Buscar Poemas con Nobleza


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Se han encontrado 20 poemas con la palabra nobleza

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Guarda mundo tu flaca fortaleza

-- de Juan Díaz Rengifo --

Guarda mundo tu flaca fortaleza,
fortaleza de carne no la quiero,
quiero servir a Aquel, en quien, si espero,
espero hará de roble mi flaqueza.

Flaqueza en la virtud es gran vileza,
vileza no consiente un caballero,
caballero en la sangre, no en dinero,
dinero, que oscurece la nobleza,

nobleza verdadera en Dios se halla,
hállala el que, a sí mismo despreciando,
preciando solo a Dios, en él se honra.

Honra Dios a los suyos, cuando calla,
calla porque en silencio está ayudando,
dando paciencia y honra en la deshonra.

Poema Guarda mundo tu flaca fortaleza de Juan Díaz Rengifo con fondo de libro

José Martí

no me quites las canas

-- de José Martí --

No me quites las canas
que son mi nobleza:
cada cana es la huella de un rayo
que pasó, sin doblar mi cabeza.
Dame un beso en las canas, mi niña:
¡que son mi nobleza!

Poema no me quites las canas de José Martí con fondo de libro

Amado Nervo

Llénalo de amor

-- de Amado Nervo --

Siempre que haya un hueco en tu vida,
llénalo de amor.
Adolescente, joven, viejo:
siempre que haya un hueco en tu vida,
llénalo de amor.
En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío,
ve a buscar al amor.
No pienses: "Sufriré".
No pienses: "Me engañarán".
No pienses: "Dudaré".
Ve, simplemente, diáfanamente, regocijadamente,
en busca del amor.
¿Qué índole de amor?
No importa.
Todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas...
Pero ama siempre.
No te preocupes de la finalidad de tu amor.
Él lleva en sí mismo su finalidad.
No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras:
el amor lleva en sí su propia plenitud.

Siempre que haya un hueco en tu vida,
llénalo de amor.

Poema Llénalo de amor de Amado Nervo con fondo de libro

Lope de Vega

Liñan, el pecho noble sólo estima

-- de Lope de Vega --

Liñán, el pecho noble sólo estima
bienes que el alma tiene por nobleza;
que, como vos decís, torpe riqueza
esté muy lejos de comprar su estima.

¿A cuál cobarde ingenio desanima
segura, honesta y liberal pobreza;
ni cual, por ver pintada la corteza,
quiere que otro señor su cuello oprima?

No ha menester fortuna el virtüoso;
la virtud no se da ni se recibe,
ni en naufragio se pierde, ni es impropia.

¡Mal haya quien adula al poderoso,
aunque fortuna humilde le derribe,
pues la verdad es premio de sí propia!



Lope de Vega

Oh, nunca fueras, África desierta

-- de Lope de Vega --

Oh, nunca fueras, África desierta,
en medio de los trópicos fundada,
ni por el fértil Nilo coronada
te viera el alba cuando el sol despierta;

nunca tu arena inculta descubierta
se viera de cristiana planta honrada,
ni abriera en ti la portuguesa espada
a tantos males tan sangrienta puerta.

Perdióse en ti de la mayor nobleza
de Lusitania una florida parte,
perdióse su corona y su riqueza.

Pues tú que no mirabas su estandarte,
sobre él los pies, levantas la cabeza
ceñida en torno del laurel de Marte.



Lope de Vega

Pedro, a la sangre que por vos vertida

-- de Lope de Vega --

Pedro, a la sangre que por vos vertida
mostró para su fe tanta firmeza,
ofrece la católica nobleza
la limpia suya, a vuestros pies rendida.
De las cuatro azucenas guarnecida,
que dejó de Domingo la pureza,
esta Junta os elige por cabeza
puesto que la tenéis tan dividida.
Tended vuestro crucígero labaro,
Capitán general desta milicia,
que contra el fiero apóstata levanta.
La fe de vuestra muerte, ejemplo raro;
pues para el tribunal de su justicia
hizo las gradas vuestra sangre santa.



Jorge Manrique

coplas por la muerte de su padre 9

-- de Jorge Manrique --

Pues la sangre de los godos,
y el linaje y la nobleza
tan crecida,
¡por cuántas vías y modos
se pierde su gran alteza
en esta vida!
unos, por poco valer,
¡por cuán bajos y abatidos
que los tienen!
otros que, por no tener,
con oficios no debidos
se mantienen.
↑ Germanos nobles



Pedro Bonifacio Palacios

Invernal

-- de Pedro Bonifacio Palacios --

La tarde es lluviosa; del ramaje
penden como harapos destrozados,
los nidos de las aves enlutados
como el pálido verde del follaje.
Solo y silencioso aquel boscaje
de plumeros verdosos y mojados,
de áspides, de prados desolados,
parece un escuálido paisaje.
Donde se encierra la grandeza humana
con todos sus achaques y certezas,
con la infinita vanidad insana
de todas las antorchas de nobleza.
¡Bosque do se funde la campana
que tañerá mis horas de tristezas!



Rafael María Arízaga

Brasilia

-- de Rafael María Arízaga --

I

A la lumbre amorosa del Crucero,
fulgente en gemas de riqueza ignota,
una tarde estival, en la derrota
se cruzó de feliz aventurero.

A admirar su belleza el mundo entero
de sus hijos le envió múltiple flota,
y en sus venas vertió gota por gota
sangre de nueva estirpe: el brasilero.

De Iberia conoció los campeadores,
de Albión los libres y severos lores,
de la Galia gentil, la inmortal gesta;

y, madre ya de Ledos y de Andrades,
heroína de sus propias libertades,
¡alzó ante el Orbe la laureada testa!

II

La señora del Austro, soberana,
que en magno imperio dilatarse pudo,
no asió la lanza ni embrazó el escudo,
como soberbia Juno americana.

Soñó con la república romana
de la gloriosa edad; y en verbo agudo
execró de la fuerza el cetro rudo,
baldón eterno de la historia humana.

El mundo de los Arios, desde el Orto,
la miró entonces, en su nobleza absorto,
y en honor a sus ínclitas acciones.

De sus Sorbonas le franqueó la entrada
y la hizo presidir, de mirto orlada,
en la gran Sociedad de las Naciones.



Salvador Díaz Mirón

a ti

-- de Salvador Díaz Mirón --

Portas al cuello la gentil nobleza
del heráldico lirio; y en la mano
el puro corte del cincel pagano;
¡y en los ojos abismos de belleza!

hay en tus rasgos acritud y alteza,
orgullo encrudecido en un arcano;
¡y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza!

¡quiero pugnar con el amor; y en vano
mi voluntad se agita y endereza,
como la grama tras el pie tirano!

humillas mi elación y mi fiereza;
¡y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza!

xalapa. El 25 de mayo de 1901.



Salvador Díaz Mirón

A ti (Salvador Díaz Mirón)

-- de Salvador Díaz Mirón --

Portas al cuello la gentil nobleza
del heráldico lirio; y en la mano
el puro corte del cincel pagano;
y en los ojos abismos de belleza.

Hay en tus rasgos acritud y alteza,
orgullo encrudecido en un arcano,
y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza.

Quiero pugnar con el amor, y en vano
mi voluntad se agita y endereza,
como la grama tras el pie tirano.

Humillas mi elación y mi fiereza;
y resulto en mi prez un vil gusano
que a un astro empina la bestial cabeza.



Marcelino Menéndez y Pelayo

En el álbum de la Duquesa de Villahermosa

-- de Marcelino Menéndez y Pelayo --

Con larga mano te otorgó, señora,
Virtud, gracia y nobleza el alto cielo;
Es tu casta hermosura rico velo,
Digno del alma regia que atesora.

Tú del místico fuego guardadora,
Del desvalido perenal consuelo,
Pasas haciendo bien por este suelo:
La santa caridad tu techo mora.

Prez y decoro de tu estirpe clara,
Luz de tu esposo, gloria de tus lares
Más que por tiembres cien, por ti soberbios.

El sabio Salomón te comparara
A la amante mujer de los Cantares,
A la fuerte mujer de los Proverbios.



Miguel de Cervantes

Al túmulo del rey Felipe II en Sevilla

-- de Miguel de Cervantes --

Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla,
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?

Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!,
Roma triunfante en ánimo y nobleza.

Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria donde vive eternamente.

Esto oyó un valentón y dijo: «Es cierto
cuanto dice voacé, seor soldado.
Y el que dijere lo contrario, miente.»

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuése y no hubo nada.



Nicasio Álvarez de Cienfuegos

A un montañés

-- de Nicasio Álvarez de Cienfuegos --

No hay quien en la nobleza a mí me exceda
sobrepujo a los Cerdas y Quiñónez.
Los Requesens, los Laras, y aun Borbones
y al fin contrarrestarme no hay quien pueda.

Soy señor Montañés, con esto queda
dicho todo: resuenan mil blasones
por remotas y próximas regiones,
vuele mi fama y a ninguna ceda.

Los laureles se quiten luego a Apolo
ya que es mi voluntad, puesto que quiero
que proclamen y ensalcen a mí solo.

Pues repita la fama con esmero
desde el uno hasta el otro opuesto polo
que: Viva el Montañés aunque Alojero.



Juan Gelman

don luis

-- de Juan Gelman --

Gracias, compañero cernuda,
gracias por recordamos la nobleza humana
en este tiempo de la despasión.
Gracias por recordarla con belleza,
como sol que entra en una casa vacía.
La llenás con la memoria de los sueños
y más, con sueños y horizontes
que pueden volver.
Gracias por dejamos la palabra
que vuela en un claro de la tempestad
a ciertas dichas, ciertas esperanzas.
Transparente de niños te fuiste, pero no.
Bailamos nuestra danza contra
clausuras de la nada.



Fernando de Herrera

Las hebras de oro puro que la frente

-- de Fernando de Herrera --

Las hebras de oro puro que la frente
cercan en ricas vueltas, do el tirano
señor teje los lazos con su mano,
y arde en la dulce luz resplandeciente;

cuando el invierno frío se presente,
vencedor de las flores del verano,
el purpúreo color tornando vano,
en plata volverán su lustre ardiente.

Y no por eso amor mudará el puesto;
que el valor lo asegura y cortesía,
el ingenio y del alma la nobleza.

Es mi cadena y fuego el pecho honesto,
y virtud generosa lumbre mía,
de vuestra eterna, angélica belleza.



Fernando de Herrera

Ya que nublosa sombra cubre, y frío

-- de Fernando de Herrera --

Ya que nublosa sombra cubre, y frío,
la blanca frente de este monte alzado,
y del grave Aquilón aliento helado
retarda el lento curso al hondo río,

siento de ingrata mano al pecho mío
nieve arrojada, y siento desmayado
mi fuego, y culpo mi deseo osado
y de Amor el tirano señorío;

que por un vano bien, que huye luego
y me deja dolor eterno, pierdo
de libertad amada la nobleza.

Mas ¡oh que acierta mal quien nada ciego!
y el que cuida, Fernando, ser más cuerdo,
descubre en tal hazaña más flaqueza.



Francisco de Quevedo

las tres musas últimas castellanas 39

-- de Francisco de Quevedo --

Divina muestra del poder divino,
honra de nuestra edad, por vos dichosa, nobleza sin igual maravillosa,
aviso, ingenio, gusto peregrino.
Milagro de renombre eterno digno
a pesar de la envidia venenosa,
rara beldad, cordura milagrosa,
gloria, que es de gozarla amor indigno.
Ángel con mortal velo disfrazado,
regalo sin medida, que no tiene
igual en todo el bien del ser humano.
Tesoro celestial incomparado,
adonde más el alma se entretiene
es silvia, dueño, y vida de silvano.



Francisco Sosa Escalante

A Guerrero

-- de Francisco Sosa Escalante --

Si el grande Hidalgo el adalid primero
Fué de la patria en memorable día,
Y Morelos con génio y bizarría
La fama obtuvo de inmortal guerrero;

Si Bravo el generoso dió al ibero
Sublime ejemplo de nobleza pía,
¿Quién tu constancia superar podría
Allí en las horas de infortunio fiero?

Tú fuiste la vestal conservadora
Del fuego sacrosanto, en las regiones
Del Sur que Febo con su lumbre dora:

Salvaste de la patria los pendones
Hasta que vieron despuntar la aurora
De hermosa libertad los corazones.



José Martí

para modelo de un dios

-- de José Martí --

xxxi
para modelo de un dios
el pintor lo envió a pedir:
¡para eso no! ¡para ir,
patria, a servirte los dos!
bien estará en la pintura
el hijo que amo y bendigo:
¡mejor en la ceja oscura,
cara a cara al enemigo!
es rubio, es fuerte, es garzón
de nobleza natural:
¡hijo, por la luz natal!
¡hijo, por el pabellón!
vamos, pues, hijo viril:
vamos los dos: si yo muero,
me besas: si tú... ¡Prefiero
verte muerto a verte vil!



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