Ejemplos con fervientes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por este motivo, los señores de Moguer, Pedro Portocarrero y su mujer Juana de Cárdenas, fervientes devotos de la orden seráfica, mandaron construir a su costa el nuevo Convento franciscano de San Francisco.
Una de sus críticas más fervientes fue el lastre de los llamados conventillos, que eran habitaciones generalmente estrechas y pegadas unas a otras, donde la falta de higiene y el hacinamiento generaban la propagación de numerosas enfermedades y propiciaban la promiscuidad y la pobreza.
En gran aprieto se ve el capellán ante la imposibilidad de no poder ceder a los fervientes deseos de los moradores de Pozuelo Seco.
Tanto en la jefatura del estado mayor como en el ministerio de defensa se colocaron fervientes admiradores de los nazis.
Dichos esposos era fervientes devotos de la Virgen del Carmen y por tal razón acometieron la empresa de construir una capilla en honor a la Virgen María bajo dicha advocación.
Coronel Emilio Delgadillo, el Comisario de Antofagasta de apellido Ríos, los ciudadanos Eduardo Abaroa Hidalgo, Jurado, Maldonado, Menacho Marquina, algunos soldados de la guarnición del Puerto y otros celadores y gendarmes de Antofagasta y Caracoles, que habían logrado llevar con ellos sus armas, formando en total ciento treinta abnegados patriotas, mal armados pero fervientes defensores del Litoral.
Poco después fue elevado al rango de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en esos mismos países, donde permaneció cinco años, habiendo sido objeto de las más claras y fervientes manifestaciones de distinción y aprecio.
En estas fiestas el censor, acompañado del pontífice, de las vestales y de los magistrados, dirigía fervientes súplicas y votos a los dioses por la prosperidad y gloria de la república y purificaba al pueblo por medio de muchos actos expiatorios, sacrificios de una marrana, un cordero y un toro y aspersiones de agua de mar con ramas de olivo, de laurel y de verbena.
La gran mayoría era de hombres fervientes adoradores de Thor que huían de Noruega, del reinado de Haraldr Hárfagri.
Reta inefablemente a Dios a que puede hacer caer a uno de sus más fervientes siervos, que añora el saber por encima de todo.
Esperando la hora inevitable de la justicia, haré mis más fervientes rezos para la prosperidad de mi patria, para la felicidad de este pueblo que forma la más grande y más querida parte de mi familia.
Esta serie tiene entre sus lectores fervientes seguidores, no solo en el sentido literario sino también seguidores de la forma vida, exacerbadamente machista, que describen los libros de Gor.
Entre sus admiradores más fervientes se encontraba Paolo Giordano I Orsini, duque de Bracciano y uno de los hombres más poderosos en Roma.
Alemanes como Melchior Grimm y el Baron d'Holbach están entre los más fervientes al lado de los partidarios de la ópera italiana.
Muchos intelectuales chinos, como el escritor Lu Xun, fueron fervientes partidarios de la adopción de una escritura alfabética para el chino y en círculos reformistas se llegó a percibir la adopción de un sistema alfabético como algo inevitable.
Carlos se enfrenta valientemente a su ejecucuón e incluso sus más fervientes críticas están movidas por su dignidad.
Uno de sus más fervientes admiradores es el Barón de Gortz, asiduo a sus representaciones, un enigmático personaje con medios suficientes para seguir a la artista por todo el mundo, su única pasión.
Al querer hacer olvidar su pasado bonapartista, se convierte uno de los más fervientes y radicales animadores del partido de los Ultras: Victor Hugo en Los Miserables le ataca por haber quitado, al ser nombrado Ministro del Interior, las N de los puentes de París como el de Jena.
También eludía los trabajos pesados, confiándoselos a alguno de sus fervientes admiradores.
A esa carta pertenece este párrafo: Muy hidalgos corazones he sentido latir en esta tierra, vehementemente pago sus cariños, sus goces, me serán recreo, sus esperanzas plácemes, sus penas, angustias, cuando se tienen los ojos fijos en lo alto, ni zarzas ni guijarros distraen al viajero en su camino: los ideales enérgicos y las consagraciones fervientes no se merman en un ánimo sincero por las contrariedades de la vida.
Respondiole con fervientes aclamaciones la turbamulta que llenaba el salón, voces que fueron ¡ay!, el estertor de las Constituyentes, pues con aquel hálito expiraron y se desvanecieron en la Historia, dejando tras sí un rastro glorioso.
Revelábase en ella el desprecio a la carne, de los devotos fervientes, el abandono físico, la suciedad cantada como mérito celestial en la vida de muchos santos.
El número de los fervientes admiradores del padre apenas se aumentaba con alguien que no fuese de la intimidad de D.
La infeliz tarasca viciosa, con estos cuidados y las ternezas de doña Guillermina, y más aún, con la proximidad de la muerte, estaba que parecía otra, curada de sus maldades y arrepentida , diciendo que se quería morir lo más católicamente posible, y pidiendo perdón a todos con unos ayes y una religiosidad tan fervientes que partían el corazón.
De rodillas estaban tambien las dos ancianas y el malagueño, y con fervientes oraciones daban gracias a Dios, al ver que el jóven se abrazaba a los piés del Niño de la Bola y los cubria de besos y de lágrimas.
Trinidad y la señá María Josefa lloraban tambien en el próximo corredor y dirigian desde allí fervientes acciones de gracias y tiraban cariñosos besos a la Imágen del Niño Jesus.
Aún las monjas en el convento de Santa Catalina, enteradas de lo que pasaba en su vecindario, hicieron tocar agonías, y en sus fervientes oraciones encomendaron el alma del moribundo a la merced de su munífico creador.
Y ocultando cariñosamente el manuscrito en el seno, salió, radiante de entusiasmo, en busca de un editor, tributando de paso fervientes alabanzas a estos modernos industriales literarios, con cuyo auxilio popularizan sus creaciones los ingenios desheredados de la fortuna.
Hizo Poldy cerca de ella el oficio de la más vigilante, devota y cariñosa enfermera, pero ni sus desvelos, ni sus fervientes oraciones, ni la docta asistencia de un sabio médico, amigo de la casa, fueron bastantes a retardar el cumplimiento de las inexorables leyes de la naturaleza que tenía marcado el término de aquella trabajada vida.
Era San Martín, lo mandaba Baigorrita a decirme otra vez adiós, me enviaba sus más fervientes votos de felicidad, me hacía presente que le había ofrecido otra visita, y para no desmentir en ningún momento que era indio, me pedía que le mandara unas espuelas de plata.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba