Ejemplos con fervor

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Estos católicos nuevos eran los que después, con el fervor del neófito, habían azuzado la persecución contra sus antiguos hermanos.
Con fervor y unción retóricos, lo confieso, me las arreglé para convencerla de que fijásemos nuestra mutua relación en un terreno puro y espiritual.
Fue voluntad suya y mía, para que nada extraño a la obra misma preocupase mi juicio, y no hablasen en favor de ella intimidades de las que forzosamente nacen entre el crítico y el libro que va a juzgar, cuando él ha asistido a la elaboración de este libro, embriagándose con el fervor de la producción ajena, y participando de ella en algún modo.
No había visto a Anfitrita, pero temblaba por ella, sin conocerla, con religioso fervor.
Kaledine la imitó con el mismo gesto de fervor.
Doña Elena era argentina Pero a pesar del silencio de las doncellas, don Marcelo temía alguna denuncia del patriotismo exaltado, que se dedicaba con incansable fervor a la caza de espías, y que la hermana de su mujer se viese confinada en un campo de concentración como sospechosa de tratos con el enemigo.
Los diputados del partido formaban en el Reichstag el grupo más obediente al gobierno El sólo guardaba de su pasado cierto fervor para anatematizar al capitalismo, culpable de la guerra.
Tenía los ojos húmedos, lo mismo que ella, oraba con fervor, lo mismo que ella pero no era seguramente por su hermano.
A fuerza de titularse Madame Ojeda había olvidado su verdadera situación, y se indignaba, con todo el fervor que inspira el derecho de propiedad, sólo al pensar que alguna mujer pudiera arrebatarle su marido.
El fervor de los cruzados encendía en aquellos breves instantes de heroica dicha su alma buena, y su deleite, que le inundaba de una luz parecida a la de los astros, era solo comparable a la vasta amargura con que reconocía, a poco que en el mundo no encuentran auxilio, sino cuando convienen a algún interés que las vicia, las obras de pureza.
Ya no se verificaba la romería: oponíase a ella el gobernador, al que los bizkaitarras, en su fervor separatista, llamaban despreciativamente el cónsul de España.
¿Dónde está la fe que arrastraba a la muchedumbre belicosa de cruzados? ¿Dónde el fervor que levantaba catedrales con seráfica paciencia durante doscientos años para albergar una hostia bajo una montaña de piedra? ¿Quién se azota hoy y martiriza su carne y vive en el desierto, pensando a todas horas en la muerte y el infierno? En España, tres siglos de intolerancia, de excesiva presión clerical, han hecho de nuestra nación la más indiferente en materias religiosas.
El prestigio del martirio vino a hacer más ardoroso el fervor de aquella gente.
Era una pequeña comunidad que se agrupaba en torno del apóstol enfermo con el fervor que inspira lo desconocido.
Yo creo que hasta la misma gente que vive a su sombra y tiene sus particulares intereses confundidos con los del trono siente más el fervor en la boca que en el corazón.
Viendo las ceremonias del culto, que en otros tiempos le conmovían, sentía impulsos de protesta, deseos de gritar a sacerdotes y acólitos que se retirasen, pues su tiempo había pasado, la fe había muerto, y únicamente por rutina y por miedo a la opinión ajena volvía la gente a aquellos lugares que antes llenaba de la mañana a la noche el fervor religioso.
Cumplíase la ley fatal de todas las religiones, cuando la fe se desvanece y la gran muchedumbre no siente el fervor de la primera edad.
Y dejando abandonada a su propio impulso la filantrópica tarea de enardecer el fervor de sus operarios, retiróse a un rincón con el diplomático, llevando en la mano un fino trapito cuadrado y una bandeja de plata para colocar las hilas.
Calló un buen rato, añadiendo luego, con el fervor de un comerciante que ensalza su mercancía:.
Doña Luz estaba en su cuarto, acababa de volver de misa, y había rezado con fervor por el alma del P.
Como quiera que fuese, o ya por dolor de que no cupiera en lo probable tan raro milagro, o ya por fervor religioso que suavizaba sus amargas penas, el P.
Anselmo se deleitaba, sin creer, como quien saborea la más bella composición poética, y doña Luz, doña Manolita y Pepe Güeto, escuchaban con fija atención y gran fervor religioso, lisonjeándose de que todo lo alcanzaban.
Busqué el rincón más retirado, y allí oré, oré con fervor de mujer, con sencillez de niño.
La vivacidad, la gracia y el fervor con que Guillermina decía estas cosas, impresionaron a las cuatro mujeres que las oían.
Por esta parte bien podía estar tranquilo el bueno de Rubín, porque ni una sola vez, en los momentos de mayor fervor piadoso, le pasó a la pecadora por el magín la idea de volverse santa a machamartillo.
A veces invocaba al Cielo con íntimo fervor de oración.
¡Con cuánto fervor empezó el capellán a guiar el Trisagio misterioso! Anonadándose ante la cólera divina, cuya violencia sacudía y hacía retemblar a los Pazos como si fuesen una choza, pronunciaba:.
A medida que se acercaba la hora crítica para Nucha, el capellán permanecía más tiempo de rodillas dando gracias al terminar la misa, prolongaba más las letanías y el rosario, ponía más alma y fervor en el cuotidiano rezo.
¡Dos días ya sin misar! Cabalmente desde que era presbítero se había redoblado su fervor religioso, y sentía el entusiasmo juvenil del nuevo misacantano, conmovido aún por la impresión de la augusta investidura, de suerte que celebraba el sacrificio esmerándose en perfilar la menor ceremonia, temblando cuando alzaba, anonadándose cuando consumía, siempre con recogimiento indecible.
Y, quitándose el calañés, y tremolándolo por alto, exclamó en medio de la Plaza, con un fervor y un gracejo indescriptibles:.

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