Ejemplos con insulsas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los segundos aducen un estancamiento en la trama de la saga, la cual no avanzaría en absoluto en este volumen que se reduciría a dilaciones innecesarias y subtramas insulsas, habiendo sido mejor optar por la narración de la guerra mágica.
Las santas de Zurbarán no son el medio para representar los instrumentos de tortura a través de poses convencionales e insulsas.
Algo parecido ocurrió a Leopoldo Augusto de Cueto, marqués de Valmar, que escribió acerca de las églogas: Algunos cuadros, relativa y absolutamente bellos, varios trozos de versificación, limpia y lozana, y cierta entonación levantada, que demuestran que el ingenio del poeta no carecía de nobles prendas, no alcanzan a dar vida a una narración fría y enredada, ni a hacer del todo llevadera la desagradable impresión que produce ver un estilo instintivamente feliz manchado a cada paso por inversiones violentas y vanos artificios, y una imaginación de noble índole, lastimosamente perdida en un laberinto de insulsas y ociosas descripciones.
Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética.
Mirando más allá de las insulsas profundidades de su intelecto malgastado o ausente, el Portador de Pergaminos alcanza nuevas cotas.
Pero los tiempos andan tales, y crece tanto la depravación del gusto, que empieza a ser ya deber de conciencia en todo el que clara u obscuramente profesa algún género de magisterio literario, alzar la voz cuando una obra maestra aparece, y llamar la atención del vulgo circunstante, para que no pase de largo por delante de ella, y se guarde de confundirla con el fárrago de producciones insulsas y baladíes que son actualmente el oprobio de nuestras prensas.
¡Cosa más rara! En algunas, que habían sido sus amiguitas, ya no veía más que insulsas muñecas que se movían y hablaban por mecanismo.
¿Qué hacían allí las estatuas sombrías de Boni, Sabas y la señorita del pueblo, como representantes ñoños de la moral? Los mirones o testigos profanaban la santidad de la poesía, y convertían en copias insulsas el poema donjuánico.
No sería justo acusar a los que tales desatinos e insulsas candideces escribían, y esta es otra de las gravísimas corrupciones de la política, que hace a los hombres desvariar ridículamente y decir mil necedades sin creer en ellas.
Y de esta suerte transcurrieron más de dos años, perdiendo en aquellos amores necios sus fuerzas físicas e intelectuales, porque había abandonado el estudio, y hasta la pluma ya no le servía más que para trazar algunas insulsas composiciones en honor de su dama.
Y durante tres días, hace vanos esfuerzos para persuadirse que se divierte, harapos sucios de telas chillonas, adornos de papel y moños de cintas, caretas insulsas e uniformes de alambre tejido, con los ojos sonsamente azules y sus mejillas de color enfermizo, carritos llenos de guitarras mal templadas y de acordeones desafinados, con hombres vestidos de mujeres, y otros hombres disfrazados de payasos o de no se sabe qué, que recorren leguas, sin otra gracia que la de gritar, en cada palenque, con voz aguda, «¡Te conozco! ¿cómo te va?» y de recibir con la contestación: «Te conozco mascarita», algunos jarros de agua.
Y detalles que no revistieron la menor importancia, parece que cada día los tengo más grabados en la conciencia: frases insulsas, sucesos mínimos, siempre presentes, cuando ni aun sé cómo se arregló mi primera cita con mujeres de las cuales me creí verdaderamente enamorado, y, tal vez, si me las encuentro en la calle, no las conozco.
De un escoliasta en las insulsas hojas,.
«El baile y ella ¿qué tenían que ver? ¿qué le importaba a ella, a la hermana de don Fermín el santo, el mártir, que bailasen o no las muchachas insulsas de Vetusta en el salón estrecho y largo del Casino? Nada, nada».
Todas estas efectividades brutales, que en los dichosos tiempos en que mi espíritu sólo se alimentaba de novelas, me hubieran parecido materialidades insulsas, iban cautivando poderosamente mi atención.
Cuando le veis abalanzarse brioso a su gigantesca carrera no le dirijáis palabras insulsas, ni consejos estériles, ni reglas que no ha de observar, decidle tan sólo: «Imagen de la divinidad, marcha a cumplir los destinos que te ha señalado el Criador, no te olvides de tu principio y de tu fin, tú levantas el vuelo y no sabes adónde vas.
¿Le parece a usted que la que ejercita su sensibilidad declamando dramas, puede gustar de cosas tan insulsas como la comedia de esta noche? ¿Han visto ustedes qué amantes esos? Esa Paquita.
destas plumas modernas son chabacanas, insulsas, y en nada eminentes.
Aunque sean tan torpes y encimosos, con charlas tan insulsas: que si el fútbol, que si el billar, que si el pleito de.
Harto sé que el río del olvido se llevará pronto en su corriente esta novela, con multitud de composiciones insulsas, escritas a escape para llenar las columnas de los periódicos.
Las cartas familiares que no tratan sino de la salud y negocios domésticos de amigos y conocidos son las composiciones más frías e insulsas del mundo.
Los primeros días pasolos tediosa, recluida en su cuarto -prodigio de cálida, elegancia, que contrastaba en la yerta tristeza del palacio como resaltaría, un rosal florecido en el yermo- leyendo novelas y viendo correr las horas insulsas.
Volvió a los tres días y se entretuvo más, sacando conversaciones insulsas que nadie seguía, y luego menudeó las visitas, hasta que cotidianamente, a la hora en que el personaje, deseoso de tranquilidad, de gozar el fresco, se sentaba en la terraza a mirar la ría azul, y los montecillos rosados por el ocaso, aparecía la lacia figura de don Olimpio, enfundada en su sotana color de ala de mosca, dando una nota ridícula en medio de tanta belleza.
Estrujando el chirumen en mi aldea y royéndome hasta las puntas de los, dedos, había logrado escribir media resmilla de ternezas quejumbrosas, insulsas y descoloridas, ¡y aquel mozo tenía en la cabeza una fábrica de versos y otra de malicias y donaires!.
Por lo demás, sus conversaciones pronto parecieron algo insulsas a Liborio.
Entonces, como ahora, la juventud dorada del sexo fuerte estacionábase a la puerta e inmediaciones del templo para ver y ser vista, y prodigar insulsas galanterías a las bellas y elegantes devotas.
Maximina ha obtenido elogios de mucha parte de la prensa, es verdad, pero los más fueron de pacotilla, y el autor hubiera preferido un estudio concienzudo a tantas insulsas alabanzas.
Y no sólo en teoría, no sólo en manos de la crítica más o menos titulada, sino, lo que es peor, en poder de algunos novelistas, el tal naturalismo comienza a ser tomado por las hojas, y van apareciendo volúmenes y volúmenes de insulsas y vulgarísimas observaciones, poco más que meteorológicas, y estamos amenazados de poseer dentro de pocos años, si esto no cambia, una literatura tan abundante en páginas como soporífera.
Mareaba aquella hermosa hembra, que parecía un periódico de esos llenos de crónicas insulsas que suelen tener tantos compradores.
Latino, vil corredor de aventuras insulsas, llévame al Viaducto.

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