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-- de Lope de Vega --
Un soneto me manda hacer Violante, 11 A
que en mi vida me he visto en tanto aprieto; 11B
catorce versos dicen que es soneto: 11B
burla burlando van los tres delante. 11A
Yo pensé que no hallara consonante 11A
y estoy a la mitad de otro cuarteto; 11B
mas si me veo en el primer terceto 11B
no hay cosa en los cuartetos que me espante. 11A
Por el primer terceto voy entrando 11C
y parece que entré con pie derecho, 11D
pues fin con este verso le voy dando. 11C
Ya estoy en el segundo, y aún sospecho 11D
que voy los trece versos acabando; 11C
contad si son catorce, y está hecho. 11D
Poema "Un soneto me manda hacer Violante" de Lope de Vega
-- de José Tomás de Cuellar --
— A donde vas? — una furtiva lágrima
Le preguntó á un suspiro —
¿Cual todos tus hermanos vas al viento
Sin rumbo y sin destino?
— Voy en alas del viento do me manda
Un pecho conmovido —
Dijo al pasar junto á la tibia lágrima
El íntimo suspiro —
Voy á un punto del cielo muy remoto,
Pero con rumbo fijo,
Y nadie vé la senda misteriosa
Por donde yo camino.
Tiene poder sobrado quien me manda,
De la piedad soy hijo
Poema "El suspiro y la lágrima" de José Tomás de Cuellar
-- de Anónimo --
-Moro alcaide, moro alcaide,
el de la barba vellida,
el rey os manda prender
porque Alhama era perdida.
-Si el rey me manda prender
porque Alhama se perdía,
el rey lo puede hacer,
mas yo nada le debía,
porque yo era ido a Ronda
a bodas de una mi prima;
yo dejé cobro en Alhama
el mejor que yo podía.
Si el rey perdió su ciudad,
yo perdí cuanto tenía:
perdí mi mujer y hijos,
las cosas que más quería.
Poema "Romance del alcaide de Alhama" de Anónimo
-- de Alfonsina Storni --
En la punta de un látigo,
mi corazón,
danza una danza
en tirabuzón;
en la punta de un látigo,
mi corazón.
En la punta de un triángulo,
mi corazón,
rebota por el césped
como balón;
un pie y otro
lo manda
a mi corazón.
Poema "Danza irregular" de Alfonsina Storni
-- de Amado Nervo --
»Espíritu que naufraga
en medio de un torbellino,
porque manda mi destino
que lo que no quiero haga;
»frente al empuje brutal
de mi terrible pasión,
le pregunto a mi razón
dónde están el bien y el mal;
»quién se equivoca, quién yerra;
la conciencia, que me grita:
¡Resiste!, llena de cuita,
o el titán que me echa en tierra.
»Si no es mío el movimiento
gigante que me ha vencido,
¿por qué, después de caído,
me acosa el remordimiento?
»La peña que fue de cuajo
arrancada y que se abisma,
no se pregunta a sí misma
por qué cayó tan abajo;
»mientras que yo, ¡miserable!,
si combato, soy vencido,
y si caigo, ya caído
aún me encuentro culpable,
»¡y en el fondo de mi mal,
ni el triste consuelo siento
de que mi derrumbamiento
fue necesario y fatal!»
Así, lleno de ansiedad
un hermano me decía,
y yo le oí con piedad,
pensando en la vanidad
de toda filosofía...,
Y clamé, después de oír
«¡Oh mi sabio no saber,
mi elocuente no argüir,
mi regalado sufrir,
mi ganancioso perder!»
Poema "El torbellino" de Amado Nervo
-- de Lope de Vega --
Si gasta el mar la endurecida roca
con el curso del agua tierna y blanda,
si el español, que entre los indios anda,
con largo trato a su amistad provoca;
si al ruego el áspid la fiereza apoca,
si el fuego al hierro la fiereza ablanda,
no yerra amor, cuando esperar le manda
un imposible a mi esperanza loca.
Que el tiempo que las rocas enternece,
indios, áspides, hierros, bien podría
sirviendo, amando cuanto amor concede,
por más que mi desdicha os endurece,
señora, enterneceros algún día,
que un inmortal amor todo lo puede.
Poema "si gasta el mar la endurecida roca" de Lope de Vega
-- de Lope de Vega --
Celebró de Amarilis la hermosura
Virgilio en su bucólica divina,
Propercio de su Cintia, y de Corina
Ovidio en oro, en rosa, en nieve pura;
Catulo de su Lesbia la escultura
a la inmortalidad pórfido inclina
Petrarca por el mundo peregrina,
constituyó de Laura la figura;
Yo, pues Amor me manda que presuma
de la humilde prisión de tus cabellos,
poeta montañés, con ruda pluma,
Juana, celebraré tus ojos bellos
que vale más de tu jabón la espuma
que todas ellas, y que todos ellos.
Poema "Celebró de Amarilis la hermosura" de Lope de Vega
-- de Lope de Vega --
La nueva juventud gramaticanda
(llena de solecismos y quillotro,
que del Parnaso mal impuestos potros
dice que Apolo en sus borrenes anda)
por escribir como la patria manda
(elementos los unos de los otros),
de la suerte se burlan de nosotros
que suelen de un católico en Holanda.
Vos, que los escribís limpios y tersos
en vuestra docta y cándida poesía,
de toda peregrina voz diversos,
decid (si lo sabéis) ¿qué valentía
puede tener, leyendo ajenos versos,
copiar de noche y murmurar de día?
Poema "La nueva juventud gramaticanda" de Lope de Vega
-- de Góngora --
- Rebelde y pertinaz entendimiento,
sed preso. - ¿Quién lo manda? - Dios glorioso.
- ¿Por qué? - Porque con ánimo dudoso
negaste la obediencia al Sacramento.
- ¿Quién ha de ejecutar el prendimiento?
- La voluntad y afecto piadoso.
- ¿Quién es el carcelero riguroso?
- La fe, que enseña el conocimiento.
- Y la cárcel, ¿cuál es? - La Iglesia santa.
¡Oh cárcel, clara luz de este hemisferio,
dulce prisión que tal tesoro entierra;
do el fruto de este altísimo misterio
se goza con dulzura y gloria tanta
que excede cuanto bien hay en la tierra.
Poema "Rebelde y pertinaz" de Góngora
-- de Manuel del Palacio --
De rojo y amarillo está partida;
Dice el rojo del pueblo la fiereza;
El amarillo copia la riqueza
Con que su fértil suelo nos convida.
Plegada alguna vez, jamás rendida,
Ningún borrón consiente su pureza:
Y aun al mirarla doblan la cabeza
Los que á su sombra fiel hallan cabida.
Si hoy, como en otra edad, al mundo entero
Leyes no dicta desde polo á polo,
Ni el sol la manda su fulgor primero,
Cuando con vil traición ó torpe dolo
Pisarla intente audaz el extranjero,
¡Teñida la vereis de un color solo!
Poema "La bandera española" de Manuel del Palacio
-- de Manuel del Palacio --
Sigue El Pueblo los reyes combatiendo,
La Regeneración barbarizando,
La Época gimiendo y suspirando,
Gil Blas á los presbíteros mordiendo.
De sueños La Política viviendo.
De todo La Esperanza renegando,
La Iberia, como siempre, preguntando,
Y La Correspondencia respondiendo.
Hace El Universal su propaganda,
Defiende El Pensamiento su prebenda,
El Cascabel se burla del que manda,
Pide El Certámen parte en la merienda;
Y entre los de esta y los de aquella banda,
No hay en España nadie que se entienda.
Poema "Revista de la prensa" de Manuel del Palacio
-- de Ignacio María de Acosta --
Hay una Alondra en nuestro hermoso valle
que tierno atisba un cazador atento:
Ave divina cuyo dulce acento
al coro manda volador que calle.
Y calla, y se suspende el escuchalle...
Que de la Alondra al divinal concento
plega sus alas de placer el viento,
y no hay ave ni flor que no avasalle.
Triunfante su expresión desde su nido
el valle todo con su voz encanta,
y está el amor ante sus pies rendido.
Nada turba el trinar de su garganta,
y si suena en el bosque algún gemido
es de la voz del cazador que canta.
Poema "Hay una alondra" de Ignacio María de Acosta
-- de Jaime Torres Bodet --
Tú me llamaste al íntimo rebaño
única voz que manda cuando implora
mientras la burla despreciaba el daño
y florecía, en el cardal, la aurora.
Era la intacta juventud del año.
Principiaban el mes, el día, la hora...
Y el corazón, intrépido y huraño,
te oía sin creerte, como ahora.
Ay, porque desde entonces ya disperso
sobre la vanidad del universo,
a cada paso, infiel, te abandonaba
y con cada promesa te mentía
y con cada recuerdo te olvidaba
¡y con cada victoria te perdía!
Poema "voz" de Jaime Torres Bodet
-- de Jorge Manrique --
Mi temor ha sido tal
que me ha tornado judío;
por esto el esfuerzo mío
manda que traiga señal:
pues viendo cuán poco gano
viviendo en ley que no es buena,
osándoos decir mi pena
me quiero tornar cristiano.
Poema "esparza mi temor ha sido tal" de Jorge Manrique
-- de Jorge Manrique --
Pensando, señora, en vos,
vi en el cielo una cometa:
es señal que manda dios
que pierda miedo y cometa
a declarar el deseo
que mi voluntad desea,
porque jamás no me vea
vencido como me veo
en esta fuerte pelea
que yo conmigo peleo.
Poema "esparza pensando, señora, en vos" de Jorge Manrique
-- de Jorge Manrique --
Mi temor ha sido tal
que me ha tornado judío;
por esto el esfuerzo mío
manda que traiga señal:
pues viendo cuán poco gano
viviendo en ley que no es buena,
osándoos decir mi pena
me quiero tornar cristiano.
Poema "Esparza: Mi temor ha sido tal" de Jorge Manrique
-- de Jorge Manrique --
Pensando, señora, en vos,
vi en el cielo una cometa:
es señal que manda Dios
que pierda miedo y cometa
a declarar el deseo
que mi voluntad desea,
porque jamás no me vea
vencido como me veo
en esta fuerte pelea
que yo conmigo peleo.
Poema "Esparza: Pensando, señora, en vos" de Jorge Manrique
-- de César Vallejo --
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!.
Son pocos; pero son Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... ¡Pobre... Pobre!. Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Poema siguiente: Deshojacion sagrada
Poema "Los heraldos negros" de César Vallejo
-- de Emilio Bobadilla --
Ladra el cañón —un perro a quien del rabo tiran-;
los gases corrosivos, como algodón en rama,
en gruesos nubarrones por el espacio giran,
y aquí y allá, entre el humo, la lengua de una llama.
Edificios y árboles desmoronados, saltan;
arden, cual mar de fuego, las enhiestas espigas;
la bayoneta en ristre las trincheras asaltan
y, cuerpo a cuerpo, muérdense las huestes enemigas.
De la refriega queda, cual temporal que un tronco
de un bosque sólo deja, dos pálidos guerreros,
entre el hervor de sangre y el estampido bronco.
Resumen filosófico del sublime episodio:
dos odios frente a frente —o quizá dos carneros,
a quien el jefe manda que se maten con odio...!
Poema "Dos ¿qué?" de Emilio Bobadilla
-- de Juan de Arguijo --
El griego vencedor que tantos años
Vió contra sí constante la fortuna;
El que pudo sagaz de la importuna
Circe vencer los mágicos engaños;
El que en nuevas regiones y en extraños
Mares temer no supo vez alguna;
El que, bajando á la infernal laguna
Libre volvió de los eternos daños,
Los ojos cubre y cierra los oídos
De las sirenas á la vista y canto,
Y se manda ligar á un mástil duro;
Y negando al objeto los sentidos,
La engañosa belleza y fuerte encanto
Huyendo vence, y corta el mar seguro.
Poema "Ulises" de Juan de Arguijo
-- de Salvador Díaz Mirón --
En la venus de médicis el arte
previó cuanto hay en ti, menos la túnica.
Irreprochable desnudez imparte
al mármol gracia vencedora y única.
No te des al acaso. Dios no envía
la suprema beldad a cualquier gusto.
¡La manda para ser en la porfía
botín al fuerte y galardón al justo!
Poema "a la señorita julia zarate" de Salvador Díaz Mirón
-- de Salvador Díaz Mirón --
En la Venus de Médicis el arte
Previó cuanto hay en ti, menos la túnica.
Irreprochable desnudez imparte
Al mármol gracia vencedora y única.
No te des al acaso. Dios no envía
La suprema beldad a cualquier gusto.
¡La manda para ser en la porfía
botín al fuerte y galardón al justo!
Poema "A la señorita Julia Zárate" de Salvador Díaz Mirón
-- de Salvador Díaz Mirón --
¿Detenerme? ¿Cejar? ¡Vana congoja!
La cabeza no manda al corazón.
Prohibe al aquilón que alce la hoja,
no a la hoja que ceda al aquilón!
¡Cuando el torrente por los campos halla
de pronto un dique que le dice: atrás,
podrá saltar o desquiciar la valla
pero pararse o recular... Jamás!
¿Por qué te adoro y a tus pies me arrastro?
¿Por qué se obstinan en volverse así
la aguja al norte, el heliotropo al astro,
la llama al cielo y mi esperanza a ti?
Poema "A M..." de Salvador Díaz Mirón
-- de Mario Benedetti --
Es decir la miraba porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo
con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli
cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellones
satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural
pero si los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella
hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron a dúo
dijeron no va más al carajo selene
se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén
y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere.
Poema "hombre que mira la luna" de Mario Benedetti
-- de Miguel Unamuno --
Departían así en el refectorio:
— Más negro cada vez es el bodigo...
— Parece de bellota de quejigo...
— A qué ha venido á dar el ofertorio!
— Es decreto de Dios y bien notorio,
por andarlo buscando de trastrigo,
á la gula nos manda este castigo.
— Debe de estar en quiebra el Purgatorio!
Poema "Barateros de la gracia" de Miguel Unamuno
-- de Numa Pompilio Llona --
Tras el hombro el carcaj: un pie adelante;
con el brazo fortísimo membrudo
tendiendo el arco; y, con mirar sañudo,
inclinado el etiópico semblante,
así, en hilera, el batallón gigante
de dolores me acecha torvo y mudo;
y sus saetas clava en mi desnudo
ensangrentado pecho palpitante!...
¡Mas no de tus flecheros me acobardo
ante el airado ejército sombrío;
sus golpes todos desdeñoso aguardo!...
¡Manda a tu hueste herirme, oh Hado impío,
hasta que lancen su postrero dardo!
Hasta que se halle su carcaj vacío.
Poema "Los arqueros negros" de Numa Pompilio Llona
-- de Federico García Lorca --
Este pichón del turia que te mando,
de dulces ojos y de blanca pluma,
sobre laurel de grecia vierte y suma
llama lenta de amor do estoy parando.
Su cándida virtud, su cuello blando,
en limo doble de caliente espuma,
con un temblor de escarcha, perla y bruma
la ausencia de tu boca está marcando.
Pasa la mano sobre su blancura
y verás qué nevada melodía
esparce en copos sobre tu hermosura.
Así mi corazón de noche y día,
preso en la cárcel del amor oscura,
llora sin verte su melancolía.
Regresar a sonetos del amor oscuro
Poema "soneto gongorino en que el poeta manda a su amor una paloma" de Federico García Lorca
-- de Federico García Lorca --
Mi sombra va silenciosa
por el agua de la acecia.
Por mi sombra están las ranas
privadas de las estrellas.
La sombra manda a mi cuerpo
reflejos de cosas quietas.
Mi sombra va como inmenso
cínife color violeta.
Cien grillos quieren dorar
la luz de la cañavera.
Una luz nace en mi pecho,
reflejado, de la acequia.
Poema "Debussy" de Federico García Lorca
-- de Francisco Sosa Escalante --
La miserable chusma vocifera
Al ver burlada su voraz codicia,
Y pide á Hernán Cortés que la justicia
En aras viole de pasion rastrera.
El duro vencedor teme á la fiera
Desbordada altivez de su milicia,
Y criminal y torpe la acaricia
Y al grande Cuauhtemoc manda á la hoguera.
Ibero capitán! tú no comprendes
La negra mancha y el eterno daño
Que sobre el nombre de tu patria tiendes.
Contempla á Cuauhtemoc al miedo extraño
Cuando la hoguera sin piedad enciendes,
Como si fuera de deleite un baño.
Poema "El tormento" de Francisco Sosa Escalante
-- de José Joaquín de Olmedo --
¿Y eres tú Dios? ¿A quién podré quejarme?
inebriado en tu gloria y poderío.
¡Ver el dolor que me devora impío
y la mirada de piedad negarme!
Manda alzar otra vez por consolarme
la grave losa del sepulcro frío,
y restituye, oh Dios, al seno mío
la hermana que has querido arrebatarme.
Yo no te la pedí. ¡Qué! ¿es por ventura
crear para destruir, placer divino,
o es de tanta virtud indigno el suelo?
¿o ya del todo absorto en tu luz pura
te es menos grato el incesante trino?
Dime, ¿faltaba este ángel a tu cielo?
Poema "En la muerte de mi hermana" de José Joaquín de Olmedo
-- de Romildo Risso --
-Cargue, nomás... Que es "carreta"...
Hay ruedas, pa dir rodando...
Los güeyes, van cuasi sueltos...
¡Qué han de sentir el recargo!...
Hemos dicho: "a tanto el viaje":
Pero, páresé, compadre:
Usté mira su provecho,
Yo miro mis animales!...
Que los concluya una peste,
Santo y güeno... Dios lo manda...
Pero, que yo los reviente...
No se ha'e ver! Menos, por plata!...
... ... ... ... ... ... ... ... ...
Qué se habrá créido, ese zonzo!...
... ... ... ... ... ... ... ... ...
Esto sí que es dir livianos!...
Hasta las tripas vacidas...
(Dende ayer, que piden algo...)
... ... ... ... ... ... ... ... ...
Con hambre, lo que no harían...
Si se lo devoran, hartos...
... ... ... ... ... ... ... ... ...
Oro, tendrán a montones:
Pero de estos gustors... Cuándo!...
Poema "Pero de estos gustos..." de Romildo Risso