Ejemplos con daré

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Recuerda usted que un día le dije: ya daré, ya daré en el blanco? Pues ya he dado, ya he dado.
Te daré entierro en la fosa de mi triste corazón.
Yo en este caso soy, ante todo, montañés, y quizá me equivocaré y daré a Pereda un mal consejo excitándole, por su gloria misma, a no salir de y a no hacer caso de los que encuentran limitados sus.
Mañana le daré a usted otra prueba más de que el bien del país es su único afán.
Lucigüela de mis pecados: ay, hija, ¡y qué bien pintamos las cosas para dejar a nuestra personita en el lugar más lucido! Misericordia, ¿eh? ¡yo te daré la misericordia! Has hecho mal, remal, en escribir esa cartita a hurtadillas de tu cónyuge, y no me sorprende que él se haya puesto hecho un dragón.
¡Hermano, yo nada quiero de toda esa plata! Llega te daré los brazos para que subas.
Vos daré asados los cuernos de una cabra.
Yo mataré en el corazón de Ernesto esa pasión funesta yo seré su ángel tutelar y cuando le vea yo regenerado, cuando haya dejado para siempre ese vicio horrible ¡le daré mi mano! Dicen que soy hermosa, dicen que soy inteligente, que soy amable.
No tengo ahora la cabeza para cuentas, pero creo que arreglando tus negocios todavía salvaré algún piquillo de tu embrollada fortuna, y con esto y lo que yo os daré podréis vivir como viven esas personas honradas y modestas a las que llamáis cursis despreciativamente.
Entonces, venga usted mañana a las tres y le daré el dinero.
Les daré una peseta de aguinaldos, lo único que se puede permitir un tío pobre.
Yo te daré una pistola para que vayas armado.
Le aumentaré los emolumentos, le daré cinco pesos más.
Tan hueca se puso al oírme decir esto, que aún creo que le nacía un pecho nuevo Oye lo que tienes que hacer cuando esto se realice: Yo te daré una cantidad que le entregarás a ella el primer día, suplicándole que te la coloque.
¡Virgen del Carmen, si se va en sangre! Pero esta gentuza, ¿cómo es que la abandona así? ¿No vieron el peligro? Y ese médico, ¿en qué está pensando? ¡Qué compromiso! ¿Y qué le diría yo? Aquí hay medicinas, se las daré.
Me he dicho mil veces: ‘¿daré el estallido o no daré el estallido?’.
Pero yo te respondo, picaronaza, de que con esa no te sales ¡A San Sebastián nada menos! Estás fresca Ya te daré yo .
Le daré otro achuchón a Cárdenas.
¿No ves que la traté bastante en vida de Jáuregui, que, entre paréntesis, era un hombre excelente? Ya te daré una lección larga sobre el tole tole con que debes tratarla, una mezcla hábil de sumisión e independencia, haciéndole una raya, pero una raya bien clarita, y diciéndole: de aquí para allá manda usted, de aquí para acá estoy yo.
Confiese usted a mí, que soy un amigo leal, y le daré buenos consejos.
En esto pasas el tiempo ¿No te da vergüenza de andar con la ropa llena de agujeros, y en vez de ponerte a coser te da por atusarte las crines? ¡Presumida, sinvergüenza! ¿Y la cartilla? Ni siquiera la habrás mirado Ya, ya te daré yo pelitos.
Ahora bien, sea así como vuestra merced dice respondió Sancho, vamos ahora de aquí, y procuremos donde alojar esta noche, y quiera Dios que sea en parte donde no haya mantas, ni manteadores, ni fantasmas, ni moros encantados, que si los hay, daré al diablo el hato y el garabato.
Lo que has de hacer es apretar bien las cinchas a Rocinante y quedarte aquí, que yo daré la vuelta presto, o vivo o muerto.
Yo daré veinte de muy buena gana dijo don Quijote por libraros desa pesadumbre.
Y yo se lo daré a entender, a pie o a caballo, armado o desarmado, de noche o de día, o como más gusto le diere.
Pregunte vuestra merced lo que quisiere respondió Sancho, que a todo daré tan buena salida como tuve la entrada.
Pero lo que pienso hacer será caminar apriesa y llegar presto donde está este gigante, y, en llegando, le cortaré la cabeza, y pondré a la princesa pacíficamente en su estado, y al punto daré la vuelta a ver a la luz que mis sentidos alumbra, a la cual daré tales disculpas que ella venga a tener por buena mi tardanza, pues verá que todo redunda en aumento de su gloria y fama, pues cuanta yo he alcanzado, alcanzo y alcanzare por las armas en esta vida, toda me viene del favor que ella me da y de ser yo suyo.
Y, prosupuesto que ninguna cosa de cuantas me dijeres en contra de mi deseo ha de ser de algún provecho para dejar de ponerle por la obra, quiero, ¡oh amigo Lotario!, que te dispongas a ser el instrumento que labre aquesta obra de mi gusto, que yo te daré lugar para que lo hagas, sin faltarte todo aquello que yo viere ser necesario para solicitar a una mujer honesta, honrada, recogida y desinteresada.

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