Ejemplos con desgraciada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sobre todo, si es desgraciada será por culpa suya, por no tomar la cosa naturalmente.
Pero, aun así y todo, estoy convencida que mucho más desgraciada sería casándose en tales circunstancias, y que diría infinitas más veces: ¿por qué me habré casado? , de las que ha de decir: ¿por qué estorbaron que me casase? Con eso, mi conciencia se queda tranquila, y no tengo inconveniente en desbaratar ese desatentado casorio.
Y algo peor: yo he contribuído, con mi aturdimiento insensato, a hacer desgraciada a Angustias, quizás a don Pedrito, y, desde luego, a ustedes.
Comprendo la magnitud del dolor que a ustedes causará la forma violenta de mi inquebrantable resolución, y le lloro con el alma, porque es muy grande el amor que les profesa su desgraciada hija,.
Impidiendo el matrimonio, ¿decretamos que Angustias sea una desgraciada? Yo digo que no, eso es pan de todos los días.
Amé a Lucy porque era desgraciada e iba a morir, te amo, Sagrario, porque eres en plena juventud una desterrada de la vida, a la que nadie puede querer.
Adoro a la mujer cuando la veo desgraciada y triste.
¡Pobre niña! Piensa que ha sido muy desgraciada, recuerda con qué franqueza, con qué sublime sencillez te contó la triste historia de su vida.
Reconozco que si encontrase un hombre honrado, trabajador y humilde como yo, que quisiera admitir a mi desgraciada amiga, me tendría por muy feliz.
¡Pero cuán desgraciada era! ¡Para ella toda fiesta había de traer el consiguiente disgusto! ¡Allí estaba él! ¡! el posma , aquel Andresito, que de novio era un estúpido, y de amante despreciado y terco una insufrible calamidad.
Pero, desgraciada, ¿de dónde quieres que saque yo ocho mil reales? Tú te figuras, por lo menos, que yo apaleo las onzas.
¡Pobre niña desgraciada, huérfana, víctima del infortunio! Me amaba, había escuchado mis ruegos, me había dado su corazón, aquel corazón hecho pedazos por el dolor, y yo pagaba tanta ternura con el olvido.
Usted, amiga mía, amiga cariñosa,le diríausted sabrá, antes que nadie, que en la dicha de esa joven, que es y ha sido muy desgraciada, cifro todas mis ilusiones, ¡todas mis esperanzas! Estoy lejos de ella, muy lejos, hace mucho tiempo que no la veo, y necesito oir su nombre, ¡necesito que alguno sepa que la amo, que la adoro!.
¿Quiénes me amaban? Dos ancianas que estaban, sin duda, a orillas del sepulcro, un pobre médico, rendido al peso de los años, un buen servidor, un maestro de escuela, enfermo y miserable, una niña desgraciada, huérfana, condenada a padecer.
No dejes de escribirme, te lo ruego, y ¡ámame, ámame como yo te amo! Piensa que he sido muy desgraciada, que estoy sola, casi sola en el mundo, porque el santo anciano, que ha sido para mí un verdadero padre, vivirá poco, y el día que me falte.
Amaba yo a Angelina, la amaba con toda el alma, y no por hermosa, sino por buena y desgraciada.
¿Y esa es la triste historia de tu vida? ¿A qué decirme, Linilla mía,repusetodo esto que me apena y aflige? ¿A qué poner en duda mi cariño, que en duda le has puesto cuando me desgarrabas el corazón, diciendo que no eras digna de mí? ¿Indigna de mi amor, Linilla mía? ¿Por qué? ¿Porque has sido desgraciada, porque eres huérfana? Al contrario, niña mía: ¿qué mayores motivos para ser amada?.
¿Eres desgraciada? Yo también lo soy.
Quedito, muy quedito, temeroso de que alguno me oyera, decía yo el nombre de la dulce niña, como si ella estuviera cerca de mí y pudiera escucharme y fuese yo a decirle: ¡Angelina, te amo, te amo! ¡Ámame! ¿Eres desgraciada? Yo también soy desgraciado.
La pobrecita ha sido muy desgraciada.
¿Qué es eso de creer que la vida es mala? No, señor mío, ni yo que he sido tan desgraciada tengo esas ideas.
Ella es la que me hace desgraciada, robándome a mi marido Porque es mi marido: yo he tenido un hijo suyo y ella no Vamos a ver, ¿quién tiene más derecho? Entrañas por entrañas, ¿cuáles valen más?.
Mujer tan desgraciada no creo que haya nacido.
Todo aquel llanto era el disimulo de tantísimos días, sospechar callando, sentirse herida y no poder decir ni siquera ¡ay! Esto es horrible, esto es espantoso, no hay mujer más desgraciada que yo Y lo que es ahora, te aborreceré de veras, porque yo no puedo querer a quien no me quiere.
¿Pero esto podría ser? Las ansias amorosas se cruzaban en su espíritu con temores vagos, y al fin venía a considerarse la persona más desgraciada del mundo, no por culpa suya, sino por disposición superior, por aquella mecánica espiritual que la empujaba de un modo irresistible.
¿Qué he de tener, desgraciada de mí?exclamó al fin bebiéndose sus lágrimas, sino que hoy, sin saber por qué ni por qué no, me veo tal y como soy, soy mala, mala, más que mala, y se me vienen al filo del pensamiento toditos los pecados que he cometido, desde el primero hasta el último.
Estaba pobre, había sido muy desgraciada.
Baldomero, y el ejército había salvado a la desgraciada nación española.
Ya ve la señora si soy desgraciada.
Entretenida Jacinta con los comentarios que el otro iba poniendo a la rápida visión de la costa mediterránea, condensaba su ciencia en estas o parecidas expresiones: ¿Y la gente que vive aquí, será feliz o será tan desgraciada como los aldeanos de tierra adentro, que nunca han tenido que ver con el Gran Turco ni con la capitana de D.

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