Ejemplos con doloridos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Andrés ya se incorporaba rugiente, mascullando amenazas espantosas, y la muchacha, sin dar un grito, con los labios secos y los ojos llenos de llanto, le esperaba inmóvil, apoyando en la ventana sus brazos doloridos, sumida en un desesperado propósito.
Los uniformes de fatigada suciedad se refrescaban con la blancura de los vendajes que sostenían los miembros doloridos o defendían las cabezas rotas.
El labriego, el artesano, el pequeño propietario, que pierden sus cosechas o las perciben escasas tras largas penalidades, que viven en casas pobres y visten astrosamente, sienten sus espíritus doloridos y se entreganpor instinto, por herenciaa estos consuelos de la resignación, de los rezos, de los sollozos, de las novenas, que durante todo el mes, durante todo el año se suceden en las iglesias sombrías, mientras las campanas plañen abrumadoras.
Me sentía con todos los huesos doloridos, el entendimiento envuelto en pesadísima niebla, la memoria como desleída en una papilla opaca.
Tenía los pies doloridos y andaba penosamente.
Gil de la Cuadra probó a levantarse del lecho, pero sus miembros doloridos le negaron todo movimiento, y después de incorporarse ligeramente, cayó inerte, lanzando ardiente resoplido.
-No estoy buena -dijo la mujer mística restregándose entrambos ojos, como si los tuviera doloridos por la vigilia o cansados de mirar-.
Durante algunos minutos permaneció inmóvil, apoyada contra el viejo muro de adobe, después, recobrada algo, echó a andar, pero sus piernas temblaban, el viento hería sus pulmones doloridos, su cuerpo desfallecía.
Allí podían exhalarse en libertad los gemidos y los ayes doloridos, sin que los transeúntes, que hacen de una visita al Padre Lachaise, una partida de campo o una cita de amor, pudiesen turbar con su canto, con sus gritos o con sus carreras la muda contemplación o las oraciones bañadas de lágrimas del que visitaba la tumba.
-Servidor de ustedes -responde Gedeón haciendo su poco de encorvadura en los riñones, por no permitirle más finezas de gimnasia sus miembros doloridos.
En sus playas, pues, teníamos que redactar una especie de fe de livores, ante los doloridos espectros de aquellas pobres gentes, -dado que se nos aparecieran.
mientras se ligaba los músculos doloridos de la muñeca.
El viajero fue a sentarse junto al hogar y extendió hacia el fuego sus pies doloridos por el cansancio.

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