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Se han encontrado 23 poemas con la palabra ideas

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Miguel Unamuno

Don Juan de las ideas

-- de Miguel Unamuno --

Don Juan de las ideas que cortejas
todas las teorías, libertino
del pensamiento, eterno peregrino
del ansia de saber, sé que te quejas

de hastío de inquirir y que aconsejas
á los mozos que dejen el camino
de la ciencia y encierren su destino
de la santa ignorancia tras las rejas.

Poema Don Juan de las ideas de Miguel Unamuno con fondo de libro

Rubén Darío

rima i

-- de Rubén Darío --

En el libro lujoso se advierten
las rimas triunfales:
bizantinos mozaicos, pulidos
y raros esmaltes,
fino estuche de artísticas joyas,
ideas brillantes;
los vocablos unidos a modo
de ricos collares;
las ideas formando en el ritmo
sus bellos engarces,
y los versos como hilos de oro
do irisadas tiemblan
perlas orientales.
¡Y mirad! en las mil filigranas
hallaréis alfileres punzantes;
y, en la pedrería,
trémulas facetas
de color de sangre.

Poema rima i de Rubén Darío con fondo de libro

Rubén Darío

Rima I (Rubén Darío)

-- de Rubén Darío --

En el libro lujoso se advierten
las rimas triunfales:
bizantinos mozaicos, pulidos
y raros esmaltes,
fino estuche de artísticas joyas,
ideas brillantes;
los vocablos unidos a modo
de ricos collares;
las ideas formando en el ritmo
sus bellos engarces,
y los versos como hilos de oro
do irisadas tiemblan
perlas orientales.
¡Y mirad! En las mil filigranas
hallaréis alfileres punzantes;
y, en la pedrería,
trémulas facetas
de color de sangre.

Poema Rima I (Rubén Darío) de Rubén Darío con fondo de libro

Alfonsina Storni

El canal

-- de Alfonsina Storni --

En la dulce fragancia
De la dulce San Juan,
Recuerdos de mi infancia
Enredados están.

Mi casa hacia los fondos
Tendía su vergel;
Allí canales hondos
Entre abejas y miel.

De enrojecidas ondas
Y pequeño caudal
Era el mío, entre frondas,
Predilecto canal.

Vagas melancolías
Llevábanme a buscar
En los oscuros días
Aquel dulce lugar.

Barquitos trabajaba
En nevado papel
Y en el agua soltaba
Tan menudo bajel.

Y navegaban hasta
Que un recodo fugaz
Se interponía: ¡basta!
No los veía más.

Y al perder mi barquito
Solíanme embargar
Ideas de infinito
Y rompía a llorar.

Niña: ya presentías
Lo que ocurrir debió:
Todo, por otras vías,
Se ha ido y no volvio.



Luis Muñoz Rivera

abismos

-- de Luis Muñoz Rivera --

Dios puso en los abismos del espacio
esos vapores tenues,
que, en nube convertidos, se coloran
con tinta suave cuando el alba viene.

La nube engendra el rayo
que esparce por doquier estrago y muerte:
¡culpad a dios, que derramó en la altura
del huracán el germen!

dios puso en el cerebro esas ideas
que poderosas crecen
y, comprimidas sin piedad, estallan
soberbias, indomables y rebeldes.

La rebelión engendra
brisas de fuego y ráfagas de muerte:
¡culpad a dios que puso en el cerebro
del huracán el germen!



Luis Muñoz Rivera

a cualquier compatriota

-- de Luis Muñoz Rivera --

Van llegando, por más que no lo creas,
los tiempos en que emigran las ideas.

Qué es, en el fondo, el negro despotismo
un fantasma con miedo de sí mismo.

Muchas veces se mira una bandera
protegiendo el cubil de una pantera.

Para ser digno y libre ¿a quién esperas?
lo serás, si es que quieres, cuando quieras.

Pueblo viril que de su honra cuida,
perdona acaso, pero nunca olvida.

¿Naciste en la colonia? muy bien hecho,
serás el jeremías del derecho.

¿Justicia? ¡qué palabra tan hermosa!
pero es una palabra y no otra cosa.

¿Derecho? en esta tierra infortunada,
es aire, es humo, es ilusión, es nada.



Manuel del Palacio

Enviando unos versos

-- de Manuel del Palacio --

¿Me pides unos versos? En buen hora:
Allá van, á escoger, dulces ó graves;
Que aun de mi inspiración guardo las llaves
Y desairar no debo á una Señora.

Según de humor te encuentren, rie ó llora,
Si es que en tu pura sencillez no sabes
Que cantan los poetas y las aves
Lo mismo á las tinieblas que á la aurora.

Verás en ellos sátiras y amores;
Ni unas te alarmen, ni en los otros creas,
Sueños son de la infancia seductores:

En mar de frases soledad de ideas:
Los que dicen A tí son los mejores....
Pero es casi mejor que no los leas.



Jaime Sabines

tlaltelolco - ordenaremos los restos

-- de Jaime Sabines --

Ordenaremos los restos,
perdonaremos a los sobrevivientes,
daremos libertad a los encarcelados,
seremos generosos, magnánimos y prudentes.

Nos han metido las ideas exóticas como una lavativa,
pero instauramos la paz,
consolidamos las instituciones;
los comerciantes están con nosotros,
los banqueros, los políticos auténticamente mexicanos,
los colegios particulares,
las personas respetables.
Hemos destruido la conjura,
aumentamos nuestro poder:
ya no nos caeremos de la cama
porque tendremos dulces sueños.

Tenemos secretarios de estado capaces
de transformar la mierda en esencias aromáticas,
diputados y senadores alquimistas,
líderes inefables, chulísimos,
un tropel de putos espirituales
enarbolando nuestra bandera gallardamente.

Aquí no ha pasado nada.
Comienza nuestro reino.



César Vallejo

oh botella sin vino! ¡oh vino que enviudó de esta botella

-- de César Vallejo --

¡oh botella sin vino! ¡oh vino que enviudó de estabotella!
tarde cuando la aurora de la tarde
flameó funestamente en cinco espíritus.
Viudez sin pan ni mugre, rematando en horrendos metaloides
y en células orales acabando.
¡Oh siempre, nunca dar con el jamás de tántosiempre!
¡oh mis buenos amigos, cruel falacia,
parcial, penetrativa en nuestro trunco,
volátil, jugarino desconsuelo!
¡sublime, baja perfección del cerdo,
palpa mi general melancolía!
¡zuela sonante en sueños,
zuela
zafia, inferior, vendida, lícita, ladrona,
baja y palpa lo que eran mis ideas!
tú y él y ellos y todos,
sin embargo,
entraron a la vez en mi camisa,
en los hombros madera, entre los fémures, palillos;
tú particularmente,
habiéndome influido;
él, fútil, colorado, con dinero
y ellos, zánganos de ala de otro peso.
¡Oh botella sin vino! ¡oh vino que enviudó de estabotella!



Emilio Bobadilla

Kultura

-- de Emilio Bobadilla --

Sobre la Europa laboriosa y rica
tu militar torrente desataste
y prósperas ciudades arruinaste.
¿Semejante furor en ti se explica,

en ti, nación de pensadores hondos,
patria del pedagógico progreso?
¡Oh sanguinario, destructor regreso
de tus primeros pobladores blondos!

¿Adónde van con incendiarias teas
sembrando muerte y luto tus soldados,
tú que sembraste por doquier ideas?

El progreso es falacia: las tranquilas
horas incuban odio y disfrazados
de filósofos andan los gorilas...



Emilio Bobadilla

Todo igual

-- de Emilio Bobadilla --

¡Qué vértigo en el aire, qué aflicción en las almas!
¡Qué huracán de vesania, qué fiebre, qué delirio!
Aspiran los valientes a batir áureas palmas,
las palmas clandestinas de anónimo martirio!

¿Saldrá más acendrada la moral de esta lucha?
¿Será mejor el hombre venidero? ¡Quién sabe!
No es animal aéreo ni terrestre la trucha;
y, voladora siempre, tendrá plumas el ave...

Habrá nuevas costumbres, el lujo, irá en aumento;
viviendas más higiénicas, más orden en la vida;
tal vez menos ideas y menos sentimiento

y acaso sólo sirva de adorno la palabra...
Pero esta lucha épica, feroz y fratricida,
no hará de un cardo un cedro, ni un toro de una cabra.



Ernesto Noboa y Caamaño

Vox Clamans

-- de Ernesto Noboa y Caamaño --

Oigo en la sombra, a veces, una voz que me advierte:
Poeta, entre tus ruinas, yérguete vencedor:
deja la flauta débil de tu canción inerte,
y alza el himno a la vida, al orgullo, al vigor.

Acalla tu secreto, sé fuerte con la muerte,
Y oigo otra voz que clama: fuerte como el amor.
(En mi conciencia íntima no sé cuál es más fuerte,
si el gesto de la vida o el gesto destructor).

De súbito, en tumulto, cual luminosas teas,
en el cerebro atónito se encienden las ideas,
mas, cuando de su foco, como de ardiente pira,

va a levantar las notas del vigoroso canto,
como una flauta débil el corazón suspira;
y la canción se trueca por un raudal de llanto.



Pedro Miguel Obligado

soledad

-- de Pedro Miguel Obligado --

Grabación em mp3 por
maría eugenia

¡soledad, soledad y siempre soledad!
palabras, ruidos, ecos; almas, tristezas, nada:
apenas un deseo de vivir y de amar.
Los días se deshacen como nubes ligeras;
y como todo pasa, ¿dónde está la verdad?
las ideas son chispas que descubren honduras,
y el placer más seguro, descansar, descansar.

El alma es como un pozo que contempla a una estrella
y que la siente dentro, sin tenerla jamás
las flores son tan bellas que duran un instante,
y el amor cuando nace, se alza a volar.
Y todo esto que digo, sólo son frases, humo
que el soplo de una noche de lluvia, apagará.
Hermano: estoy muy triste -¿me perdonas?- muy triste
- ¡soledad, soledad y siempre soledad ¡



Gustavo Adolfo Bécquer

rima xxiv

-- de Gustavo Adolfo Bécquer --

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.
Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.
Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al reunirse en el cielo
forman una nube blanca.
Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.



Gustavo Adolfo Bécquer

rima lxxi

-- de Gustavo Adolfo Bécquer --

No dormía; vagaba en ese limbo
en que cambian de forma los objetos,
misteriosos espacios que separan
la vigilia del sueño.
Las ideas que en ronda silenciosa
daban vueltas en torno a mi cerebro,
poco a poco en su danza se movían
con un compás más lento.
De la luz que entra al alma por los ojos
los párpados velaban el reflejo;
pero otra luz el mundo de visiones
alumbraba por dentro.
En este punto resonó en mi oído
un rumor semejante al que en el templo
vaga confuso al terminar los fieles
con un amén sus rezos.
Y oí como una voz delgada y triste
que por mi nombre me llamo a lo lejos,
y sentí olor de cirios apagados,
de humedad y de incienso.
.......................................
Entró la noche, y del olvido en brazos
caí, cual piedra, en su profundo seno.
No obstante al despertar exclamé:
¡alguno que yo quería ha muerto!



Teófilo V. Méndez Ramos

No te inquietes

-- de Teófilo V. Méndez Ramos --

No te inquietes, la vida tiene raros misterios,
que llenan de pavor nuestras almas ingenuas;
no te inquietes, la estrella más lejana es hermana
del artista, que sufre el torturado enigma.

No te angusties, aprende del árbol solitario
a adquirir la tragedia de infinito mutismo;
portando en tu cerebro luminosas ideas;
refulgentes marañas, llegaras a ser cuerdo.

Si acaso fatal sino te tiene condenado
a soportar el fardo de la vida pensante,
opta por dos caminos: prosigue torturándote,
o permite a tu cuerpo ser pasto del gusano.



Antonio Machado

Abel Martín

-- de Antonio Machado --

La mujer
es el universo del ser.

(Página 22)

Sin el amor, las ideas
son como mujeres feas,
o copias dificultosas
de los cuerpos de las diosas.

(Página 59)

Sin mujer
no hay engendrar ni saber.

(Página 125)

Y otras sentencias menos felices aunque no menos interesantes, como ésta:

...Aunque a veces sabe Onán
mucho que ignora Don Juan

(Página 207)



Marilina Rébora

a qué apenarse

-- de Marilina Rébora --

A qué apenarse
¿a qué apenarse tanto por las pequeñas cosas?
guardemos el pesar para lo irreversible.
Si se olvidan los besos y marchitan las rosas,
soportemos la vida, con ánimo apacible.
Vistámonos con alas de etéreas mariposas,
soñemos en lo alto la cumbre inaccesible,
que dejando detrás ideas enojosas
la vida cotidiana será más accesible.
Aceptemos un mundo que sea conciliable;
un solo hecho cuenta carácter trascendente:
el hecho de no ser, un día, de repente,
y de decir adiós a todo lo mutable,
viviendo en armonía, tratando que no estorbe
nada de lo minúsculo, ante el girar del orbe.



Medardo Ángel Silva

Fragmento inédito de La divina comedia

-- de Medardo Ángel Silva --

Vimos los laberínticos senderos interiores
ideas como larvas y monstruos roedores—:
toda la fauna y flora que nutren el Espanto
y la Locura...

El aire sabía a sangre y llanto.
Y llegamos al círculo postrer de condenados,
y yo dije:

—Maestro: ¿y esos puños crispados?
¡Y esos ojos de vértigo cuya mirada brilla
como la del felino que guarda su caverna?
¿Y aquella faz exangüe de fiebre y pesadilla?...

Y Él: —Es un buscador de la Verdad Eterna.



Julia de Burgos

el hombre y mi alma

-- de Julia de Burgos --

¡qué caricia larga de acción me sube por las venas
anchas de recorrerme!

me veo inmóvil de carne esperando la lucha
entre el hombre y mi alma,
y me siento invencible,
porque mi ahora es fuerte columna de avanzada
en la aurora que apunta,
es grito de corazón vacío en la nave del mundo,
es esfuerzo de ola tendido en playa firme
para arrasar calumnias de las conciencias rotas.

Entre el hombre y mi alma
se ha cruzado la espada...
(La mente es una intérprete que traduce la fuerza
en ideas que avanzan.)

De mi lado se bate la conciencia del hombre
en un sol de principios sobre el soy de las almas.

En la mano del hombre se defiende la hueca
escultura de normas sobre el tiempo moldeada.

Ha sonado la lucha...
Y me siento intocada...
Estoy sobre los siglos con fiereza de olas...
¡Nadie palpe la sombra que mi impulso ahuyentara!



Clemente Althaus

A una estrella (Althaus)

-- de Clemente Althaus --

¡Cuán hondas melancólicas ideas
despiertas en el alma dolorida,
lejana estrella que, entre mil perdida,
cual ojo soñoliento pestañeas!

¿Por qué tu luz, entre tan claras teas,
mis tristes ojos sin cesar convida?
¿Por qué lloro al mirarte? de mi vida
¡quizá la estrella misteriosa seas!

Sí: tú sola, cual cirio de agonía,
alumbrabas la noche tenebrosa
en que este triste a padecer nacía:

¡Ay! que ya cedo al hado que me acosa:
y pronto tú, como mirada pía,
alumbrarás mi solitaria losa.



Ramón María del Valle Inclán

rosa del sol

-- de Ramón María del Valle Inclán --

Por el sol se enciende mi verso retórico,
que hace geometría con el español,
y en la ardiente selva de un mundo alegórico,
mi flauta preludia: do-re-mi-fa-sol.

¡Áurea matemática! ¡numen categórico!
¡logos de las formas! ¡teologal crisol!
¡salve sacro neuma! canta el pitagórico
yámbico, dorado número del sol.

El sol es la ardiente fuente que provoca
las ideas eternas en vaso mortal.
Por el encendido canto de su boca,

es la geometría ciencia teologal.
Sacro verbo métrico redime a la roca
del mundo. Su estrella trasciende al cristal.



Rubén Darío

A Amado Nervo (Rubén Darío)

-- de Rubén Darío --

La tortuga de oro camina por la alfombra
y traza por la alfombra un misterioso estigma;
sobre su carapacho hay grabado un enigma
y círculo enigmático se dibuja en su sombra.

Esos signos nos dicen al Dios que no se nombra
y ponen en nosotros su autoritario estigma:
ese círculo encierra la clave del enigma
que a Minotauro mata y a la Medusa asombra.

Ramo de sueños, mazo de ideas florecidas
en explosión de cantos y en floración de vidas,
sois mi pecho suave, mi pensamiento parco.

Y cuando hayan pasado las sedas de la fiesta,
decidme los sutiles efluvios de la orquesta
y lo que está suspenso entre el violín y el arco.



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