Ejemplos con excentricidades

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Tiene muchas excentricidades propias de los monarcas, y vive en su palacio rodeado de sus lacayos.
Consistente en un espectáculo que haciendo uso de numerosos robots presenta aves, vegetación y ciertas excentricidades basadas en la cultura Tiki.
Sus excentricidades también dieron lugar a un sentido original de la composición.
Burnett era famoso en su época por sus excentricidades, las cuales, unidas a la audacia de algunas de sus teorías, perjudicaron su fama como científico.
Entre las excentricidades de Vargas estaba una casa ubicada en el norte de Bogotá, cerca a la población de Chía y que fue construida con la forma del departamento de Caquetá.
Él prefiere dialogar y dice: algunos genios tienen sus excentricidades, y creo que debemos permitirles el tenerlas.
Se volvió millonario de la noche a la mañana, lo que le llevaba a realizar excentricidades, como la de conducir un Rolls Royce plateado los días soleados y un Cadillac los días nublados.
Entre sus múltiples excentricidades está la costumbre de esconder o enterrar botellas de alcohol en los lugares en los que van a actuar, para que sus seguidores puedan buscarlas después.
Entre otras secciones, se destacan el Nuevo Prontuario Impactante, que relata cómo las celebridades han ido a la cárcel, además también se pueden escuchar las frases, los caprichos y las excentricidades de las mismas.
Se describe en él la vida de un gigante de un apetito tan voraz que ha dado forma a la expresión banquete pantagruélico, con gran humor y todo tipo de excentricidades, parece ser que Rabelais quiso componer este libro para distraer a sus melancólicos enfermos.
Los cínicos fueron famosos por sus excentricidades, de las cuales cuenta muchas Diógenes Laercio, y por la composición de numerosas sátiras o diatribas contra la corrupción de las costumbres y los vicios de la sociedad griega de su tiempo, practicando una actitud muchas veces irreverente la llamada anaideia.
La persecución de la que algunas sectas protestantes, como los metodistas fueron objeto, no se debían a sus excentricidades religiosas sino por su específica docilidad para el trabajo.
Es un excéntrico millonario que gasta su fortuna sin preocupaciones, adquiriendo las más raras excentricidades, comiendo oso panda asado y calentándose con fogatas de billetes.
Como sus repetidas excentricidades y frecuentes abusos con indios y españoles eran notorios en el perímetro insular, su protectora doña Isabel Manrique se cansó de su gobernador interino y lo puso en manos de las autoridades.
Sus excentricidades las manifestaba en todos los órdenes.
El contacto que se establece entre un reloj comparador y una pieza es mediante un palpador situado en la zona de contacto entre el reloj comparador y la pieza, el palpador está sujeto a una barra que se desplaza por un tubo conectado con el mecanismo del reloj comparador y permite conocer las diferencias o excentricidades que pueda tener una pieza meiante lectura directa en la esfera del reloj.
Apesar de sus realizaciones literarias, Alexandra sufría de excentricidades mentales, tenía una cierta fijación por la limpieza y, más tarde, desarrolló la ilusión de que tenía un piano de vidrio.
Una de las excentricidades más grandes de las que se rodea, es de un amigo que empezó a llevar piedras a casa, hasta el punto en que apenas se podía dar un paso.
El Buzón de Voz es una parte del programa dedicado enteramente al oyente, el cúal con toda libertad puede experesarse y poner en conocimiento de los radio-oyentes sus pensamientos, ya sea de música, política, sociedad, e incluso las mas exrañas excentricidades.
Montparnasse era una comunidad donde la creatividad era acogida con todas sus excentricidades, la llegada de cada nuevo miembro era bienvenida sin reservas por quienes ya pertenecían a la comunidad.
Mina Craven, atrevida de maneras como un muchacho, ganosa de desafiar la curiosidad de las gentes con sus audacias y excentricidades, fué una americana de las que pueden llamarse de exportación.
Según declaración espontánea de Madariaga, desde los primeros días que trató a Desnoyers pudo adivinar un genio igual al suyo, tal vez más duro y firme, pero sin alaridos ni excentricidades.
La gustaba conocer las excentricidades de aquellos contratistas que no sabían en qué emplear su riqueza.
Porque la condesa de Albornoz en persona era quien venía guiando los briosos brutos desde Biarritz, de donde había salido el convoy la víspera, prefiriendo aquella molesta caminata por la carretera al cómodo trayecto del camino de hierro, por uno de esos caprichos, de esas excentricidades que forman las leyes de la moda y constituyen las reglas del buen tono, basadas las más de las veces en aquella razón tan filosófica y profunda:.
Toma, por distraerme un rato, por verte a ti, por ver a Estupiñá, figuras raras de la humanidad, excentricidades, tipos, como todo esto que yo llevo a Londres para los aficionados a lo característico y al color local.
Rodeábanle personajes de mala facha, dispuestos a satisfacer del modo más vil sus rencorosos instintos contra la grandeza, se agitaba él con inquietud afanosa, como quien jamás encuentra lo que busca, ni llega al punto adonde va, el temple viril de su alma se exageraba en vivísimas cóleras y en excentricidades sin cuento.
sus excentricidades, lo cual, por otra parte, parece que es su modo habitual de vivir.
Respirando una atmósfera propia que parece rodearles, como una muralla impenetrable a los ojos profanos, habitan un mundo ignorado de todos, y mientras las modernas gentes se ríen de su apariencia carcomida y haraposa, y de aquellos usos ya perdidos que ellas guardan cuidadosamente como un precioso tesoro, mientras las personas sensatas y cuerdas murmuran, sin duda con intención moralizadora, de las rarezas y excentricidades de esos entes que viene a mezclarse entre ellas como una tela sucia entre sus ropas domingueras, esas pobres ruinas vivientes siguen impertubables su marcha por el derrotero de la vida, dejando, aun después que se han extinguido, un eterno recuerdo que, si bien hace asomar comúnmente una sonrisa a los labios, conserva en el fondo algo que conmueve dolorosamente el corazón.
Yo no diré que no lo fueran, pero sí aseguro que sus excentricidades tuvieron por causa, más que una predisposición natural, la implacable persecución que los infelices sufrían de todo el pueblo, de día, de noche, en la calle y hasta en el sucio y desabrigado rincón de sus albergues.

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