Ejemplos con muerda

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es la segunda protagonista femenina y persuade a Jericho que durante la relación sexual la muerda, al día siguiente esta utiliza sus nuevos poderes para su beneficio.
En el baile Bella quiere que Edward la muerda para volverse vampiro, pero Edward no quiere arrebatarle la vida ni convertirla en un monstruo, como él, aunque lo único que quiere Bella es estar con él para siempre.
No permitas que lo muerda la serpiente, no permitas que lo muerda el tigre.
Quiere la desgraciada suerte que una serpiente muerda a la mujer, y es así que el pequeño se lanza a llorar y a reclamar ayuda para su madre.
Encuentra el hechizo de la muerte dormida, que consiste en fabricar una Manzana Envenenada, y en cuanto Blancanieves la muerda, le subirá la fiebre, la sangre se le congelará, ¡y la Reina será por fin la más hermosa! Por desgracia, la Reina Grimhilde comete un error: la muerte por la manzana se cura con el primer beso de amor.
Esto puede ocasionar que sea un Shellder quien le muerda, lo que provoca que evolucione a Slowbro.
Filosóficamente Bart contempla las maravillas de la mente, Lisa escucha a Marge decir No dejes que el bicho de la cama te muerda y teme que su cama se la coma, y Maggie está traumatizada con la canción Rock-a-bye Baby.
¿Qué has hecho de la perra gorda? ¿Te has comprado más caramelos en la cantina? Pero mire usted, don Isidro, ¡qué sucio y qué hermoso! ¡Guarro! ¡Cochinote! ¡Ham! ¡ham! Deja que te muerda esos hocicos de cerdo de leche.
Porque yo muerda un poco, no se escandalizará usted, Pepe.
que a Gracia la muerda un perro rabioso.
Si no quiere venir, traedle de una oreja, pero cuidado que no os muerda, que es perro con rabia y serpiente venenosa.
-¡Mal perro le muerda y mal gato le arañe al indócil rapaz! -gruñó rabiosa la vieja-.
Porque yo muerda un poco, no se escandalizará usted, Pepe.
-Tengo miedo que me muerda el perro que lleváis, haced el favor de atarlo con esta cuerda.
-¿Y no tenés miedo que te muerda algún tigre, andando ansí solita por el maizal?.
«No des la mano al hombre que se muerda las uñas o que las tiene sucias, que se lleva los dedos a la boca, que se sacude con el meñique el oído, que se humedece el índice con la lengua para volver la hoja de un libro y que encorvando el mismo índice se quita con él el sudor de la frente».

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