Ejemplos con afeitas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Lavando el pelo de Tomín seis o siete veces, se lo pondrás rubio como el oro, le afeitas para no tener que pintar la barba y bigote, y con esto y un poco de francés chapurrado, ya le tienes de perfecto amolador.
-Es naturá, to eso es mu naturá -dijo Pepa con infinita amargura-, es mu naturá to eso. ¡Quién soy yo pa que tú te cases conmigo! ¡Una cualisquiera! Una guillaíta que se había criao en pañales mu probes, pero tan honraos u más que los tuyos, y cuando ya estaba criá, y cuando ya mi padre se había muerto, y vivía yo con mi probe vieja, trabajando pa vivir como Dios manda, vinistes tú con tus manitas lavás... ¡Y a qué hablar de aquello! Yo, que tenía dieciséis años, creí to lo que me dijiste, y mi vieja se me murió a poquito, no sé de qué, porque si el médico dijo que de un tifus, yo creo que se me murió de la pena, y de entonces acá he vivío jechita una esclava, ayunando un día sí y otro no, vestía de percalina en invierno, y en verano, en cueros vivos, sin tener a veces un mal jergón aonde recostar mi cuerpo, Pero to los tiempos no son iguales: tú has adelantao en tu oficio y ya ganas cuatro pesetas y lo que cae, y ya tiées un terno pa los domingos, y te afeitas toas las semanas, y nunca te falta el tabaco. Y ya se ve: un hombre en esas proporciones no puée pasarse la vía con un trasto como yo, y como la Lola tiée cuatro ochavos en la punta de un pañuelo, ¡velay tú!, te debes casar y te casarás con ella, porque es lo que tú te dirás: cuando a Pepa me la pía el cuerpo, allí la tendré siempre que quiera, que pa eso Pepa me quiere, y Pepa aguantará carros y carretones. Pero en eso cabalmente es en lo que tú te equivocas de medio a medio, porque en cuantito traspases las puertas de este cubril, yo te prometo que te arranco de mi corazón de un bocao, y que endispués de mascarte te escupo y te pisoteo, y no vuelvo a cruzar palabra con la tuya ni manque me llames a gritos cuando estés en tu agonía. ¿Tú te enteras?
¿Por qué te afeitas ya, pues te traspillas?.
Lavando el pelo de Tomín seis o siete veces, se lo pondrás rubio como el oro, le afeitas para no tener que pintar la barba y bigote, y con esto y un poco de francés chapurrado, ya le tienes de perfecto amolador.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba