Ejemplos con colmaba

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Su sueños comienzan a ser realidad: Mi estancia en Madrid me colmaba de alegría ante la perspectiva de poder continuar los estudios en el Real Conservatorio de Música y Declamación, para cuyos exámenes de ingreso y de lo que pudiese me preparaba.
En fuerza de imaginar luctuosas peripecias, el pecho se le colmaba de impulsos vehementes, a manera de necesidad perentoria de acción, y acción cruel.
La certidumbre de ser amado por ella le colmaba de una alegría tan límpida, que en su ser no quedaba ninguna otra energía para ningún otro objeto.
Ver que su decantada eternidad de sentimientos flaqueaba, prever que iba a caer como caen todas, poder decirla:¿Ya ves? ¿Dónde están tus leyes morales? ¡Tú también haces como las demás, lo que te place!era algo que me colmaba de júbilo.
Pues mira tú, eso sí que no me importa nada, porque díme: ¿no has vivido santamente y con la mayor holgura en nuestro pueblo sin que hicieras ninguno de esos papelones? ¿Por ventura, cuando allí nos sobraba todo, y teníamos para dar al pobre, eras tú y yo ? No éramos públicos, sino honrados y trabajadores, nada debíamos a nadie, y el Señor nos colmaba de bendiciones.
La profusión de esta rica tela en colcha, almohadones y cortinas le colmaba de inquietud y ansiedad.
Pero el pobre niño no sufría las reprensiones de su hermana, se revelaba contra ella y la colmaba de insultos.
Y el desconsolado padre, saltándosele las lágrimas, atraía hacia sí a las niñas y las colmaba de besos, y alisaba sus cabelleras sedosas y rubias, y arreglaba sus vestidos, en cuyo desaliño se echaba de ver la falta de la solícita mano maternal.
El corazón de Séfora se colmaba, como un cuenco donde el vino aromado de las granadas rebosa.
Nureddin permaneció algún tiempo en casa del visir, y el visir le veía diariamente y le colmaba de consideraciones y favores.
¡Alah lo haya recibido en su misericordia! Pues tu padre era acreedor mío por todos los beneficios de que me colmaba.
Miguel labraba sus tierras, y Dios le colmaba de riqueza.
César Borgia le colmaba de halagos y caricias.
Más que su mezquindad dolíale el egoísmo feroz de esa gente que lo colmaba con injurias después de arrebatarle el fruto de su trabajo.
Ana se colgó de su cuello, y aunque le colmaba de caricias, anhelante y llorosa, el hombre parecía una estatua.
La luna, entre unas nubes enormes que se rajaban de abajo arriba, encendía de blanco en el patio el agua que todo lo colmaba.
Por de pronto, allí no se hablaba de otra cosa, y muy principalmente de noche en las tertulias de la cocina, que se colmaba de gente a pesar del frío y de la nevasca.
La idea del tremendo peligro pasado aún estremecía sus carnes, el recuerdo de cómo lo conjuró con un prodigioso rasgo de inteligencia la colmaba de vanagloria.
La compañía de mi madre colmaba todos los anhelos de nuestro corazón, y como sociedad, bastante teníamos con los amigos que nos visitaban, descollando en nuestro afecto el Sr.
¡Pero hay más aún! cuando un extranjero, tras de aceptarle su hospitalidad y experimentar los efectos de su esplendidez y de su generosidad, le relataba algún cuento desconocido todavía para el monarca o alguna historia hermosa, el rey Kendamir le colmaba de favores y de beneficios, y no le enviaba a su país hasta que había satisfecho sus menores deseos, y hacía que le acompañara durante todo el viaje un cortejo espléndido de jinetes y esclavos a sus órdenes.
Durante la feliz travesía no salió Prim del camarote del capitán, que le colmaba de finezas y obsequios.
No necesito decir que en mis tardes del Congreso me vi asaltado por nuevos y más engorrosos pretendientes, a los cuales mi furibundo altruismo colmaba de risueñas esperanzas.
-Carmen no desdeñaba la coquetería, y aprovechó su cambio de posición y los presentes con que se la colmaba en todas partes, como a la Coya esposa del Hijo del Sol.
Diríase que la Providencia cristiana, no menos caprichosa a veces que la pagana Fortuna, se había propuesto abrumarle de bienes positivos, negándole los que su corazón apetecía, y le colmaba de frutos riquísimos sin dejarle ver y gozar la flor hermosa del amor.
Asimismo la tuvo que pagar bien, pero esta adquisición colmaba sus deseos, hacía de su sueño dorado casi una realidad.

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