Ejemplos con abencerraje
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Pero cuando se supo en Granada, muchos enemigos de Mohamed IX y del partido Abencerraje decidieron apoyar a Yusuf y abandonaron la capital con él.
Propone una generosa convivencia entre culturas dispares, idealizando el pasado, siendo en este sentido El Abencerraje la más utópica de las novelas moriscas.
Por último, en cuanto a las características intrínsecas de las historias, cabe señalar que son tanto El Abencerraje como Ozmín y Daraja son novelas, a la italiana.
-Abencerraje, tu frenesí no llega a embriagarme.
De suerte que, cuando el labrador le volvió a preguntar que cómo estaba y qué sentía, le respondió las mesmas palabras y razones que el cautivo Abencerraje respondía a Rodrigo de Narváez, del mesmo modo que él había leído la historia en La Diana, de Jorge de Montemayor, donde se escribe, aprovechándose della tan a propósito, que el labrador se iba dando al diablo de oír tanta máquina de necedades, por donde conoció que su vecino estaba loco, y dábale priesa a llegar al pueblo, por escusar el enfado que don Quijote le causaba con su larga arenga.
¿Qué santo se habrá empeñado para que mi tío se acuerde de mí? ¡Quince años hace que resido en esta tierra usurpada a Mahoma, y cata aquí la primera vez que me escribe aquel abencerraje, sin embargo de haberle yo escrito cien veces a él! ¡Sin duda me necesita para algo!.
¡Encontrar un zegrí a mitad del siglo XIX, y encontrarlo vestido a la inglesa, hablando el francés y el español perfectamente, cortés y flexible como un parisiense, tolerante y humano como el mejor católico! ¿Qué poeta imaginaría mayor fortuna? ¡Chateaubriand mismo me hubiera dado su abencerraje de papel, a trueque de mi zegrí de carne y hueso!.
-A mí me recuerdan siempre -continuó el poeta- aquel Último Abencerraje de Chateaubriand que vino a visitar religiosamente el que había sido Reino mahometano.
La cara del torero ensombreciose con una nube de tristeza romántica que le sentaba muy bien a su tipo de abencerraje cantor de las huríes ocultas tras la celosía de la Alhambra.
