ‘Aunque me muera de pena, esto se tiene que acabar’.
Feijoo le cogió la barbilla entre sus dedos, diciéndole con cariño: ¿Verdad, chulita, que tengo razón? ¿Verdad que sí? ¡Ay, qué será de ti, chulita, cuando yo me muera! ¿Y en lo que me queda de vida, si esta se prolonga y voy más para abajo todavía? Hay que preverlo todo, compañera.
¿No puede una tener una idea? Cuando me muera, veremos, créetelo el Santísimo me dirá que tengo razón.
Al paso que llevamos respondió Sancho, antes que vuestra merced se muera estaré yo mascando barro, y entonces podrá ser que esté tan mudo que no hable palabra hasta la fin del mundo, o, por lo menos, hasta el día del Juicio.
Y, ¡Jesús!, yo no sé qué gente es aquélla tan desalmada y tan sin conciencia, que por no mirar a un hombre honrado, le dejan que se muera, o que se vuelva loco.
Plega a Dios, Sancho replicó don Quijote, que yo te vea mudo antes que me muera.
Si gustáis que callando mi fatiga muera, contadme ya por acabado: si queréis que os la cuente en desusado modo, haré que el mesmo amor la diga.

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