Ejemplos con cerrojazo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

-¡Ay, qué gracioso! Pero ¿es que se cree usté que es onjana? Lo que yo digo no tiée corteza, to es migajón, mi primo hermano es lo que yo digo que es, y no tenía más remedio que serlo por aquello de que de casta le viée al galgo el ser rabilargo, poique su padre, que era hermano de mi madre, dicen que era un hombre que cuando soplaba con chingares jacía más viento que un temporal. Y, sigún me contó a mí mi pairino, el señor Toño el Clavija, al que ustés conocerán porque es más conocío que la ruá y tiée un puesto de berza pela por medio con el de Antoñico el Cerrojazo, que tamién se las trae, poique ese Cerrojazo fue el que mató a Toñico el Cardenales en la calle de la Armona, que ustés oirían contar la faena poique la cosa dio mucho ruío y con razón, poique el Cardenales la pintaba de retaco sin seguro y además le había dao mucho cartel el haberle quitao como le quitó a un tal don Curro la jembra que tenía, que, según cuentan, era un monumento de bonita, con ca ojo como un tazón y con una mata de pelo más larga que una maroma, y con una boca que de rechica que era tenían que darle en píldoras los alimentos, y con un pecho más grande que un automóvil, y con una caera mas reonda que tina tinaja, y con dos pinreles que no abultaban ni lo que dos abalorios, y con un mo de reír que cuando se reía se le secaban las lágrimas a la Santísima Virgen de las Angustias y, en fin, una gachí de las de chipé, de las que yo quisiera a la verita mía pa mi consuelo cuando me llegara mi hora.
Y, sigún me contó a mí mi pairino, el señor Toño el Clavija, al que ustés conocerán porque es más conocío que la ruá y tiée un puesto de berza pela por medio con el de Antoñico el Cerrojazo, que tamién se las trae, poique ese Cerrojazo fue el que mató a Toñico el Cardenales en la calle de la Armona, que ustés oirían contar la faena poique la cosa dio mucho ruío y con razón, poique el Cardenales la pintaba de retaco sin seguro y además le había dao mucho cartel el haberle quitao como le quitó a un tal don Curro la jembra que tenía, que, según cuentan, era un monumento de bonita, con ca ojo como un tazón y con una mata de pelo más larga que una maroma, y con una boca que de rechica que era tenían que darle en píldoras los alimentos, y con un pecho más grande que un automóvil, y con una caera mas reonda que tina tinaja, y con dos pinreles que no abultaban ni lo que dos abalorios, y con un mo de reír que cuando se reía se le secaban las lágrimas a la Santísima Virgen de las Angustias y, en fin, una gachí de las de chipé, de las que yo quisiera a la verita mía pa mi consuelo cuando me llegara mi hora.

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