Ejemplos con empañaba

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por azul que fuese el cielo, siempre lo empañaba un crespón flotante salido de las chimeneas.
La diferencia de temperatura del exterior al interior del coche, empañaba con un velo de tul gris la superficie del vidrio, y el viajero, cansado quizá de fundirlo con su hálito, se dedicó nuevamente a considerara la dormida, y cediendo a involuntario sentimiento, que a él mismo le parecía ridículo, a medida que transcurrían las horas perezosas de la noche, iba impacientándole más y más, hasta casi sacarle de quicio, la regalada placidez de aquel sueño insolente, y deseaba, a pesar suyo, que la viajera se despertara, siquiera fuese tan sólo por oír algo que orientase su curiosidad.
Empezó a lloviznar: el hermoso paisaje que atrás dejaban y Juan se empañaba, se desleía en una atmósfera lechosa y terne.
La historia contada por Domiciana con acento tan firme que parecía el de la propia Clío, produjo en el cerebro de Lucila efectos muy extraños, pues si tales hechos encontraban en él como una nube de incredulidad sistemática que los empañaba y obscurecía, de los mismos hechos brotaban rayos de verosimilitud que esclarecían lentamente los espacios de aquella nube.
La alfombra no tenía motas, ni manchas de ceniza de cigarro, ni un átomo de polvo empañaba los muebles.
La trastienda era almacén y al mismo tiempo comedor, y los fardos de pañuelos y lanas servían de aparador a la cacharrería, cuyo brillo se empañaba diariamente con repetidas capas de polvo.
Su vida había sido un tejido de felicidades, cuya brillantez empañaba solamente con negra sombra de dolor la temprana muerte de la señora reina, persona muy cabal y hermosa, a quien Su Majestad había querido con todo su corazón.
El sol caía como una inmensa caricia de oro y de fuego sobre la plaza de la Constitución, las gentes desfilaban rápidas por las aceras al amparo de la sombra que proyectaban toldos y marquesinas, los establecimientos defendían sus puertas y escaparates con rojos cortinones, los cocheros dormitaban en el interior de sus vehículos, un elegante quiosco y dos o tres improvisados tenderetes, casi del todo cubiertos de flores, ponían en el cuadro una nota de frescura, ni la más ligera nube empañaba el azul purísimo del cielo, los vendedores de periódicos guarecíanse bajo los balcones.
Mientras mi memoria se empañaba con estos recuerdos, una claridad rojiza se.
¡Qué calmo así esperaba el cansancio! Un burdo sopor empañaba mi pensar.
Únicamente los verdaderos enamorados podían beber de esa copa, porque si la tocaban unos labios falsos, el cristal se empañaba, quedándose gris y manchoso.
Una verdosidad ligera lo empañaba.
En este cielo alegre y sonrosado en que de tal modo despilfarraba sus luces la estrella de mi fortuna, había una nube negra que a veces la empañaba y muy a menudo me entristecía.
Ni una nube empañaba el cielo.
Hizo don Álvaro un movimiento tal de alegría al escucharle y de tal manera se barrió repentinamente de su semblante la nube de disgusto que casi siempre lo empañaba, que el escudero no pudo menos de maravillarse.
Otro día, notando que cuando quería leer, la imagen pérfida de aquella mujer empañaba mis ojos con lágrimas y me entrampaba los renglones, me decidí a escribirle una carta lacónica y explícita, rogándole que me dejase en paz, que tuviera compasión de mí, pues era la primera vez que una mujer, a quien ningún daño había hecho, me martirizaba y se divertía conmigo, haciéndome llorar y quitándome el sueño.
De la pared pendían las coronas que en ocasión de apoteosis solemne le habían sido ofrecidas: ni un átomo de polvo empañaba su follaje dáfneo.
Aquí dio fin y término otra vez mi ya vacilante serenidad, y el «nudo» que me estaba oprimiendo la garganta rato hacía, trocóse en humor benéfico que me empañaba los ojos y crecía por el contagio del llorar de las mujeres que me acompañaban en el cuarto, y que, al fin, llegaron a contaminar a Neluco, médico y todo, mientras volvía a oírse afuera la nota triste de antes recorriendo los grupos y las masas de aquellas compungidas y humilladas gentes.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba