Ejemplos con abencerrajes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el intento de reconciliar las diferentes facciones, los Abencerrajes no son reprimidos, al tiempo que se reparten mercedes y puestos a sus aliados: los Zegríes confirman el gobierno de Ronda y amplían su influencia a Málaga.
Los Abencerrajes fueron muy importantes en la vida política de Granada en el siglo XV, participando en las diversas revueltas socio-políticas que tuvieron lugar en ese clave periodo y contribuyendo a desencadenar la guerra civil que debilitó al reino nazarí y condujo al fin del dominio musulmán con la Guerra de Granada.
A los pocos meses, Muley Hacen se refugia en Málaga al ser destronado por su hijo Boabdil con el apoyo de los abencerrajes que habían regresado del exilio.
Fue uno de los líderes de la Rebelión de las Alpujarras y jefe de la todavía poderosa tribu de los abencerrajes.
No bien se supo en el Albaicin lo acontecido en la Alpujarra, FARAG ABEN-FARAG, riquísimo comerciante y tintorero de aquel barrio, descendiente de los Abencerrajes, y uno de los jefes de la conjuración, concibió y ejecutó un temerario proyecto, que no consultó ni con sus más íntimos amigos.
Los moriscos más principales, los más ricos mercaderes, los nietos de los Abencerrajes y de otras familias ilustres, conspiraban sin cesar, con la cautela y la astucia propias de la raza semítica.
El hombre misterioso se apoyó en mi brazo, y así dejamos la Sala de los Abencerrajes, atravesamos el Patio de los Leones, cruzamos el del Estanque y penetramos al fin en el Salón de Embajadores.
-¡Aquí -dijo-, sobre esa fuente de mármol que aún ve usted enrojecida, los valientes zegríes hicieron rodar la cabeza de los abencerrajes! ¡En ese patio y en esa sala moraban aquellas huríes, hijas del Yemen y de Damasco, que encantaron la vida de los soldados del Profeta! ¡Alce la vista, y contemple esos calados miradores, que aún visitará esta noche la inconstante Luna! ¡Mire esos techos bordados de oro y de carmín, y verá la misteriosa leyenda de cien gloriosos reinados!.
Así diciendo, cogióme una mano y me condujo a la próxima Sala de los Abencerrajes.
después llamaron de los Abencerrajes, porque entonces estos caballeros, tan valientes como.

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