Buscar Poemas con Extendía


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Se han encontrado 4 poemas con la palabra extendía

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Gutierre de Cetina

para ver si sus ojos eran cuales

-- de Gutierre de Cetina --

La fama entre pastores extendía,
en una fuente los miraba un día
dórida, y dice así, viéndolos tales:
«ojos, cuya beldad entre mortales
hace inmortal la hermosura mía,
¿cuáles bienes el mundo perdería
que a los males que dais fuesen iguales?
»tenía, antes de os ver, por atrevidos,
por locos temerarios los pastores
que se osaban llamar vuestros vencidos;
»mas hora viendo en vos tantos primores,
por más locos los tengo y perdidos
los que os vieron si no mueren de amores».

Poema para ver si sus ojos eran cuales de Gutierre de Cetina con fondo de libro

Hernando de Acuña

Atenta al gran rumor la musa mía

-- de Hernando de Acuña --

Atenta al gran rumor la musa mía
del armígero son de Marte fiero,
cesó del dulce estilo que primero
en sujeto amoroso se extendía;

mas ahora, con la vuestra en compañía,
me vuelve al sacro monte, donde espero
levantarme más alto y, por grosero,
dejar con nuevo canto el que solía.

Así sus horas con la espada a Marte,
y los ratos del ocio con la pluma
pienso, señor, enderezar a Apolo;

dando a los dos de mí tan larga parte,
y tomándola de ellos tal, que en suma
no me cause tristeza el verme solo.

Poema Atenta al gran rumor la musa mía de Hernando de Acuña con fondo de libro

Hernando de Acuña

Ícaro

-- de Hernando de Acuña --

Con Ícaro, de Creta se escapaba
Dédalo, y ya las alas extendía,
y al hijo, que volando le seguía,
con amor maternal amonestaba:

Que si el vuelo más alto levantaba,
la cera con el sol se desharía,
y en el mismo peligro le pondría
el agua y su vapor, si más bajaba.

Mas el soberbio mozo, y poco experto,
enderezóse luego al alo cielo
y, ablandada la cera en la altura,

perdió las alas, y en el aire muerto,
recibiéndole el mar del alto vuelo,
por el nombre le dio la sepultura.

Poema Ícaro de Hernando de Acuña con fondo de libro

Marilina Rébora

historias... historias...

-- de Marilina Rébora --

Historias... Historias...
«En tiempos de las hadas y de la hechicería...
Cuando la reina cruel consultaba su espejo...
El duende trasgolisto su sábana extendía
y los siete enanitos pasaban en cortejo...
»Cuando la cenicienta perdía su zapato...
Cuando caperucita visitaba a la abuela...
Cuando las botas mágicas calzábase el gato...
Y, al par que jack trepaba, crecía la habichuela...»
La niña, ya impaciente, con la historia termina,
colgándose amorosa del cuello de la madre:
«pero, caperucita, ¿no tuvo padre?
¿por qué la cenicienta se queda en la cocina?
¿y cómo a vivir sola no se va blancanieves?
¡no cuentes, madre mía, historias para bebes!»



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