Ejemplos con diréis

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En ellos y en su lozano rostro encendido por el calor y el entusiasmo fijé yo los míos, y para ella dije: Pedid al Santo Padre su bendición y os la dará gozoso, y vosotros le diréis: 'Santísimo Padre, mandad al punto a vuestro nuevo territorio todos los frailes y monjas que tengáis disponibles, y que sean de diferentes órdenes, sin que ninguna falte, y con la sola invasión de esa católica hueste, dad por conquistado vuestro reino, y bien asegurado contra heresiarcas y contra la peste de nefandos políticos.
Cantad, gallitos míos, en el muladar, que ya me lo diréis cuando os lleguen al cuello las basuras y no podáis echar la voz, cantadme la tonadilla de libertad y moderación, y abrid luego la boca para que os echen la miel que le echaron al asno.
Pero me diréis: ¿Y esas haciendas, esas fincas, que, como Santa Clara y Mata-Espesa, levantan prodigiosas cosechas? ¿Santa Clara, Mata-Espesa, dijisteis? Pues queda dicho todo.
Ella inició el sacrílego comercio, que ya ha trascendido hasta nosotros, de las , y vende en las avenidas del Cementerio del ! ¡Allí encontraréis epitafios de padres a hijos y de esposas a esposos, a cinco francos el lamento! Cuando perdáis un pedazo de vuestro corazón, ya no tendréis que llorarlo, sino que iréis a aquellos almacenes de sensibilidad y diréis al mercader de lágrimas:— Deme usted una corona de , o una lápida de.
Pero diréis, y con razón: el autor está loco:.
¡Ah cerrera, cerrera, Manchada, Manchada, y cómo andáis vos estos días de pie cojo! ¿Qué lobos os espantan, hija? ¿No me diréis qué es esto, hermosa? Mas ¡qué puede ser sino que sois hembra, y no podéis estar sosegada, que mal haya vuestra condición, y la de todas aquellas a quien imitáis! Volved, volved, amiga, que si no tan contenta, a lo menos, estaréis más segura en vuestro aprisco, o con vuestras compañeras, que si vos que las habéis de guardar y encaminar andáis tan sin guía y tan descaminada, ¿en qué podrán parar ellas?.
Señores, acercaos aquí: poned otra vez las manos en mi espada, y jurad por ella, que nunca diréis nada de esto que habéis oído y visto.
-Diréis que he dado una satisfacción al conde de Montecristo.
-Y ahora, Blacas, ¿qué diréis? -exclamó el triunfante monarca dejando de compulsar el volumen que tenía abierto delante de él.
-Pero Vampa y su banda -dijo Franz- son bandidos que detienen para robar, no lo negaréis, ya que tenemos muchas pruebas de ello, ¿qué diréis, pues, de la influencia que ejerce el conde sobre semejantes hombres?.
, a eso de mediodía pasaréis a casa de Rosa, le diréis que iré, como me ha invitado, a cenar con ella al salir de la ópera, y le llevaréis seis botellas de vinos de Chipre, de Jerez, de Málaga, y un barril de ostras de Ostende.
-Sí, sí, le pediréis una de sus cajas de licores, la mía está incompleta, y le diréis que tendré el honor de pasar a su cuarto a eso de las tres, y que le pido permiso para presentarle una persona.
¿No me diréis alguna palabra de consuelo?.
La entregaréis al conde de Montecristo, y le diréis que al ir a la Cámara, mi amo se ha vuelto para tener el honor de verle.
? Así que os excuséis de vuestra tardanza, me diréis qué significa ese nuevo traje que habéis adoptado, y que casi ha sido la causa de que no os reconociera de momento.
-La segunda, que no le diréis que vuestro padre ha servido al suyo.
-Contaréis lo demás, señor abate, diréis que se hace llamar Cavalcanti, que vive en la fonda del Príncipe, y que.
-¡Ah! Lo diréis todo.
,Hamlet:Que nunca diréis lo que habéis visto.
Cuando os veáis en su presencia y os interrogue acerca de vuestro oficio y de las ganancias realizadas en el país de los rumís, le diréis:.
Mañana a la hora del recreo os reuniréis todos en torno a Agib y os diréis los unos a los otros: ¡Por Alah! ¡Vamos a jugar a un juego maravilloso! Pero para jugarlo es preciso que diga en alta voz cada uno su nombre, y el nombre de su padre y de su madre.
¡Oh mi hermoso gato! Él me extrañará y me buscará melancólico cuando yo haya muerto, mientras vosotras, queridas mías, diréis al son de ese vals que ha discurrido el diablo: «Descanse en la tumba doña Isabel, puesto que ya ha pasado el tiempo de los minuets».
, ¿si será vieja la cuestión que nos ocupa? Pero aquí se trata, me diréis, de una calleja.
Diréis que en materias de buen gusto, de lógica, de erudición, de racionalidad, de talento, nadie chiste contra nosotros, nadie nos inquiete, advirtiendo que de hoy en adelante a todo crítico se le llamará envidioso, a toda prueba, calumnia, a toda censura, libelo, y a todo raciocinio, personalidad e insulto.
Diréis que para que la nación acabe de iluminarse es necesario que el ramo de literatura se estanque como los naipes y el aguardiente, siendo nosotros los administradores que podamos impunemente dar lecciones al público, ya en papelillos sueltos, ya en tomos de tres puentes, ya de viva voz en las tabernas honradas de la corte, en sus librerías y concurrencias, o ya remitiendo nuestros áureos dramas al gran teatro.
Diréis, además, que nosotros los que tales obritas hicimos y haremos, no somos poetillas hueros, trasgos ridículos, ni cuervos raucos, sino filomenas dulcísonas y sirenas machos que con vuestro influjo y aprobación hemos cantado, cantamos y cantaremos hasta soltar la piel.
Así que me hayáis oído, diréis si soy o no soy tan culpable como creo ser.
Me diréis que Damián era también un rústico y zafio aldeano, y que, por consiguiente, acabo de decir que no le gustaba a Carmelita.
Diréis que de puro verdad es necedad: ¡buen achaquito, hermanos vivos! La verdad así decís que amarga, poca verdad decís que es mentira, muchas verdades que es necedad.
Os ruego, pues, que salgáis garantes por mí cerca de Critón, pero de una manera muy contraria a como él quiso serlo para mí ante los jueces, porque respondió por mí que me quedaría, vosotros diréis por mí, os lo ruego, que apenas haya muerto me iré, a fin de que el pobre Critón soporte más dulcemente mi muerte y que al ver quemar o enterrar mi cuerpo no se desespere como si yo sufriera grandes dolores y no diga en mis funerales que expone a Sócrates, que se lleva a Sócrates y que entierra a Sócrates, porque es preciso que sepas, mi querido Critón, que hablar impropiamente no es sólo cometer una falta en lo que se dice, sino hacer daño a las almas.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba