Ejemplos con cerro

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

a Lepe, del actual departamento de Melipilla, que queda al Norte de la línea de cumbres entre el cerro del Roble Alto y el cerro de Las Cardas, pasando por el Alto de Carén, el cerro de Los Morros y el paso de los Padrones sobre el Estero de Puangue.
Cerro Matoso, mina de ferroníquel en el municipio de Montelíbano departamento de Córdoba,.
Se encuentra el significado de Cuautepec, en dos vocablos del náhuatl cuauhtli:águila y tepetl: cerro, En el cerro de las águilas.
Con el paso del tiempo, el hombre fue convirtiéndose en agricultor, ya que comenzó a dedicarse a la siembra de cereales, como principalmente el maíz, también comenzaron a construir unas pequeñas chozas de madera a orillas de un río que dividía a este gran valle que aún no tenia nombre, este río, cuyo nombre era cedros, se le llamaba así porque este río brotaba de las orillas de un gran árbol de cedro, que se encontraba en la parte alta del cerro del Picacho.
el dios Xolotl inmigró hacia lo ahora conocido como Tenayuca, venía acompañado por sus hijos y su esposa llamada Amaqueme, al llegar ahí fundan Tenayuca, después subieron al cerro del Tenayo, en el cuál, lanzó cuatro flechas, una hacia cada punto cardinal y fue como repartió tierras a sus cuatro hijos.
El embalse de Cerro Alarcón fue diseñado por los ingenieros A.
La excavación se comenzó por la base del cerro.
Hallaron a las diez del dia, en la costa del sur, un arroyuelo que baja de una fuente bastantemente caudalosa, que está en lo alto de la quebrada de un cerro, y dista cinco leguas del puerto.
A las tres de la tarde, les entró una turbonada por el sud-oeste, que hubieron de aferrar las velas, viendo a la misma hora en una nube negra una manga de agua, que se levantaba a lo alto como un cerro.
A las tres de la tarde, tuvieron por el sud-oeste el cerro del rio de Santa Cruz, que es una punta de tierra alta, toda árida, con un mogote alto a la punta.
A las cinco estuvieron este-oeste, con dicho cerro, en catorce brazas de fondo de cascajo, a poco mas de dos millas de la tierra.
Al ponerse el sol sintieron el ambiente muy cálido, cosa extraordinaria en estas costas: dieron fondo con un anclote al sud-oeste, un cuarto al sur de un cerro, el mas alto de esta costa, distante seis leguas.
Casi al oeste de la boca del puerto está un cerro muy alto, el cual yendo del nord-este, se vé de muy léjos, por ser el mas alto que se vé en esta costa, y de léjos parece como isla, y acercándose algo mas, se ven las puntas de otros tres cerros, que tambien parecen islas, hasta que de mas cerca se vé que son tierra firme.
Este era un regato, el cual regato nacía en un cerro vecino, y dejando morirse de sed durante el verano a la pobre campiña que atravesaba, tenía la desvergüenza de inundar varias veces cada invierno, y merced a las aguas que le prestaban las lluvias y las destilaciones del cerro, la parte más baja de la villa a cuya proximidad pasaba.
Le mostró con la mano el cerro de la ermita, que se veía a lo lejos.
A derecha e izquierda las montañas de Mata-Espesa, cubiertas con la exuberante vegetación de las tierras calientes, el cerro de los Otates que, visto desde el punto en que yo estaba, parece un camello que postrado en la arena aguarda el soplo abrasador de los desiertos.
Algunos, pocos, lo hacen así, los más, a los dos o tres años de haber llegado, son ya unos villaverdinos completos, ni más ni menos que si allí hubieran nacido, como si de rapaces hubiesen guerreado en homéricas pedreas al pie del cerro del Cristo, en pro o en contra de la Escuela del Cura, como si hubieran en las dehesas del Escobillar, y aprendido latines en los bancos del.
¡Al cerro del Cristo, a las dehesas del Escobillar, a cortar guayabas en las sabanillas que bordan las orillas del Pedregoso!.
¡Para legua y media escasa! ¡Y con una tarde hermosísima! Apoyándose en un palo, dando tiempo a que anocheciese, deteniéndose a cada rato para recrearse mirando el paisaje, no tardó mucho en llegar al cerro que domina el caserío de Naya, tan oportunamente que vino a caer en medio del baile que, al son de la gaita, bombo y tamboril, a la luz de los de paja de centeno encendidos y agitados alegremente, preludiaba a los regocijos patronales.
A tiempo que la comitiva entraba en la cocina, hallábase acurrucada junto al pote una vieja, que sólo pudo Julián Álvarez distinguir un instantecon greñas blancas y rudas como cerro que le caían sobre los ojos, y cara rojiza al reflejo del fuego, pues no bien advirtió que venía gente, levantóse más aprisa de lo que permitían sus años, y murmurando en voz quejumbrosa y humilde: Buenas nos dé Dios , se desvaneció como una sombra, sin que nadie pudiese notar por dónde.
Debe este su ser al expresado Cerro de Calilegua, y al tributar este aguas al de Jujuy, forma una grande laguna al lado del poniente.
Nace este, como el antecedente, del Cerro de Calilegua, y dista ocho leguas de las antecedentes juntas, las que caminamos en cinco dias.
Este Rio de Ocloyas es de mas aguas que el de Ledesma: debe su origen al famoso Cerro de Calilegua, que está a la parte del poniente, y su curso va al naciente.
Este dia salí, aunque con trabajo, a la Punta Rubia a reconocerla, y puse una baliza sobre un cerro, por la cual se conoce cuando se halla en la canal entre los bajos y tierra firme, y mandé algunos marineros a cazar, porque nos hallamos faltos de carne, a los que se les dieron algunas balas de fusil.
Y ¿qué se me da a mí añadió Sanchica que diga el que quisiere cuando me vea entonada y fantasiosa: Viose el perro en bragas de cerro.
¿Por ventura son mis carnes de bronce, o vame a mí algo en que se desencante o no? ¿Qué canasta de ropa blanca, de camisas, de tocadores y de escarpines, anque no los gasto, trae delante de sí para ablandarme, sino un vituperio y otro, sabiendo aquel refrán que dicen por ahí, que un asno cargado de oro sube ligero por una montaña, y que dádivas quebrantan peñas, y a Dios rogando y con el mazo dando, y que más vale un toma que dos te daré? Pues el señor mi amo, que había de traerme la mano por el cerro y halagarme para que yo me hiciese de lana y de algodón cardado, dice que si me coge me amarrará desnudo a un árbol y me doblará la parada de los azotes, y habían de considerar estos lastimados señores que no solamente piden que se azote un escudero, sino un gobernador, como quien dice: bebe con guindas.

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