Ejemplos con aberración

No se conoce si en el modelo de Le Sage efectos similares que compensen dicha forma de aberración tienen lugar.

De hecho, este tipo de lentes carecen de aberración cromática, es decir, su efecto no depende de la longitud de onda de la luz sobre la que actúan, sino que es igual para todos los rangos del espectro electromagnético, sea éste óptico, infrarrojo, ultravioleta o cualquier otro.

El espejo primario parabólico se sustituye por un espejo esférico y la aberración esférica se corrige con una placa de Schmidt en el espejo secundario.

La luz de diferentes longitudes de onda atraviesa la lente medio a diferentes velocidades causando una aberración cromática.

Los telescopios reflectores eliminan la aberración cromática pero poseen otros tipos de aberraciones ópticas.

Las curvaturas de la lentes y el material utilizado se diseñan para limitar al máximo el grado de aberración esférica y aberración cromática del instrumento.

Una vez superada la crisis, la Argentina de Néstor Kirchner se aleja de sujeción de medidas económicas del FMI, lo que mantuvo durante los primeros años los niveles más altos de riego país en Latinoamérica haciendo de lo bonos argentinos poco atractivos para quien tuviera aberración a los riegos, trayendo dificultades a la hora de cubrir el déficit fiscal.

En apoyo de esta visión, McCreery destaca la alta correlación que se ha encontrado existe entre los resultados en la escala de Aberración Perceptual de Chapmans que mide la proclividad a las anomalías perceptuales, como es el caso de las alucinaciones, y la escala de Hipomania de Chapmans, que mide una tendencia a episodios de excitación acrecentada.

Desde es te punto de vista, sostuvieron que el sufragio universal era una aberración si de cien votantes que concurrían a los comicios, noventa no sabían leer ni escribir.

Pretendieron enterrarla en la iglesia de achtice, pero los habitantes locales decidieron que era una aberración que la Señora Infame fuera enterrada en el pueblo, y además en tierra sagrada.

Entiende que, lejos de ser una aberración, la tortura de herejes era, simplemente, una expresión lógica de la doctrina cristiana que, dice, estaba plenamente justificada por hombres como San Agustín.

La comunidad médica chilena consideraba la homosexualidad como una aberración y estaba al tanto de los estudios realizados a nivel internacional sobre el tema, aunque no le prestó gran importancia y lo relacionó principalmente con la masturbación.

Un reflector acoplado se puede utilizar para remover aberraciones en un haz de luz, reflejándola y haciéndola pasar de nuevo por el dispositivo óptico que causa la aberración.

El estudio de la teoría de Le Sage en el siglo XIX permitió identificar numerosos problemas estrechamente relacionados entre sí, entre los que se cuentan el enorme calentamiento, las órbitas inestables debido a resistencia y aberración como así también el indetectable apantallamiento gravitacional.

Acardius, monstruosa aberración mutante cuya habilidad es esencialmente la fuerza bruta de su enorme y deforme cuerpo, y la incapacidad de sentir dolor, se desconoce hasta qué punto Acardius está consciente de sus actos ya que, hasta donde se ha visto, la posibilidad de comunicarse con él es nula.

El caso es que Tristán, pasando la vida en el café y en los saloncillos de los teatros, juzgaba de buena fe por una increíble aberración de su espíritu que llevaba la existencia más adecuada para un literato.

¡Qué aberración! Pero hay algo que me exaspera aún más.

A , el oculto incentivo que la lleva hacia , por extraña aberración fisiológica, es la suciedad, la barbarie, el desaseo, la ingénita grosería de aquel semibruto.

¡Qué monstruosidad, qué aberración, quéy soltó un ajo mondo, lirondo y sonoro.

¡Sería una aberración! Luego este hombre debía de ser un hombre de provincias.

El instinto, que en él era poderoso, más que la inteligencia, le decía que sí, que era posible aquella aberración.

El instinto reprimido, al no encontrar el fruto sano y hermoso en plena madurez, buscaba en su aberración el verdor agrio que excita los nervios.

Jacobo respiró desahogado, como si viera ya con esto finalizado el negocio, y no ocurriéndosele otra cosa que hacer desde aquella hora hasta la del almuerzo, parecióle lo mejor meterse de nuevo en la cama, decididamente era una aberración incomprensible la de aquellas, gentes que se levantan antes de las doce del día.

Llegó resbalando sin violencias por la voluptuosa pendiente que lleva del placer al vicio, del vicio a la aberración, de la aberración al tedio, al desencanto, al espantoso vacío del corazón que produce vértigos en la cabeza y despeña al hombre en todas las locuras y en todas las infamias, en busca de placeres nuevos que despierten su sensualismo embotado, de impresiones desconocidas que sacien la voracidad de sus concupiscencias estragadas.

Y aunque nadie hubiera podido explicar la razón de ser de esta supremacía de que gozaba Currita en la corte, sin embargo, con esa vergonzosa condescendencia para el escandaloso que es a nuestro juicio el pecado capital de la alta sociedad madrileña y el origen y fuente de sus deformidades, todo el mundo, desde el caballero cumplido hasta el tahúr elegante, desde la dama honrada hasta la hembra sin decoro, se sujetaban a ella de modo más o menos directo, sin dejar por eso de proclamar que en belleza la aventajaban todas, en alcurnia la igualaban muchas, en riquezas la superaban bastantes, y sólo en audacia y desvergüenza caminaba siempre la primera ¿Sería, pues, esta la razón de ser de aquella supremacía? ¿Sería que a fuerza de ver refinado el vicio y respirar la atmósfera de escándalo llegan ciertas sociedades a la aberración de aquellos pueblos bárbaros que prestan su homenaje más profundo y su culto más entusiasta al ídolo más monstruoso?.

¡Pobre Teresa! Tal vez se imaginaba que las palabras de doña Manuela conmovían al descarriado, haciéndole entrar en el camino del arrepentimiento, no adivinaba ni aun remotamente que su marido, por una aberración extraña, en la que entraba por mucho el amor propio, comenzaba a entusiasmarse con la belleza algo marchita de la esposa de su antiguo principal.

Tirso, como si todo esto le alegrara, comenzó a mostrarse satisfecho sin disimulo y arrogante sin cautela: diríase que en la lucha jugaba algo su interés y que, por extraña aberración, veía más fácil el moralizar a su familia según se iba desquiciando la patria.

Y aun ahora, la tengo aquí fija y clara Será un delirio, una aberración, pero aquí dentro está la idea, y mi mayor desconsuelo es que no puedo ya, por causa de la muerte, probarme que es verdadera.