Ejemplos con inclinaba

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La muralla natural se inclinaba años y años sobre las olas que batían incesantemente su base, hasta que, perdido el centro de gravedad, una noche de tormenta derrumbábase como la cortina de una ciudadela sitiada, deshaciéndose en bloques, poblando el mar de nuevos escollos, prontamente cubiertos de viscosas vegetaciones, en cuyos enmarañamientos hervían las espumas y chisporroteaban las escamas de los peces.
Febrer fue a sentarse en el borde de un gran peñasco avanzado, de un fragmento de roca desprendida de la costa que se inclinaba peligrosamente sobre los escollos.
Había gritado como un loco, se inclinaba fuera de la cama con marcada intención de caer al suelo, hablaba de una rueda y una calavera.
De pronto levantó el brazo, rozando la cabeza que se inclinaba sobre él.
El maestro de escuela había ido a arrodillarse junto a su mujer e hijos, que lo abrazaban con enternecimiento, recordando su peligro de hacía tres años, el alcalde, como un patriarca bíblico, ponía las manos sobre la cabeza de sus hijos, agrupados en su derredor, el tío Francisco y la tía Juana también, en medio de sus hijos, murmuraban llorando su oración, Gertrudis abrazaba a su hermosa hija, quien inclinaba la frente como agobiada por la felicidad, y Pablo sollozaba, quizás por la primera vez, teniendo aún entre sus manos la blanca y delicada de su adorada Carmen, que acababa de abrir para él las puertas del paraíso.
Quién, como don Benito, daba fuertes taconazos en el suelo mientras las bolas corrían, quién, como don Lorenzo, se inclinaba a un lado y a otro, se torcía y se retorcía como si de sus movimientos dependiese que la bola se inclinase a un sitio u otro, quién, por fin, como don Pancho, que era pequeño y gordo, casi cuadrado, se subía de un brinco al diván después de haber empujado la bola, para mejor ver los estragos que había hecho en los palos.
Creyó que una cara con bigotes, terminada por un sombrero de guardia civil, se inclinaba sobre la suya, mirándolo en los ojos.
Sintió que le tocaban con la punta de un palo, y levantando la cabeza, vio una escueta figura, una especie de espectro que se inclinaba hacia él.
Y aquella frente elevada, de abultados parietales, que reclamaba para sí el dicho de la zorra al busto: , tenía, en efecto, actitudes magníficas cuando, surcada por un pliegue vertical, se inclinaba, como en aquel momento, al excelentísimo señor don Juan Antonio Martínez, ministro de la Gobernación, y le decía con el aire de Bismarck a Gortschakoff, al establecer entre ambos el equilibrio europeo:.
Antes de la gratitud, antes de que hubiese motivo para tenerla, ¿por qué ocultártelo? la elegancia de don Jaime, su discreción, su fama de valeroso soldado, la noble gallardía de su persona, todo me inclinaba a quererle bien y mucho, pero el recelo de no ser amada sublevaba mi orgullo, y mi orgullo ha hecho cuanto es posible para ahogar esta inclinación naciente.
Aunque la joven inclinaba la cabeza sobre el plato, pude observar que se había puesto pálida, sumamente pálida.
Al verle yo, se inclinaba, quitándose el sombrero, me dirigía correcto saludo, siempre acompañado de una picante alusión a la disputa de la víspera, y luego, en voz baja me decía:.
Al ponerse las botas, la rodilla derecha le dolía como si le metieran por la choquezuela una aguja caliente, y siempre que se inclinaba, un músculo de la espalda, cuyo nombre no sabía él, producíale molestia lacerante, que fuera terrible si no pasara pronto ¡Qué bajón tan grande, compañerose decía, pero qué bajón! Y esto va a escape.
Trabajaba exclusivamente en género extranjero, pero cuando Santa Cruz hizo su traspaso a los Chicos, también Arnaiz se inclinaba a hacer lo mismo, porque estaba ya muy rico, muy obeso, bastante viejo y no quería trabajar.
La cabeza se le inclinaba siempre al lado derecho.
Era un objeto envuelto en papeles, que descubrió lentamente, cuando ella se inclinaba risueña para verlo.
Fortunata, que se inclinaba hacia adelante para oír mejor, dejó caer la cabeza sobre el respaldo, la mejor manera de expresar que no había pensado nada sobre aquel punto.
A ratos Fortunata se inclinaba hacia atrás, como deseando no ser vista de los transeúntes, a ratos parecía tan tranquila, como si fuera en compañía de su marido.
Todo esto, dicho por la sibila en voz baja y cavernosa, lo escuchaba solamente la bella fregatriz Sabel, que con los brazos cruzados tras la espalda, el color arrebatado, se inclinaba sobre el oráculo, que más parecía provocarla a curiosidad que a regocijo.
No tenía don Pedro ideas políticas, aun cuando se inclinaba al absolutismo, creyendo inocentemente que con él vendría el restablecimiento de cosas que lisonjeaban su orgullo de raza, como por ejemplo, los vínculos y mayorazgos, fuera de esto, inclinábase al escepticismo indiferente de los labriegos, y era incapaz de soñar, como el caballeresco hidalgo de Limioso, en la quijotada de entrar por la frontera del Miño a la cabeza de doscientos hombres.
Don Eugenio se inclinaba a echarlo todo a broma.
Sobre la verja se inclinaba añoso olivo, donde nidaban mil gorriones alborotadores, que a veces azotaban y sacudían el ramaje con su voleteo apresurado, y hacíale frente una enorme mata de hortensia, mustia y doblegada por las lluvias de la estación, graciosamente enfermiza, con sus mazorcas de desmayadas flores azules y amarillentas.
Y, sin mirar a otra cosa que aquella a que su gusto le inclinaba, al cabo de tres días de la ausencia de Anselmo, en los cuales estuvo en continua batalla por resistir a sus deseos, comenzó a requebrar a Camila, con tanta turbación y con tan amorosas razones que Camila quedó suspensa, y no hizo otra cosa que levantarse de donde estaba y entrarse a su aposento, sin respondelle palabra alguna.

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