Ejemplos con escaseces

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Estimando que cargando para los recursos anima la conservación y evita las escaseces y el daño ambiental, el Banco Mundial, con la meta de contradecir ineficacias mencionó que ningún subsidio será entregado para mejorar el aumento en tarifas del agua en Cochabamba.
Incluso cuando los abastecimientos eran precisos los retrasos en la entrega provocaban escaseces temporales, que generaban colas, acaparación de productos y racionamientos ocasionales.
Que se encuentre encaminado en cada momento hacia la riqueza, que en ninqún caso sea empujado de la abundancia a la miseria, por ninguna desgracia, para que los bienes propios cubran todas las escaseces .
Jugaba ahora en un Círculo elegante, creyendo compensar de tal modo sus periódicas escaseces, y esto servía para que desaparecieran con mayor rapidez las cantidades recibidas de América ¡Que un hombre como él se viese atormentado por la falta de unos miles de francos! ¿De qué le servía tener un padre con tantos millones?.
La guerra traería grandes escaseces: todos iban a conocer el pan ordinario.
Mientras hablaba Isidro de la mujer y los hijos de su amigo, andaluces trasplantados a Hamburgo, y de las escaseces pecuniarias de éste, que le obligaban a buscar entre los pasajeros ricos uno que quisiera entretener los ocios de la travesía estudiando idiomas, don Carmelo gritó con el acento de su tierra:.
En tono reservado me dijo la que fue tiempo atrás alivio de mis escaseces: Como marido cumple, pero es tan como siempre.
Vinieron las escaseces, la pobreza y la miseria.
Asimismo había podido observar Maximiliano en su propia casa lo implacable que era su tía con los deudores, y de este conocimiento vino el inspirado juicio que formuló de esta manera: Si me caso con Fortunata y si la suerte nos trae escaseces, antes pediremos limosna por las calles que pedir a mi tía un préstamo de dos pesetas Mientras más amigos, más claros.
Menos las enfermedades, escaseces, disgustos y otros obsequios.
Como allí nos sobraba el dinero, y no temíamos ulteriores escaseces, pues mi próvido suegro ya nos anunciaba nueva remesa, abrimos gallardamente la mano, y fuimos como benéfico rocío que derramó algún consuelo sobre las entristecidas almas.
Los colosos que habían llegado después eran gentes bárbaras y viciosas, sin educación universitaria y de una capacidad estomacal que acababa causando grandes escaseces y hambres en la nación.
Como comprenderás, no es cosa de andar con escaseces.
Nadie comprende cómo una mujer de tu mérito aguanta esa vida, esas escaseces.
Binondo tomó cuanto pudo, ocultando las porciones recibidas para que le dieran otras, y así juntaba en previsión de futuras escaseces.
Tú eres la evolución de la sociedad, que transforma sus escaseces en abundancias con los tesoros que saldrán de la tierra, tú.
Con Centurión no se trataba Teresa directamente, y bien lo sentía, que para ella no habría mejor gusto que poder acudir al remedio de las escaseces que a don Mariano le trajo su cesantía.
Por las escaseces que había sufrido, o por ingénito gusto de las comodidades y de los goces, la miseria le causaba horror.
A cuantos clérigos veía, daba Ibero ración de plata para los feligreses pobres de sus parroquias, o para monjas que padeciesen hambre y escaseces, y más habría repartido a no andar Sabas tras él echando recortes a su espléndida caridad.
Para él sería yo el verdadero Gobierno, el Estado efectivo, y pues mi bolsa suplía las escaseces de la nómina oficial, a mí debía darme Sebo el fruto informativo de su trabajo, entendiéndose que jamás haría yo uso inconveniente de tan extraña subrogación.
A él, personalmente, diéransele poco escaseces y sacrificios, pero, de echar por los caminos angostos de la fama, privaciones y sacrificios a los suyos tocarían también.
Á bien que para suplir las escaseces del jugo natural, abundaban los cucharones de sopaza, los barros harinosos y aun las tiras de arenques, que el chicuelo chupaba y rechupaba, en aumento de su sed y detrimento de su estómago.
Mas no por estas escaseces de mobiliario, ni por otras faltas que a cada paso se ponían de manifiesto, perdían aquellos benditos el gusto de la vida social, y cada vez querían atraer y recibir a más personas, sin reparar que fueran de mejor pelo y de clase superior a la suya.
Sus dolorosas cesantías, sus hambres y escaseces demostráronle la necesidad de poseer un temperamento vivo, ya sea real, ya figurado, para no quedarse a la cola en el movimiento general.
Esa vida de pobreza errante, esa vida de anulación voluntaria, de ascetismo, de trabajos y escaseces, bien merece algún reparo.
Fatigado pues, por tierra con escaseces de toda especie, como Demetrio hubiese corrido una gran borrasca, habiendo estado expuesto a estrellarse en playas abiertas y difíciles y perdido muchas naves, tuvo que volverse sin haber hecho cosa alguna.
No faltaron muchos que se presentasen en contra del Temple, achacándole los mismos crímenes que perdieron a la orden en Francia, y sobre todo y como cosa más visible, avaricia en las limosnas y escaseces y falta de decoro en el culto.
No me dijo aquí mi padre todo lo que pudo decirme hasta en justicia, porque es hombre que no gusta de perder el tiempo en sermones ociosos con oyentes incorregibles, pero, después de prometerme la mitad de lo que yo le pedía, volvió la conversación hacia la familia Brezales, para recomendarme los mayores miramientos con ella, y tal se explicó, y de tal modo se ensartaban en sus explicaciones los dineros de don Roque, la bondad de su estulticia, nuestras grandes escaseces mientras no cambiaran las cosas.
Si ésta llevaba a la realización su amenaza, tornaría él con su compañera y sus cuatro gurripatos a las pasadas amarguras, a las pasadas escaseces, y si defendía los pícaros garbanzos, tendría que pelear con el Berrinche, con el más temible, de más agallas y de sangre más malita de los hombres de pelo en pecho.
Rosario recreábase cada vez más en la contemplación de su hermosura y al mismo tiempo una profunda amargura invadía lenta y pérfidamente su corazón juvenil, nunca podría ella lucir galas iguales ni parecidas a aquellas, para costear una de las cuales necesitábase por lo menos el jornal que Joseíto ganaba en un mes, nunca podría ella lucir el garbo de su persona como engarzada en galas de tanto valor, tendría que resignarse a pasar escaseces y miserias, Joseíto no tenía más bienes de raíces que su jarabe de pico y que su carita gitaria.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba